Estimados Poeliteratos:
En esta entrada os pasamos un nuevo tipo de comentario de texto, perteneciente a un fragmento de la obra de Benito Pérez Galdós, Trafalgar. En esta ocasión, se presenta un modelo de comentario de texto sintáctico, elaborado por Francisca Ruíz Berjón, profesora de Lengua castellana y Literatura.
Esperamos que os guste.
Se me permitirá que antes de referir el gran suceso de que fui testigo, diga algunas palabras sobre mi infancia, explicando por qué extraña manera me llevaron los azares de la vida a presenciar la terrible catástrofe de nuestra marina.
Al hablar de mi nacimiento, no imitaré a la mayor parte de los que cuentan hechos de su propia vida, quienes empiezan nombrando a su parentela, las más veces noble, siempre hidalga por lo menos, si no se dicen descendientes del mismo Emperador de Trapisonda.
Yo, en esta parte, no puedo adornar mi libro con sonoros apellidos; fuera de mi madre, a quien conocí por poco tiempo, no tengo noticias de ninguno de mis ascendientes, si no es de Adán, cuyo parentesco me parece indiscutible.
En esta entrada os pasamos un nuevo tipo de comentario de texto, perteneciente a un fragmento de la obra de Benito Pérez Galdós, Trafalgar. En esta ocasión, se presenta un modelo de comentario de texto sintáctico, elaborado por Francisca Ruíz Berjón, profesora de Lengua castellana y Literatura.
Esperamos que os guste.
Se me permitirá que antes de referir el gran suceso de que fui testigo, diga algunas palabras sobre mi infancia, explicando por qué extraña manera me llevaron los azares de la vida a presenciar la terrible catástrofe de nuestra marina.
Al hablar de mi nacimiento, no imitaré a la mayor parte de los que cuentan hechos de su propia vida, quienes empiezan nombrando a su parentela, las más veces noble, siempre hidalga por lo menos, si no se dicen descendientes del mismo Emperador de Trapisonda.
Yo, en esta parte, no puedo adornar mi libro con sonoros apellidos; fuera de mi madre, a quien conocí por poco tiempo, no tengo noticias de ninguno de mis ascendientes, si no es de Adán, cuyo parentesco me parece indiscutible.
Nos encontramos ante el inicio de
la novela Trafalgar, primero de los Episodios Nacionales de Benito Pérez
Galdós, insigne escritor del siglo XIX y una de las principales figuras dentro
del realismo. En esta novela, al igual que en el resto de Episodios, Galdós
relata las peripecias de unos personajes de ficción que se desarrollan en el
marco de la realidad histórica de España. Nos disponemos a realizar un
comentario sintáctico siguiendo las pautas de Leonardo Gómez Torrego recogidas
en su libro Análisis sintáctico. Teoría y práctica. El fragmento que se nos
presenta está dividido en dos párrafos.
El primer párrafo está constituido por un único grupo oracional. Se trata de una oración pasiva refleja, formada por una proposición subordinada sustantiva en función de sujeto "que antes de referir... de nuestra marina", y un grupo verbal en función de predicado verbal: "Se me permitirá", siendo el núcleo verbal "permitirá". El sujeto omitido de la proposición subordinada sustantiva en función de sujeto es el pronombre de primera persona del singular yo, y el núcleo del sintagma verbal, el verbo diga. A su vez, dentro de ella encontramos otra proposición subordinada de gerundio, en este caso, adverbial de modo, por tanto con función de complemento circunstancial: explicando por qué… nuestra marina. Y, de nuevo, dentro hallamos una proposición subordinada, esta sustantiva con función de complemento directo: por qué… nuestra marina. El sujeto de esta última son los azares de la vida, y el núcleo del sintagma verbal, llevaron. Y dentro encontramos una proposición subordinada sustantiva de infinitivo con función de complemento de régimen: a presenciar la terrible catástrofe de nuestra marina. Dentro del sintagma verbal de la oración compuesta principal encontramos, además de la subordinada con función de complemento directo, otra subordinada, pero, en este caso, adverbial de tiempo: antes de referir el gran suceso de que fui testigo. Se trata de una subordinada de infinitivo, que a su vez alberga otra proposición subordinada adjetiva especificativa: de que fui testigo, que complementa al nombre suceso. Esta última subordinada tiene como sujeto al pronombre personal yo y el predicado es un predicado nominal cuyo núcleo es el verbo atributivo ser (fui). Pasamos al segundo párrafo. En esta ocasión está formado por dos oraciones compuestas.
El primer párrafo está constituido por un único grupo oracional. Se trata de una oración pasiva refleja, formada por una proposición subordinada sustantiva en función de sujeto "que antes de referir... de nuestra marina", y un grupo verbal en función de predicado verbal: "Se me permitirá", siendo el núcleo verbal "permitirá". El sujeto omitido de la proposición subordinada sustantiva en función de sujeto es el pronombre de primera persona del singular yo, y el núcleo del sintagma verbal, el verbo diga. A su vez, dentro de ella encontramos otra proposición subordinada de gerundio, en este caso, adverbial de modo, por tanto con función de complemento circunstancial: explicando por qué… nuestra marina. Y, de nuevo, dentro hallamos una proposición subordinada, esta sustantiva con función de complemento directo: por qué… nuestra marina. El sujeto de esta última son los azares de la vida, y el núcleo del sintagma verbal, llevaron. Y dentro encontramos una proposición subordinada sustantiva de infinitivo con función de complemento de régimen: a presenciar la terrible catástrofe de nuestra marina. Dentro del sintagma verbal de la oración compuesta principal encontramos, además de la subordinada con función de complemento directo, otra subordinada, pero, en este caso, adverbial de tiempo: antes de referir el gran suceso de que fui testigo. Se trata de una subordinada de infinitivo, que a su vez alberga otra proposición subordinada adjetiva especificativa: de que fui testigo, que complementa al nombre suceso. Esta última subordinada tiene como sujeto al pronombre personal yo y el predicado es un predicado nominal cuyo núcleo es el verbo atributivo ser (fui). Pasamos al segundo párrafo. En esta ocasión está formado por dos oraciones compuestas.
La primera de ellas tiene como sujeto
nuevamente al pronombre personal yo, y el núcleo del sintagma verbal es
imitaré. Encontramos una proposición subordinada adverbial de tiempo con función
de complemento circunstancial: Al hablar de mi nacimiento. Dentro del
complemento directo de la oración, vemos una proposición subordinada adjetiva
sustantivada: los que cuentan hechos de su propia vida, que a su vez alberga a
una subordinada adjetiva, en esta caso explicativa, con función de complemento
del nombre: quienes empiezan nombrando a su parentela… Emperador de Trapisonda.
El pronombre quienes tiene como antecedente al también pronombre que, que está
sustantivado por el artículo los, de ahí que los que sea el sujeto de la
subordinada adjetiva sustantiva.
Dentro de la subordinada adjetiva explicativa
tenemos dos proposiciones subordinadas adverbiales. La primera de ellas es una
subordinada de gerundio con función de complemento circunstancial de modo:
nombrando a su parentela,… siempre hidalga por lo menos. Y la segunda es una
adverbial condicional introducida por la conjunción si: si no se dicen
descendientes del mismo Emperador de Trapisonda. El sujeto omitido es el
pronombre personal de la tercera persona del plural ellos, y el núcleo de
predicado verbal dicen. En la subordinada adverbial de modo se hallan dos
construcciones que podemos analizar como proposiciones subordinadas adjetivas
explicativas complemento del nombre, puesto que podemos interpretar que el
verbo se encuentra elidido: las más veces noble, es decir, su parentela es las
más veces noble; y siempre hidalga por lo menos, esto es, su parentela es
siempre hidalga por lo menos. Serían proposiciones con predicado nominal puesto
que el núcleo sería el verbo atributivo ser.
La última oración del fragmento es
otra oración compuesta, aunque en este caso presenta dos proposiciones
yuxtapuestas: Yo, en esta parte,… sonoros apellidos; y fuera de mi madre,…
parece indiscutible. La primera proposición tiene por núcleo una perífrasis
modal de posibilidad puedo adornar, mientras que el sujeto vuelve a ser el
pronombre personal de primera persona del singular yo. La segunda proposición
tiene el mismo sujeto, mientras que el núcleo del sintagma verbal es tener
(tengo). Observamos una proposición subordinada adjetiva explicativa con
función de complemento del nombre: a quien conocí por poco tiempo, que acompaña
al antecedente madre. Esta yuxtapuesta presenta además una proposición
subordinada adverbial condicional introducida por la conjunción si: si no es de
Adán, cuyo parentesco me parece indiscutible.
Dentro de ello tenemos otra
proposición subordinada adverbial adjetiva explicativa con función de
complemento del nombre: cuyo parentesco me parece indiscutible, adyacente del
antropónimo Adán. El sujeto de la proposición es cuyo parentesco, y el núcleo
es el verbo atributivo parecer, de modo que el predicado es un predicado
nominal. En general, como se puede observar, estamos ante una sintaxis de gran
complejidad, con predominio de la hipotaxis. Ello conlleva una lectura más
pausada, acorde a la descripción narrativa.
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