¡Qué lindos eran los días de verano! ¡Qué agradable resultaba pasear por el campo y ver el trigo amarillo, la verde avena y las parvas de heno apilado en las llanuras! Sobre sus largas patas rojas iba la cigüeña junto a algunos flamencos, que se paraban un rato sobre cada pata. Sí, era realmente encantador estar en el campo.Bañada de sol se alzaba allí una vieja mansión solariega a la que rodeaba un profundo foso; desde sus paredes hasta el borde del agua crecían unas plantas de hojas gigantescas, las mayores de las cuales eran lo suficientemente grandes para que un niño pequeño pudiese pararse debajo de ellas. Aquel lugar resultaba tan enmarañado y agreste como el más denso de los bosques, y era allí donde cierta pata había hecho su nido. Ya era tiempo de sobra para que naciesen los patitos, pero se demoraban tanto, que la mamá comenzaba a perder la paciencia, pues casi nadie venía a visitarla.
Al fin los huevos se abrieron uno tras otro. “¡Pip, pip!”, decían los patitos conforme iban asomando sus cabezas a través del cascarón.
-¡Cuac, cuac! -dijo la mamá pata, y todos los patitos se apresuraron a salir tan rápido como pudieron, dedicándose enseguida a escudriñar entre las verdes hojas. La mamá los dejó hacer, pues el verde es muy bueno para los ojos.
-¡Oh, qué grande es el mundo! -dijeron los patitos. Y ciertamente disponían de un espacio mayor que el que tenían dentro del huevo.
-¿Creen acaso que esto es el mundo entero? -preguntó la pata-. Pues sepan que se extiende mucho más allá del jardín, hasta el prado mismo del pastor, aunque yo nunca me he alejado tanto. Bueno, espero que ya estén todos -agregó, levantándose del nido-. ¡Ah, pero si todavía falta el más grande! ¿Cuánto tardará aún? No puedo entretenerme con él mucho tiempo.
Y fue a sentarse de nuevo en su sitio.
-¡Vaya, vaya! ¿Cómo anda eso? -preguntó una pata vieja que venía de visita.
-Ya no queda más que este huevo, pero tarda tanto… -dijo la pata echada-. No hay forma de que rompa. Pero fíjate en los otros, y dime si no son los patitos más lindos que se hayan visto nunca. Todos se parecen a su padre, el muy bandido. ¿Por qué no vendrá a verme?
-Déjame echar un vistazo a ese huevo que no acaba de romper -dijo la anciana-. Te apuesto a que es un huevo de pava. Así fue como me engatusaron cierta vez a mí. ¡El trabajo que me dieron aquellos pavitos! ¡Imagínate! Le tenían miedo al agua y no había forma de hacerlos entrar en ella. Yo graznaba y los picoteaba, pero de nada me servía… Pero, vamos a ver ese huevo…
-Creo que me quedaré sobre él un ratito aún -dijo la pata-. He estado tanto tiempo aquí sentada, que un poco más no me hará daño.
-Como quieras -dijo la pata vieja, y se alejó contoneándose.
Por fin se rompió el huevo. “¡Pip, pip!”, dijo el pequeño, volcándose del cascarón. La pata vio lo grande y feo que era, y exclamó:
-¡Dios mío, qué patito tan enorme! No se parece a ninguno de los otros. Y, sin embargo, me atrevo a asegurar que no es ningún crío de pavos.
Al otro día hizo un tiempo maravilloso. El sol resplandecía en las verdes hojas gigantescas. La mamá pata se acercó al foso con toda su familia y, ¡plaf!, saltó al agua.
-¡Cuac, cuac! -llamaba. Y uno tras otro los patitos se fueron abalanzando tras ella. El agua se cerraba sobre sus cabezas, pero enseguida resurgían flotando magníficamente. Movíanse sus patas sin el menor esfuerzo, y a poco estuvieron todos en el agua. Hasta el patito feo y gris nadaba con los otros.
-No es un pavo, por cierto -dijo la pata-. Fíjense en la elegancia con que nada, y en lo derecho que se mantiene. Sin duda que es uno de mis pequeñitos. Y si uno lo mira bien, se da cuenta enseguida de que es realmente muy guapo. ¡Cuac, cuac! Vamos, vengan conmigo y déjenme enseñarles el mundo y presentarlos al corral entero. Pero no se separen mucho de mí, no sea que los pisoteen. Y anden con los ojos muy abiertos, por si viene el gato.
Y con esto se encaminaron al corral. Había allí un escándalo espantoso, pues dos familias se estaban peleando por una cabeza de anguila, que, a fin de cuentas, fue a parar al estómago del gato.
-¡Vean! ¡Así anda el mundo! -dijo la mamá relamiéndose el pico, pues también a ella la entusiasmaban las cabezas de anguila-. ¡A ver! ¿Qué pasa con esas piernas? Anden ligeros y no dejen de hacerle una bonita reverencia a esa anciana pata que está allí. Es la más fina de todos nosotros. Tiene en las venas sangre española; por eso es tan regordeta. Fíjense, además, en que lleva una cinta roja atada a una pierna: es la más alta distinción que se puede alcanzar. Es tanto como decir que nadie piensa en deshacerse de ella, y que deben respetarla todos, los animales y los hombres. ¡Anímense y no metan los dedos hacia adentro! Los patitos bien educados los sacan hacia afuera, como mamá y papá… Eso es. Ahora hagan una reverencia y digan ¡cuac!
Todos obedecieron, pero los otros patos que estaban allí los miraron con desprecio y exclamaron en alta voz:
-¡Vaya! ¡Como si ya no fuésemos bastantes! Ahora tendremos que rozarnos también con esa gentuza. ¡Uf!… ¡Qué patito tan feo! No podemos soportarlo.
Y uno de los patos salió enseguida corriendo y le dio un picotazo en el cuello.
-¡Déjenlo tranquilo! -dijo la mamá-. No le está haciendo daño a nadie.
-Sí, pero es tan desgarbado y extraño -dijo el que lo había picoteado-, que no quedará más remedio que despachurrarlo.
-¡Qué lindos niños tienes, muchacha! -dijo la vieja pata de la cinta roja-. Todos son muy hermosos, excepto uno, al que le noto algo raro. Me gustaría que pudieras hacerlo de nuevo.
-Eso ni pensarlo, señora -dijo la mamá de los patitos-. No es hermoso, pero tiene muy buen carácter y nada tan bien como los otros, y me atrevería a decir que hasta un poco mejor. Espero que tome mejor aspecto cuando crezca y que, con el tiempo, no se le vea tan grande. Estuvo dentro del cascarón más de lo necesario, por eso no salió tan bello como los otros.
Y con el pico le acarició el cuello y le alisó las plumas.
-De todos modos, es macho y no importa tanto -añadió-, Estoy segura de que será muy fuerte y se abrirá camino en la vida.
-Estos otros patitos son encantadores -dijo la vieja pata-. Quiero que se sientan como en su casa. Y si por casualidad encuentran algo así como una cabeza de anguila, pueden traérmela sin pena.
Con esta invitación todos se sintieron allí a sus anchas. Pero el pobre patito que había salido el último del cascarón, y que tan feo les parecía a todos, no recibió más que picotazos, empujones y burlas, lo mismo de los patos que de las gallinas.
-¡Qué feo es! -decían.
Y el pavo, que había nacido con las espuelas puestas y que se consideraba por ello casi un emperador, infló sus plumas como un barco a toda vela y se le fue encima con un cacareo, tan estrepitoso que toda la cara se le puso roja. El pobre patito no sabía dónde meterse. Sentíase terriblemente abatido, por ser tan feo y porque todo el mundo se burlaba de él en el corral.
Así pasó el primer día. En los días siguientes, las cosas fueron de mal en peor. El pobre patito se vio acosado por todos. Incluso sus hermanos y hermanas lo maltrataban de vez en cuando y le decían:
-¡Ojalá te agarre el gato, grandulón!
Hasta su misma mamá deseaba que estuviese lejos del corral. Los patos lo pellizcaban, las gallinas lo picoteaban y, un día, la muchacha que traía la comida a las aves le asestó un puntapié.
Entonces el patito huyó del corral. De un revuelo saltó por encima de la cerca, con gran susto de los pajaritos que estaban en los arbustos, que se echaron a volar por los aires.
“¡Es porque soy tan feo!” pensó el patito, cerrando los ojos. Pero así y todo siguió corriendo hasta que, por fin, llegó a los grandes pantanos donde viven los patos salvajes, y allí se pasó toda la noche abrumado de cansancio y tristeza.
A la mañana siguiente, los patos salvajes remontaron el vuelo y miraron a su nuevo compañero.
-¿Y tú qué cosa eres? -le preguntaron, mientras el patito les hacía reverencias en todas direcciones, lo mejor que sabía.
-¡Eres más feo que un espantapájaros! -dijeron los patos salvajes-. Pero eso no importa, con tal que no quieras casarte con una de nuestras hermanas.
¡Pobre patito! Ni soñaba él con el matrimonio. Sólo quería que lo dejasen estar tranquilo entre los juncos y tomar un poquito de agua del pantano.
Unos días más tarde aparecieron por allí dos gansos salvajes. No hacía mucho que habían dejado el nido: por eso eran tan impertinentes.
-Mira, muchacho -comenzaron diciéndole-, eres tan feo que nos caes simpático. ¿Quieres emigrar con nosotros? No muy lejos, en otro pantano, viven unas gansitas salvajes muy presentables, todas solteras, que saben graznar espléndidamente. Es la oportunidad de tu vida, feo y todo como eres.
-¡Bang, bang! -se escuchó en ese instante por encima de ellos, y los dos gansos cayeron muertos entre los juncos, tiñendo el agua con su sangre. Al eco de nuevos disparos se alzaron del pantano las bandadas de gansos salvajes, con lo que menudearon los tiros. Se había organizado una importante cacería y los tiradores rodeaban los pantanos; algunos hasta se habían sentado en las ramas de los árboles que se extendían sobre los juncos. Nubes de humo azul se esparcieron por el oscuro boscaje, y fueron a perderse lejos, sobre el agua.
Los perros de caza aparecieron chapaleando entre el agua, y, a su avance, doblándose aquí y allá las cañas y los juncos. Aquello aterrorizó al pobre patito feo, que ya se disponía a ocultar la cabeza bajo el ala cuando apareció junto a él un enorme y espantoso perro: la lengua le colgaba fuera de la boca y sus ojos miraban con brillo temible. Le acercó el hocico, le enseñó sus agudos dientes, y de pronto… ¡plaf!… ¡allá se fue otra vez sin tocarlo!
El patito dio un suspiro de alivio.
-Por suerte soy tan feo que ni los perros tienen ganas de comerme -se dijo. Y se tendió allí muy quieto, mientras los perdigones repiqueteaban sobre los juncos, y las descargas, una tras otra, atronaban los aires.
Era muy tarde cuando las cosas se calmaron, y aún entonces el pobre no se atrevía a levantarse. Esperó todavía varias horas antes de arriesgarse a echar un vistazo, y, en cuanto lo hizo, enseguida se escapó de los pantanos tan rápido como pudo. Echó a correr por campos y praderas; pero hacía tanto viento, que le costaba no poco trabajo mantenerse sobre sus pies.
Hacia el crepúsculo llegó a una pobre cabaña campesina. Se sentía en tan mal estado que no sabía de qué parte caerse, y, en la duda, permanecía de pie. El viento soplaba tan ferozmente alrededor del patito que éste tuvo que sentarse sobre su propia cola, para no ser arrastrado. En eso notó que una de las bisagras de la puerta se había caído, y que la hoja colgaba con una inclinación tal que le sería fácil filtrarse por la estrecha abertura. Y así lo hizo.
En la cabaña vivía una anciana con su gato y su gallina. El gato, a quien la anciana llamaba “Hijito”, sabía arquear el lomo y ronronear; hasta era capaz de echar chispas si lo frotaban a contrapelo. La gallina tenía unas patas tan cortas que le habían puesto por nombre “Chiquitita Piernascortas”. Era una gran ponedora y la anciana la quería como a su propia hija.
Cuando llegó la mañana, el gato y la gallina no tardaron en descubrir al extraño patito. El gato lo saludó ronroneando y la gallina con su cacareo.
-Pero, ¿qué pasa? -preguntó la vieja, mirando a su alrededor. No andaba muy bien de la vista, así que se creyó que el patito feo era una pata regordeta que se había perdido-. ¡Qué suerte! -dijo-. Ahora tendremos huevos de pata. ¡Con tal que no sea macho! Le daremos unos días de prueba.
Así que al patito le dieron tres semanas de plazo para poner, al término de las cuales, por supuesto, no había ni rastros de huevo. Ahora bien, en aquella casa el gato era el dueño y la gallina la dueña, y siempre que hablaban de sí mismos solían decir: “nosotros y el mundo”, porque opinaban que ellos solos formaban la mitad del mundo , y lo que es más, la mitad más importante. Al patito le parecía que sobre esto podía haber otras opiniones, pero la gallina ni siquiera quiso oírlo.
-¿Puedes poner huevos? -le preguntó.
-No.
-Pues entonces, ¡cállate!
Y el gato le preguntó:
-¿Puedes arquear el lomo, o ronronear, o echar chispas?
-No.
-Pues entonces, guárdate tus opiniones cuando hablan las personas sensatas.
Con lo que el patito fue a sentarse en un rincón, muy desanimado. Pero de pronto recordó el aire fresco y el sol, y sintió una nostalgia tan grande de irse a nadar en el agua que -¡no pudo evitarlo!- fue y se lo contó a la gallina.
-¡Vamos! ¿Qué te pasa? -le dijo ella-. Bien se ve que no tienes nada que hacer; por eso piensas tantas tonterías. Te las sacudirías muy pronto si te dedicaras a poner huevos o a ronronear.
-¡Pero es tan sabroso nadar en el agua! -dijo el patito feo-. ¡Tan sabroso zambullir la cabeza y bucear hasta el mismo fondo!
-Sí, muy agradable -dijo la gallina-. Me parece que te has vuelto loco. Pregúntale al gato, ¡no hay nadie tan listo como él! ¡Pregúntale a nuestra vieja ama, la mujer más sabia del mundo! ¿Crees que a ella le gusta nadar y zambullirse?
-No me comprendes -dijo el patito.
-Pues si yo no te comprendo, me gustaría saber quién podrá comprenderte. De seguro que no pretenderás ser más sabio que el gato y la señora, para no mencionarme a mí misma. ¡No seas tonto, muchacho! ¿No te has encontrado un cuarto cálido y confortable, donde te hacen compañía quienes pueden enseñarte? Pero no eres más que un tonto, y a nadie le hace gracia tenerte aquí. Te doy mi palabra de que si te digo cosas desagradables es por tu propio bien: sólo los buenos amigos nos dicen las verdades. Haz ahora tu parte y aprende a poner huevos o a ronronear y echar chispas.
-Creo que me voy a recorrer el ancho mundo -dijo el patito.
-Sí, vete -dijo la gallina.
Y así fue como el patito se marchó. Nadó y se zambulló; pero ningún ser viviente quería tratarse con él por lo feo que era.
Pronto llegó el otoño. Las hojas en el bosque se tornaron amarillas o pardas; el viento las arrancó y las hizo girar en remolinos, y los cielos tomaron un aspecto hosco y frío. Las nubes colgaban bajas, cargadas de granizo y nieve, y el cuervo, que solía posarse en la tapia, graznaba “¡cau, cau!”, de frío que tenía. Sólo de pensarlo le daban a uno escalofríos. Sí, el pobre patito feo no lo estaba pasando muy bien.
Cierta tarde, mientras el sol se ponía en un maravilloso crepúsculo, emergió de entre los arbustos una bandada de grandes y hermosas aves. El patito no había visto nunca unos animales tan espléndidos. Eran de una blancura resplandeciente, y tenían largos y esbeltos cuellos. Eran cisnes. A la vez que lanzaban un fantástico grito, extendieron sus largas, sus magníficas alas, y remontaron el vuelo, alejándose de aquel frío hacia los lagos abiertos y las tierras cálidas.
Se elevaron muy alto, muy alto, allá entre los aires, y el patito feo se sintió lleno de una rara inquietud. Comenzó a dar vueltas y vueltas en el agua lo mismo que una rueda, estirando el cuello en la dirección que seguían, que él mismo se asustó al oírlo. ¡Ah, jamás podría olvidar aquellos hermosos y afortunados pájaros! En cuanto los perdió de vista, se sumergió derecho hasta el fondo, y se hallaba como fuera de sí cuando regresó a la superficie. No tenía idea de cuál podría ser el nombre de aquellas aves, ni de adónde se dirigían, y, sin embargo, eran más importantes para él que todas las que había conocido hasta entonces. No las envidiaba en modo alguno: ¿cómo se atrevería siquiera a soñar que aquel esplendor pudiera pertenecerle? Ya se daría por satisfecho con que los patos lo tolerasen, ¡pobre criatura estrafalaria que era!
¡Cuán frío se presentaba aquel invierno! El patito se veía forzado a nadar incesantemente para impedir que el agua se congelase en torno suyo. Pero cada noche el hueco en que nadaba se hacía más y más pequeño. Vino luego una helada tan fuerte, que el patito, para que el agua no se cerrase definitivamente, ya tenía que mover las patas todo el tiempo en el hielo crujiente. Por fin, debilitado por el esfuerzo, quedose muy quieto y comenzó a congelarse rápidamente sobre el hielo.
A la mañana siguiente, muy temprano, lo encontró un campesino. Rompió el hielo con uno de sus zuecos de madera, lo recogió y lo llevó a casa, donde su mujer se encargó de revivirlo.
Los niños querían jugar con él, pero el patito feo tenía terror de sus travesuras y, con el miedo, fue a meterse revoloteando en la paila de la leche, que se derramó por todo el piso. Gritó la mujer y dio unas palmadas en el aire, y él, más asustado, metiose de un vuelo en el barril de la mantequilla, y desde allí lanzose de cabeza al cajón de la harina, de donde salió hecho una lástima. ¡Había que verlo! Chillaba la mujer y quería darle con la escoba, y los niños tropezaban unos con otros tratando de echarle mano. ¡Cómo gritaban y se reían! Fue una suerte que la puerta estuviese abierta. El patito se precipitó afuera, entre los arbustos, y se hundió, atolondrado, entre la nieve recién caída.
Pero sería demasiado cruel describir todas las miserias y trabajos que el patito tuvo que pasar durante aquel crudo invierno. Había buscado refugio entre los juncos cuando las alondras comenzaron a cantar y el sol a calentar de nuevo: llegaba la hermosa primavera.
Entonces, de repente, probó sus alas: el zumbido que hicieron fue mucho más fuerte que otras veces, y lo arrastraron rápidamente a lo alto. Casi sin darse cuenta, se halló en un vasto jardín con manzanos en flor y fragantes lilas, que colgaban de las verdes ramas sobre un sinuoso arroyo. ¡Oh, qué agradable era estar allí, en la frescura de la primavera! Y en eso surgieron frente a él de la espesura tres hermosos cisnes blancos, rizando sus plumas y dejándose llevar con suavidad por la corriente. El patito feo reconoció a aquellas espléndidas criaturas que una vez había visto levantar el vuelo, y se sintió sobrecogido por un extraño sentimiento de melancolía.
-¡Volaré hasta esas regias aves! -se dijo-. Me darán de picotazos hasta matarme, por haberme atrevido, feo como soy, a aproximarme a ellas. Pero, ¡qué importa! Mejor es que ellas me maten, a sufrir los pellizcos de los patos, los picotazos de las gallinas, los golpes de la muchacha que cuida las aves y los rigores del invierno.
Y así, voló hasta el agua y nadó hacia los hermosos cisnes. En cuanto lo vieron, se le acercaron con las plumas encrespadas.
-¡Sí, mátenme, mátenme! -gritó la desventurada criatura, inclinando la cabeza hacia el agua en espera de la muerte. Pero, ¿qué es lo que vio allí en la límpida corriente? ¡Era un reflejo de sí mismo, pero no ya el reflejo de un pájaro torpe y gris, feo y repugnante, no, sino el reflejo de un cisne!
Poco importa que se nazca en el corral de los patos, siempre que uno salga de un huevo de cisne. Se sentía realmente feliz de haber pasado tantos trabajos y desgracias, pues esto lo ayudaba a apreciar mejor la alegría y la belleza que le esperaban. Y los tres cisnes nadaban y nadaban a su alrededor y lo acariciaban con sus picos.
En el jardín habían entrado unos niños que lanzaban al agua pedazos de pan y semillas. El más pequeño exclamó:
-¡Ahí va un nuevo cisne!
Y los otros niños corearon con gritos de alegría:
-¡Sí, hay un cisne nuevo!
Y batieron palmas y bailaron, y corrieron a buscar a sus padres. Había pedacitos de pan y de pasteles en el agua, y todo el mundo decía:
-¡El nuevo es el más hermoso! ¡Qué joven y esbelto es!
Y los cisnes viejos se inclinaron ante él. Esto lo llenó de timidez, y escondió la cabeza bajo el ala, sin que supiese explicarse la razón. Era muy, pero muy feliz, aunque no había en él ni una pizca de orgullo, pues este no cabe en los corazones bondadosos. Y mientras recordaba los desprecios y humillaciones del pasado, oía cómo todos decían ahora que era el más hermoso de los cisnes. Las lilas inclinaron sus ramas ante él, bajándolas hasta el agua misma, y los rayos del sol eran cálidos y amables. Rizó entonces sus alas, alzó el esbelto cuello y se alegró desde lo hondo de su corazón:
-Jamás soñé que podría haber tanta felicidad, allá en los tiempos en que era sólo un patito feo. |
|
YUNAIDA MOHAMED.
ResponderEliminarHabía una vez en un bosque una pata iba a ser mama y estaba desesperada ya que nadie iba a visitarla, por fin salieron los patitos del cascarón. La pata les quería enseñar el mundo sin alejarse tanto, cuando la madre se dispuso a salir vio que quedaba un huevo y se sentó a esperar a que saliera y vino una pata vieja y se pusieron a hablar cuando la vieja pata se fue se abrió el cascaron y de allí salió un patito feo, a la pata no le importaba y se los llevo a todos al corral cuando llegaron todos se empezaron a meter con él. Cuando llego la mujer que les daba la comida el patito se asustó y se salió corriendo de ahí. El pobre patito feo paso por muchos peligros. Pasaron los días y el patito vio a unos hermosos cisnes… Pero el pobre patito feo siguió, durante el invierno el pobre se congelo y un campesino lo cogió y se fue a su casa y la mujer lo ayudo a sobrevivir. El patito empezó a liarla y la mujer con la escoba lo echo. Llego la primavera y el patito feo consiguió volar y encontró a unos cisnes y se acercó él se creía que lo iban a matar pero no ya que cuando se miró en el agua vio que era un cisne y ya no era un patito feo, todos los que estaban en aquel jardín lo querían mucho.
Yunaida, observo que has comprendido la historia, pero el texto tiene faltas de ortografía (especialmente faltas de acentuación) y de expresión, fallos que trataremos en clase. Valoro tu esfuerzo y dedicación. Sigue así.
EliminarEl patito feo
ResponderEliminarResumen:
Érase una vez en un jardín, una mamá pata cuidando a sus huevos. Tardaban mucho en salir. Al final salieron todos menos uno, el más grande de todos. Vino una anciana pata a ver a los patitos, todos eran muy bonitos, cuando salió el patito que quedaba vieron que era feísimo.
Más tarde fueron al corral. Un pato que estaba allí picó al patito feo, pero la mamá pata, lo defendió. Después se dio cuenta de que todos se burlaban de él incluso su madre y hermanos.
De tanto que le picaban, se escapó del corral y corrió lo más rápido que sus patitas le permitían, se encontró en un pantano con gansos salvajes. Allí pasó la noche, cuando se despertó dos gansos le ofrecieron, que fuese con ellos a visitar otro pantano donde vivían unas gansas muy guapas, en ese momento se escucharon disparos y los dos gansos murieron. Estaban en época de cacería, se le acercó un perro y le enseñó los dientes, pero no le hizo nada. El patito asustado se dejó caer al suelo y pasó desapercibido. Cuando se dio cuenta de que se habían ido se levantó, como empezaba el otoño con mucho frío y viento, los cisnes emigraban a un lugar más cálido. El patito asombrado por la belleza de las aves nunca pensó olvidarles.
Después de varios días el tiempo empeoró y se puso a nadar manteniendo su sitio para no congelarse, pero no le sirvió de nada porque a la mañana siguiente estaba congelado, un campesino lo observó y se lo llevó a su casa. Su esposa le reanimó, el patito asustado derramó una botella de leche, todos le persiguieron para matarle, pero por casualidad había una ventana abierta y se escapó a tiempo. Se encontró una cabaña por el camino habitada por un gato, una gallina y una anciana. La anciana al verla pensó que era una pata gorda y le dejó que se quedara tres semanas para que pusiese huevos de pata, pero el patito no puso, pues no era una pata. Habló con la gallina y decidió irse.
Llegó la primavera y se fue a un lago lleno de cisnes, se reflejó en el agua y vió que era un cisne. Estaba muy contento por ser el cisne más bonito y ya no le preocupó haber sido el pato más feo, pues no era un pato, sino un cisne de lo más hermoso.
FIN.
Muchísimo mejor que el anterior, María. Compruebo que has hecho caso de los consejos que enseñé en clase. Observo alguna falta que otra, pero se nota la mejoría. ¡Muy bien, María!
EliminarErase una vez un patito feo. Que comienza en la estación de verano. La señora pata espera con ansias la llegada de sus siete patitos. Junto a sus amigas, observaban con mucha atención cada huevo. Un dia empezaron a romperse los cascarones y salieron seis hermosos patitos. Se dieron cuenta de que faltaba un patito por salir; esperaron hasta que de pronto salio un patito feo y muy diferente a los demás. La señora pata se avergonzó porque tenia un patito feo y siempre trataba de esconderlo. Pasaban los días y el patito feo no mejoraba, se ponía mas feo. Crecia demasiado rápido, era mucho mas grande que los demás. El patito feo se dio cuenta de que en ese lugar no lo querían y decidio escaparse. Al huir, llego a una granja, en donde una vieja lo recibió; este pensó que había encontrado un hogar. Ocurrio todo lo contrario, la vieja era mala y lo que quería era comérselo. El patito feo huyo de ese lugar.
ResponderEliminarLlego el invierno y tuvo que pasarlo solo. Paso momentos de hambre, frio y de miedo; ya que tenia que huir de los cazadores. Llego la primavera y el patito feo fue a un estanque, donde se encontró con unos cisnes. Al verlos se sintió triste porque estos eran bellos y el no. Decidio hablarles y le dijo que si podía estar en el estaque junto a ellos. Le dijeron que si, que todos eran como hermanos. El patito feo le dijo que no se burlaran de el y los cisnes le dijeron que porque se burlarían de el si eran iguales. El patito feo se ve en el reflejo del agua y nota que era un hermoso cisne. Al darse cuenta fue feliz y vivio con ellos para siempre.
SOY NISRIN DE 1 E
Nisrin, el comienzo está flojo por las faltas de expresión, pero conforme avanzas en tu redacción, observo una clara mejoría. En clase comentaremos las faltas de expresión y ortografía. Valoro el esfuerzo y la dedicación. Sigue así.
EliminarHabía una vez una pata esperando que saliesen ya los patitos de los huevos, primero salieron todos los patitos menos uno el más grande y feo. (Lo llamaban El Patito Feo)Al patito feo lo maltrataban desde los patos del lago hasta sus propios hermanos y su madre.
ResponderEliminarEl patito feo decide abandonar el lago y va con los animales salvaje, con ellos pasa la noche y al día siguiente hay una cacería y se salva por lo feo y gris que es, llega a una casa donde hay una anciana con un gato que ronronea y una gallina ponedora de huevos. Allí la gallina le dijo que o ponía huevos o ronroneaba o si no se tenía que ir, así fue.
Vivió todo el invierno con frío y trabajo mucho, vio a varios cisnes a los que admiraba, le acogieron en un hogar donde se metió donde la leche que pudo escapar. Cuando fue otoño se sintió con más fuerza y cuando voló llegó a donde estaban los cisnes y el quiso que lo mataran por lo feo que es, agachó la cabeza en el agua y vio su propio reflejo, vio que era un cisne, el más bello
Juan Ramón, este resumen está bien hecho. Hay algunos detalles que no quedan claros (la parte de la leche), pero, por lo demás, bien planteado. No me esperaba menos. Sigue así.
Eliminar
ResponderEliminarÉrase una vez .La Señora Pata esperaba con la llegada de sus siete patitos. Junto con sus amigas, observaban con mucha atención cada huevo. Un día comenzaron a romperse los cascarones y salieron seis hermosos patitos. Sé que todavía faltaba un patito por salir; esperaron hasta que de pronto salió un patito feo y muy diferente a los demás. La Señora Pata se avergonzó porque tenía un patito feo y siempre trataba de esconderlo. Pasaban los días y el patito feo no mejoraba, se ponía más feo. Crecía demasiado rápido; era mucho más grande que los demás.
El patito feo se dio cuenta que en ese lugar no lo querían y decidió escaparse. Al huir, llegó a una granja, en donde una vieja lo recibió; éste pensó que había encontrado un hogar. Ocurrió todo lo contrario, la vieja era mala y lo que quería era comérselo. El patito feo huyó de ese lugar.
Llegó el invierno y tuvo que pasarlo solo. Pasó momentos de hambre, frío y de miedo; ya que tenía que huir de los cazadores. Llegó la primavera y el patito feo fue a un estanque, en donde se encontró con unos cisnes. Al verlos se sintió triste porque estos eran bellos y el no. Decidió hablarles y les dijo que si podía estar en el estanque junto a ellos. Le dijeron que sí; que todos eran como hermanos. El patito feo le dijo que no se burlarán de él y los cisnes le dijeron que porque se burlarían de él si eran iguales. El patito feo se ve en el reflejo del agua y nota que era un hermoso cisne. Al darse cuenta fue feliz y vivió con ellos para siempre
Fin
Nombre: Mohamed Kaddur
Curso: 1ºE
Fecha: 17/04/2015
Mohamed, el planteamiento de la historia no tiene sentido, por las faltas de expresión. Sin embargo, según vas avanzando en la redacción del resumen, vas mejorando. En clase comentaremos los fallos. Sigue así.
EliminarElena López 1ºB
ResponderEliminarUn día una pata esperando a que sus hijos rompieran el cascaron para enseñarles el mundo,uno de ellos todavía no salia.
la madre espero que se rompiese el cascaron,los demás patitos eran muy bonitos pero este el último era muy feo, negro y grande.
El pobre pato acosado incluso por sus hermanos decidió escaparse.
El pato ando y ando hasta que se encontró con una cabaña a la que si más remedio tuvo que entrar por el frío que tenía.
Allí lo acogieron, por el simple hecho de que pensaban que era una hembra y que estaba embarazada.
El pato ofendido decidió irse ha conocer más el mundo.
El patito feo encontró un lago en el que vio tres cisnes, el pato se que quedo asombrado de lo bellos que eran.El pato se quedó ahí pero los cisnes se fueron.
El pato nadaba y nadaba para que el agua no se congelase, pero no lo logró y el agua se congelo.Al día siguiente un campesino lo encontró y lo pudo salvar ya que el pato estaba congelado.
Un día el pato se volvió a encontrar a dos cisnes más, decidió acercarse ya que le daba igual que lo matasen.
El pato se acercó y mirando el agua contemplo su imagen, ya no era feo era un precioso cisne y vivió feliz desde entonces.
Había una vez una madre pata que estaba esperando a que salieran del los patitos. La pata estaba desesperada porque no salían. Hasta que un día , por fin, salieron, pero salieron todos menos uno que iba a ser el más feo(El Patito Feo). Cuando por fin salió el último pato la madre vio que era feo y gris , pero a la vez el más simpático. La pata llevó a sus patitos y a su familia al corral para que se conocieran. Todos los animales del corral se metían con "el patito feo" y un día el pato se hartó y huyó. Al huir, el pato llegó a una casa donde vivía una anciana con un gato y una gallina. Los dos animales también le insultaban así que volvió a irse. El pato llegó a un pantano donde se encontró con dos gansos a los que caía bien, pero por desgracia los dos gansos murieron porque les mataron unos cazadores. El pato se escondió hasta que pasara el peligro y luego se dejó congelar por todo el frío que hacía y porque estaba muy cansado. Al día siguiente vino un campesino, lo descongeló y lo llevó hacia su casa, entonces fue cuando el pato sentía miedo y empezó a revolotear por la casa manchándola toda hasta que de nuevo escapó, pero esta vez fue al mismo pantano donde vio a unos cisnes los cuales ya vio con anterioridad. Él quiso que lo mataran por lo feo que era, pero cuando se vio en el reflejo del agua se dio cuenta de que él,había cambiado de aspecto completamente y ahora sin embargo era un bello y hermoso cisne.
ResponderEliminarFIN
Ana María 1ºB
ResponderEliminarÉrase una vez, una mamá pata que esperaba a que sus huevos eclosionaran. Llegó el día en el que todos eclosionaron, todos menos uno, que eclosionó más tarde. Ya cuando habían nacido todos los patos, se dieron cuenta de que destacaba uno por su altura y fealdad, y todos se burlaban de él. El patito feo decidió irse del corral en el que vivía para encontrar un sitio donde no le picotearan ni le dieran de lado. En su búsqueda pasó por una pequeña casita en la que vivía una señora viejecita con un gato y una gallina, quienes también le daban de lado, así que el patito feo acabó buscando otro sitio hasta que llegó la primavera. Ya en esta estación se dio cuenta de que ya no era como antes, era como los cisnes que vio, y decidió irse a vivir con ellos. Ya nadie le picoteaba ni se burlaba de él, porque él era la más bella de las aves.
EL PATITO FEO
ResponderEliminarÉrase un vez una madre pata que estaba incubando sus huevos , pero la madre estaba tan desesperada por que sus huevos no salían , bueno cuándo ya por fin vio que sus huevos estaban saliendo , la mamá se puso contenta , pero había uno que todavía no rompía el cascarón dijo una vieja anciana que le dijo a mampato que podría ser un pavito , pero cuándo de pronto se rompió el cascarón , salió un patito muy grande y feo , al día siguiente , mamá pato y su familia se fueron a un foso y después
los llevo haber como era el mundo real , cuando fueron hacer reverencia habían otros patos que despreciaron a los patitos pero despreciaron aún más al patito feo , todo el mundo lo despreciaba y no paraba de darle picotazos al pobre patito , ya no sabía donde meterse , incluso sus hermanas y sus hermanos lo despreciaban le decían que ojalá se lo comiera el gato grandulón incluso hasta su madre.
Días mas tardes aparecieron dos gansos salvajes , que no hacía mucho que dejaron el nido empezaron
a decirle al patito que era tan feo que les había caído muy bien y le preguntaron que si quería emigrar
con ellos de repente se escucharon tiros , que le dieron a los dos gansos y cayeron entre los juncos.
Había una cabaña en la que vivían un gato y una gallina , no tardaron pronto en descubrir al extraño patito , el gato lo saludó ronroneando y la gallina con su cacareo. El patito no había visto unos animales tan esplendidos , eran unos cisnes se elevaron muy alto y el patito feo se sintió lleno de inquietud comenzó a dar vueltas siguiendo la dirección de los cisnes , cuándo los perdió de vista se sumergió hasta el fondo no tenía ni idea de cómo se llamaban ni adónde se dirigían .
Cuándo el frío se presentaba aquel invierno el patito feo tuvo que nadar para no congelarse , pero empezó
a congelarse , al día siguiente lo encontró un campesino y se lo llevo a casa para que su mujer se encargar de revivirlo. En el jardín había unos niños tirando trocitos de pan . Todos decían el nuevo es el mas hermoso era esbelto y joven y7 los cisnes viejos se inclinaron ante él .El patito era muy feliz ,aunque no había en el ni una pizca de orgullo .
Mientras recordaba los desprecios y humillaciones del pasado ,ahora oía que era el mas hermoso de los cisnes . Rizo entoces sus alas alzó el esbelto cuello y se alegro desde lo hondo de su corazón
Steven Moreno, 1*E
FADEL MOHAMED DABAH
ResponderEliminarRESUMEN PATITO FEO
Érase una vez en un jardín, un día de verano, vivía la señora Pata que iba a tener 7 huevos y ella estaba ansiosa, primero salieron 6 huevos que eran hermosos pero el que faltaba era feo, y el pobre, tuvo que aguantar insultos de todos, hasta de su familia y el patito feo decidió irse y fue desplazándose , primero fue a una granja con 2 gansos que le dijeron que iban a ir a un pantano con gansas muy guapas pero murieron los dos porque era época de caza, después ya en estaciones de invierno se congelo en el agua y le cogió un hombre y lo llevo a su cabaña lo reanimaron , pero, se lo querían comer y sin querer derramo mucha leche pero consiguió escapar. Un día, ya en primavera,se encontró ha muchos cisnes muy guapos, el patito feo ya no era como antes y se unió a ellos porque no le insultaban, no lo maltrataban…. Simplemente porque eran iguales y fueron felices.
Habia una vez una Pata que esperaba a sus patitos que salieran de los huevos. Un dia empezaron a salir uno detras de otro pero faltaba el mas grade, cuando salio la madre vio de que era el mas grande y feo. En todas partes le criticaban, el se sintio avergonzado que escapo de casa, se fue a un pantano donde ahi tambien lo criticaban. Un dia se fue a una casa donde vivia una abuela con su gato y gallina. La abuelita dijo que si era hembra se quedaba, como no lo sabia le dio 3 dias de prueba; esta le hecho. El patito feo se sintio solo, abandonado, triste… .
ResponderEliminarUn dia se acerco a un estanque y vio a unoa hermosos cisnes pero este no sabia como se llamaban. Los cisnes hecharon a volar le gustaron tanto que se quiso perseguirlos. Empezo a nadar hasta que vio un hermoso reflejo en el lago ,el no se lo creia. Los cisnes se pusieron alrededor de el y los chavales felices llamaron a sus padres para que lo observaran. El patito feo se sintio muy feliz y nunca habia creido de que iba a ser como era
Soy manar de 1°E
Sonia Cosano 1ºE
ResponderEliminarHabía una vieja mansión en un bosque. Allí se encontraba una pata con su nido, estaba un poco impaciente, deseando que salieran sus patitos de los huevos. Todos los patitos salieron de sus huevos menos uno. Cuando este último salió la pata se asombró porque no era como los otros, este era más grande y feo. La pata decía que si era uno de sus hijos puesto que nadaba muy firme como todo un pato. Cuando fueron a la granja un pato miro con desprecio al patito que era diferente y le picoteo el cuello. Su madre le defendió puesto que aquel patito no había hecho daño a nadie. Los siguientes días solo fueron de mal en peor para el pequeño patito. Hasta sus hermanos y hermanas se metían con él. Finalmente el patito huyo lamentándose porque todo el mundo le decía que era feo. Se quedó en un pantano. Donde vivían los patos salvajes. Le dijeron que se podía quedar si se casaba con algunas de sus hermanas. Días después llegaron unos gansos salvajes pero, de repente se escucharon unos disparos y los dos gansos murieron. Cuando huyo del pantano encontró una casita donde viva una anciana con un gato y una gallina. Encontraron al patito, al rato de hablar con ellos el patito decidió irse a recorrer el mundo. Cuando llego el invierno, en unos de sus intentos para que el agua donde el nadaba no se congelase se rindió. Por suerte lo encontró un campesino y se lo llevo a su mujer para que lo reanimase. Cuando descubrió que podía volar quiso ir hasta los cisnes para que lo matasen. Pero cuando vio su reflejo en el agua se dio cuenta de que era un precioso cisne. Era más feliz que nunca.
Érase una vez una madre pata que esperaba que sus hijos saliera del huevo, nadie la visitaba y los patos salieron del cascaron, los patitos dijeron que era muy grande el mundo, pero faltaba un poco para que saliera del huevo el más grande. Nació el huevo que faltaba por romperse y era muy feo y tenía las patas muy grandes, cuando llegaron al corral todos se estaban riendo de él, el patito salió corriendo por ahí y llegó a una casa, también se fue de la casa porque se metían con él y encontró a dos animales pero murieron, se lo llevó un campesino a su casa y también se escapó y se fue con dos cisne y ya nadie le insultaba y de decía el patito feo.
ResponderEliminarHola soy fatima de 1E
EliminarEL PATITO FEO
RESUMEN
Un día de verano muy caluroso una mama pata tenía cuatro huevos que incubar la mama pata estaba muy entusiasmada la mama pata escucho un ruido extraño de sus huevos se levanto y vio que estaban saliendo salieron tres patitos y le quedaba uno la mama pata muy extraña se pregunto porque tardaba tanto ese huevo, pasó una vieja pata y dijo como va esos patitos y dijo anda si mira los que guapos son todos decía que se parecía su padre y dijo la mama pata que falta uno y dijo la vieja pata que a lo mejor es otro huevo diferente dijo la mama pata que si pudo más de dos semanas puede incubar mas de dos días. El huevo se estaba abriendo cuando salió dijo pero que patito más feo al día siguiente fueron a explorar la zona la mama pata y los cuatro patitos,llegaron a una granga había una sabia pata y mama pata dijo nadad con tranquilidad y haced una reverencia asin y los patitos le hicieron mucho caso la pata sabia dijo que patitos tan tiernos menos el ultimo que es muy feo los otros patos de la granga le insultaba y le miraban con desprecio y las gallinas también fueron todos a picotearle la mama pata dijo dejarle en paz dijo el será feo pero nada mejor que todos y es muy educado.sus propios hermanos no lo querían hasta su propia madre le odiaba el patito cojio rumbo y se fue llego hasta un pantano de los patitos feos unos patos dijieron que se podía quedarse a menos que no tocara a ninguna de sus hermanas el patito no estaba ni pensando en salir con nadie. solo quería un lugar donde poder alojarse pasaron delante de un lago y se fue con unos cisneis y los cisneis le miraron y el dijo prefiero que me mateis vosotros a que me maten las gallinas y los patos y dijieron los cisneis que no los humanos miraron al nuevo cisneis y con alejria saltando dijieron que bien un cisnei nuevo bien
Y todos los humanos decían que era el cisnei mas guapo que habían visto en su vida y el cisnei no estaba acostrumbrado pero poco a poco se construbro
FABULA
Habia una vez un pato que se llamaba alejandro era el pato mas guapo del coral todas las patas querían salir con el pero el quería un pata perfecta.habia un pollo super feo llamado rafa nadie le quería su papa cuando el era pequeño le decía “si no puedes con un enemigo únete a el” y era el mejor amigo de Alejandro pero rafa no erade fiar.tambien había una serpiente llamado cristian que quería destruir a Alejandro pero decía muchas cosas pero nunca asia nada Alejandro era el mejor de la granja y todos están con el y mataron a la serpiente el dicho es “perro ladrador poco mordedor”:habla mucho y hace poco
FIN
FUAD MOHAMED DABAH
ResponderEliminarRESUMEN PATITO FEO
Érase una vez una madre pata que tenía muchos hijos, vivían en un jardín sus huevos no salían estaba desesperada pero salieron todos menos uno vino por casualidad una vieja pata a ver a los patitos, todos los patitos eran muy guapos y en ese momento salío el otro patito que faltaba pero ese patito no era guapo era feo, cuando el patito estaba en el corral le pico un pato, y el patito feo se canso porque no paraban de reírse de el y de vacilarse. Un día el patito feo decidío irse del corral, el patito se fue ha un pantano donde había dos gansos y le dijo al patito vámonos al otro pantano que hay unas gansitas muy salvajes y solteras, y de repente suena unos tiroteos y los gansos cayeron desplomados al suelo con sangre estaban muertos, el patito en invierno se congelo y se lo llevó una persona para comérselo , el patito consiguio escaparse. En primavera encontró ha unos cisnes muy guapos se quedó con los cisnes porque no le decían nada malo y hay consiguió ser feliz.
Hola soy Mario de 1b
ResponderEliminarÉrase una vez una pata que tenía 6 huevos pero entre ellos había un huevo más grande , cuándo rompieron los huevos los patitos
todos ellos, eran muy bonitos menos uno, que aun no había roto el huevo, tras varias horas de nacer sus hermanos salio el ,
que era más grande y más feo , al verlo sus propios hermanos , su madre y los más habitantes del corral, que lo
maltrataban los picoteaban y lo insultaban, decidió marcharse del corral.
LLegó a un río donde allí habitan patos salvajes , gansos y otras aves pensando en que no le insultarían ni
le pegarían , se les acercaba dos patos y les comentaron en el otro lago hay una gansa muy guapa y joven vente con nosotros
, y echaron a volar , y de pronto dos cañonazos pum pum y los dos patos callerón muertos
al lado de el , tal susto tenía que se escondió en su plumaje del miedo que tenía , tras pasar horas todo
se calmo , se fue de allí llego a otro corral donde también le maltrataban .
Tuvo que irse otra vez al río, llego el invierno y vio dos cisnes que volaban por el aire y pensaba que donde iría
esas aves tan bonitas , se congelaba el río y sin fuerza quedo atrapado entre la nieve hasta que fue rescatado por un señor
que lo llevo a su casa pero todo salio mal , no pudo soportar la forma que le trataban , volvio a marcharse para aguantar
el duro invierno hasta la primavera.
Un día vio a tres cisnes en el lago, y se dijo así mismo prefiero que me picen esas
aves tan bellas pero quiero
verla de cerca, cuándo de repente se vio reflejado el en el agua, se dijo así mismo soy un cisne , se sintío muy orgulloso
de si mismo
FIN
RESUMEN:
ResponderEliminarEl patito feo comienza en la estación de verano, la Señora Pata esperaba con ansias la llegada de sus siete patitos. Junto con sus amigas, observaban con mucha atención cada huevo. Un día comenzaron a romperse los cascarones y salieron seis hermosos patitos. Se percataron que todavía faltaba un patito por salir; esperaron hasta que de pronto salió un patito feo y muy diferente a los demás. La Señora Pata se avergonzó porque tenía un patito feo y siempre trataba de esconderlo. Pasaban los días y el patito feo no mejoraba, se ponía más feo. Crecía demasiado rápido; era mucho más grande que los demás.
El patito feo se percató de que en ese lugar no lo querían y decidió escaparse. Al huir, llegó a una granja, en donde una vieja lo recibió; éste pensó que había encontrado un hogar. Ocurrió todo lo contrario, la vieja era mala y lo que quería era comérselo. El patito feo huyó de ese lugar.
Llegó el invierno y tuvo que pasarlo solo. Pasó momentos de hambre, frío y de miedo; ya que tenía que huir de los cazadores. Llegó la primavera y el patito feo fue a un estanque, en donde se encontró con unos cisnes. Al verlos se sintió triste porque estos eran bellos y el no. Decidió hablarles y les dijo que si podía estar en el estanque junto a ellos. Le dijeron que sí; que todos eran como hermanos. El patito feo le dijo que no se burlarán de él y los cisnes le dijeron que porque se burlarían de él si eran iguales. El patito feo se ve en el reflejo del agua y nota que era un hermoso cisne. Al darse cuenta fue feliz y vivió con ellos para siempre. Buenas tardes Don Alejandro aquí le dejo mi resumen. Un saludo Walid Moh 1ºE
Carmen Hernández 1ºB
ResponderEliminarÉrase una vez una pata, que estaba esperando a que sus patitos nacieran. Salieron todos de golpe, todos menos uno. Al fin, cuando salió, descubrió que era muy feo. Cuando la madre llevó a los patitos al corral, todos se burlaban del pobre patito y, un día, cansado del acoso que estaba sufriendo, se fue de allí. Fue a un gran pantano donde también se burlaron de el. Allí mismo se encontró a unos gansos a los que, unos cazadores, mataron. Cuando pasó todo esto se fue a una cabaña, donde vivía una anciana con un gato y una gallina. Estos dos animales se creían los mejores del mundo y como no entendían al patito, este se marchó. Fue a un lago, donde vió a unos cisnes que levantaban el vuelo y se quedó asombrado. Llegó el invierno, el patito se veía obligado a nadar para que las aguas no se congelasen, pero llegó un momento en el cual estaba muy cansado y se congeló. A la mañana siguiente, un campesino se lo llevó a su casa, pero el patito era tan torpe que lo destrozó todo y se marchó de allí. Fue a parar a un jardín donde estaban los cisnes, y entonces, al mirarse en el reflejo del agua vió lo hermoso que estaba. Los niños, los cisnes y los adultos, le decían lo guapo que era, y el animal, se encontró feliz.
RESUMEN SIRENITA
ResponderEliminarErase una vez, un palacio debajo del mar donde estaba el rey con sus cinco hijas, que destacaba una que era Sirenita por su voz y belleza. Ella deseaba salir al exterior pero debería cumplir los quince años. El día de su cumpleaños nada más despertarse salió al exterior y se encontró con un chico muy guapo que le gusto, pero de repente hubo una tormenta y la sirenita le salvo la vida. Al llevarlo a la orilla el chico se enamoro de una dama muy guapa que se enamoro de ella al verla. La Sirenita viendo al chico se fue en busca de ayuda, se fue para la bruja. Quedaron en un acuerdo, que es que la sirenita tendría pies, pero al caminar le dolería mucho y que se quedaría muda. Ella llorando acepto. Se fue a palacio con él. Allí pasaron los día y un día ella desde la torre vio un barco lega y bajo con el príncipe. Era la bella dama, el príncipe sin dudarlo le pidió que se casaran y se caso con ella. La Sirenita fue invitada a la noche de bodas. Las hermanas de la Sirenita aparecieron y le dieron un puñal con el que debería de matar al príncipe, pero ella no le mato sino que se mato ella y cayó al agua, pero antes de caer los ángeles se la llevaron en una nube rosa.
¡FIN!
RESUMEN PATITO FEO
Había una vez una mama pata que estaba deseando que saliesen sus hijos del huevo. Al salir los hijos se dio cuenta de que faltaba un huevo. Salió un pato muy feo, pero la madre estaba contenta y fueron al corral al que la pata vieja no le gusto el pato feo y desde entonces todo el mundo le pegaba hasta su propia madre. El salió del corral y pasó un invierno muy malo muriéndose de frio y todo el mundo despreciándole de lo feo que era. Al llegar la primavera se encontró con unos cisnes muy hermosos y decidió ir para ellos para que lo matasen, pero al verse en el reflejo del agua vio que era un cisne y los otros cisne nadaban alrededor suyo y el recordó lo que había pasado por lo feo que era y ahora era el más hermoso.
Fin
Le he enviado la sirenita porque lo tenía que repetir.
Érase una vez una pata que esperaba con ansia la llegada de sus patitos, hasta que un día nacieron uno por uno, pero cuando todos salieron faltaba un huevo, este era el más grande, la pata se quedó tumbada sobre él más tiempo hasta que salió. Cuando lo vio era más grande que los otros, pero no le dio importancia. Al día siguiente llevó a todos al agua y fueron al granero. Allí todos se burlaron de él, los demás días fueron igual así que se fue a los pantanos. En este, unos gansos le propusieron que emigraran con ellos, cuando unos cazadores mataron a los gansos, él rápidamente vio cuando vino un perro a comerle, pero este pasó de él. El patito encontró una casa en el que vivía una anciana con su gato y su gallina. El gato y la gallina se creían los reyes del mambo, y no paraban de decirle órdenes al patito, este cansado se fue. Cuando nadaba vio a unas increíbles aves que estaban a punto de emigrar, el no sabía que aves eran pero le parecieron preciosas. En invierno el patito nadaba con fuerzas con el hielo, hasta que se quedó congelado y un campesino lo salvó. Los hijos de este quisieron jugar con él, pero el patito, asustado rompió algunas cosas, y la madre le quiso dar con la escoba, entonces se fue de allí. Fuera volvió a ver aquellas aves, y decidió ir a verlas aunque lo matasen. Los cisnes fueron a recibirlo con acaricias, hasta que él se dio cuenta de que era un cisne. La gente que había por allí, observó que era más bonito y joven que los demás, entonces el cisne felizmente se alegró desde lo hondo de su corazón.
ResponderEliminarsoy Sonia de 1B
Marina Bassets 1B
ResponderEliminarÉrase una vez una pata que estaba esperando a que salieran del huevo sus patitos, salieron todos, pero quedo uno que estaba tardando mucho en salir, al final salió y era el pato más feo, gris y muy grande. En el corral siempre se metían con el, sus hermanos, su madre... Y al final escapo de allí. Se fue con unos patos salvajes que se había encontrado, y de repente llegaron unos cazadores que empezaron a disparar, pero el se salvó de lo feo que era. Después llegó a una casa en la que se encontraba un gato, una gallina y una anciana. Les trataban fatal así que el pato se fue otra vez. Llego el invierno y un hombre se lo llevo a su casa con su mujer y sus hijos, ya que el pato estaba congelado con el frío que hacia fuera, un día el pato tiró la leche, la harina... Y la madre le quería dar con la escoba y los niños revoloteando por la habitación, el pato se fue otra vez. Un maravilloso día de primavera, vio a unos cisnes y como le encantaban esas aves fue a verlas aunque se pensara que lo iban a matar, cuando se dirigió hacia ellas se vio reflejado en el agua y era un cisne, todos los niños decían que era el más hermoso de todos, y al final el cisne se quedo con ellos. FIN
SOY IMAD DIN 1ºE E.S.O
ResponderEliminarLa serpiente, el pollo, el pato y el topo.
Un día en el bosque evitaban tres amigos inseparables que Vivian en una granja. La granja tenia dueña, se llamaba Don Pedro. Un señor de altura media con un bigote largo.
Pedro solo tenía tres animales un pollo, un pato, y un topo. El dueño tenía que vender animales para no cerrar la granja.
El dueño fue a la gran ciudad para recoger la factura pero en vez de eso le dijeron que tenía que vender granja.
Mientras los animales discutían tristes por lo ocaso. Cuando el dueño se fue a un hotel con su familia quedaron abandonados.
Por la noche el pollo escucho un silbido cuando se levantó vio una serpiente de gran tamaño, el pollo fue despacito a levantar a los otros tres amigos. La serpiente los vio y les amenazó diciéndoles que si no les daba todo lo que tenían les inyectaría un veneno muy toxico.
HOLA PROFE NO SE ENVÍA EL RESUMEN TE LO ENTREGO EL VIERNES O EL JUEVES: SOY CHELO
ResponderEliminar