28 de octubre de 2025

SITUACIÓN DE APRENDIZAJE. CUENTOS CLÁSICOS INOLVIDABLES - TEATRO DE TÍTERES. GRUPO 2. ADAPATACIÓN DE CAPERUCITA ROJA.

Estimados Poeliteratos:

En esta entrada os paso la adaptación teatral que han elaborado los integrantes del GRUPO 2 (Adam, Sara, Nur, Ianis y Nurimen) del cuento clásico de los hermanos Grimm, Caperucita Roja. 
Espero que os guste. 
Atentamente, 
Alejandro Aguilar Bravo. 

ADAPTACIÓN TEATRAL - TEATRO DE TÍTERES
CAPERUCITA ROJA

Escena 1: En casa de Caperucita

(Música suave de mañana. Mamá prepara una cesta. Entra Caperucita alegremente.)

MAMÁ:
¡Buenos días, Caperucita! ¿Has dormido bien?

CAPERUCITA:
Sí, mamá. He soñado que volaba con las mariposas.

MAMÁ:
Qué sueño tan bonito. Pero hoy tienes una misión muy importante.

CAPERUCITA:
¿Una misión? ¡Qué emoción!

MAMÁ:
Tu abuelita está un poco enferma. Quiero que le lleves esta cesta con una torta y una botella de vino. Así se sentirá mejor.

CAPERUCITA:
¿Puedo ponerle una flor? Le encantan las flores.

MAMÁ:
Buena idea, pero solo una. No te entretengas por el camino.

(Mamá le da la cesta y Caperucita la mira curiosa.)

CAPERUCITA:
Mmm… qué bien huele la torta. ¿Puedo probar un poquito?

MAMÁ:
Solo una miguita, ¡pero nada más!

CAPERUCITA:
(Probando) ¡Deliciosa!

MAMÁ:
Escucha bien, Caperucita: camina sin correr, no te apartes del camino y no hables con extraños.

CAPERUCITA:
Tranquila, mamá. ¡Prometido!

MAMÁ:
Anda, ponte tu caperuza roja.

CAPERUCITA:
(Se la pone feliz) ¡Me queda perfecta!

MAMÁ:
Sí, por eso todos te llaman Caperucita Roja.

CAPERUCITA:
¡Adiós, mamá! Iré rápido para que la abuela no se preocupe.

MAMÁ:
Adiós, hijita. Y cuidado con el bosque.

(Caperucita sale cantando. Mamá suspira y sonríe al público.)

MAMÁ:
Ay, esta niña… ojalá no se distraiga.

(Se apagan las luces con música de transición al bosque.)

ESCENA 2: En el bosque


(Música alegre. Caperucita camina feliz con su cesta.)

CAPERUCITA:
Qué bonito está todo. ¡Cuántas flores y pajaritos!
(Mira al público)
Solo mirar no hace daño, ¿verdad?

(Aparece el Lobo, escondido tras un árbol.)

LOBO:
¡Buenos días, Caperucita Roja!

CAPERUCITA:
¡Oh! Buenos días, señor Lobo.

LOBO:
¿A dónde vas tan temprano, tan contenta?

CAPERUCITA:
Voy a casa de mi abuelita. Está enferma. Le llevo torta y vino.

LOBO:
Mmm… ¡qué rico! Digo… ¡qué bien! ¿Y dónde vive tu abuelita?

CAPERUCITA:
Al final del bosque, debajo de tres encinas grandes, junto a unos avellanos.

LOBO:
Ah, sí, sí… ya sé. ¡Qué sitio tan bonito!
(Sonriendo)
¿Sabes qué haría feliz a tu abuela? Un ramo de flores del bosque.

CAPERUCITA:
¡Qué buena idea! Voy a recogerle unas cuantas.

(Caperucita empieza a coger flores.)

LOBO (bajito al público):
Je, je, je… mientras ella se entretiene, yo tomaré el camino corto. ¡Y llegaré primero!

(El lobo se va sigilosamente. Caperucita sigue recogiendo flores.)

CAPERUCITA:
¡Qué flores tan lindas!
(Apila flores en su cesta)
Ya tengo muchas. Ahora sí, ¡a casa de la abuela!

(Sale del escenario. Música de transición, cambia la luz.)

ESCENA 3: En casa de la abuelita

(La Abuelita está en su cama. Se oyen golpes en la puerta.)

ABUELITA:
¿Quién es?

LOBO (imitando voz de niña):
Soy yo, abuelita, Caperucita Roja. Te traigo torta y vino.

ABUELITA:
Pasa, hijita, la puerta está abierta.

(El lobo entra, se acerca lentamente a la cama.)

LOBO:
¡GRRR! ¡Te voy a comer!

(La abuela da un grito suave y el lobo la “come” o la esconde bajo la manta. Luego se pone su gorro y se acuesta en la cama.)

LOBO (bajito):
Ahora solo falta la nieta…

(Se apagan un poco las luces, música de transición.)

ESCENA 4: Caperucita llega a casa de la abuela

(Caperucita toca la puerta con su cestita.)

CAPERUCITA:
¿Abuelita? Soy yo, Caperucita.

LOBO (imitando voz):
Pasa, hijita, pasa.

(Caperucita entra, mira con curiosidad.)

CAPERUCITA:
Abuelita… qué rara está tu voz. ¿Estás resfriada?

LOBO:
Sí, un poquito, querida.

CAPERUCITA:
(Se acerca) ¡Qué orejas tan grandes tienes!

LOBO:
Son para oírte mejor.

CAPERUCITA:
Y qué ojos tan grandes tienes…

LOBO:
Son para verte mejor.

CAPERUCITA:
Y qué manos tan grandes tienes…

LOBO:
Son para abrazarte mejor.

CAPERUCITA:
¡Y qué boca tan grande tienes!

LOBO:
¡Es para comerte mejor! ¡GRRRR!

(El lobo salta, hace un ruido divertido, y “se la come”. Suenan tambores cómicos.)

ESCENA 5: Llega el cazador

(El lobo duerme en la cama y ronca muy fuerte.)

CAZADOR:
¡Qué ronquidos! ¡La abuela nunca roncó así! Voy a ver qué pasa.

(Se acerca y ve al lobo durmiendo.)

CAZADOR:
¡Ajá! ¡Aquí estás, viejo lobo! Pero… espera. Tal vez la abuela esté dentro.

(Finge cortar la barriga del lobo con unas tijeras. Se oyen “clic, clic”.)

CAPERUCITA (saliendo):
¡Ay, qué susto pasé! ¡Estaba tan oscuro ahí dentro!

ABUELITA (saliendo también):
Uf… ¡qué alivio!

CAZADOR:
Ya están a salvo. Vamos a enseñarle una lección a este lobo.

(Caperucita recoge piedras y las mete en la barriga del lobo.)

CAPERUCITA:
Así aprenderá a no engañar más.

(El lobo se despierta, intenta levantarse y se cae.)

LOBO:
¡Ay, qué pesado estoy! ¡Auuu!

(Cae al suelo. Música divertida.)

ABUELITA:
Gracias, señor cazador.

CAPERUCITA:
Y gracias a ti, abuelita. Prometo no volver a hablar con extraños.

CAZADOR:
Así me gusta, pequeña.

LOBO (desde el suelo):
Yo… yo también prometo… ¡comer solo frutas y verduras!

(Todos ríen.)

TODOS:

“Y así terminó la historia de Caperucita Roja,
que aprendió a escuchar a su mamá.”

(Música alegre. Telón baja lentamente.)

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