10 de enero de 2020

SECUENCIACIÓN DE ACTIVIDADES. LOS GÉNEROS DISCURSIVOS I. LA NARRACIÓN. 1º BACHILLERATO.

Estimados Poeliteratos:

Hoy, 12 de enero, os presento una secuencia didáctica para trabajar los textos narrativos y sus principales características lingüísticas. Estas actividades están destinadas al primer curso de Bachillerato. 
Atentamente, 
Alejandro Aguilar Bravo. 

1ª Actividad. Actividad de inicio y motivación. La historia del primer hombre lobo.

Descripción de la actividad. Antes de ver el producto audiovisual, se les pedirá a los discentes que nos expliquen quién era Licaón, personaje de la mitología griega. Tras ello, se verá un vídeo  de YouTube para conocer la historia de dicho personaje.



Recurso. https://youtu.be/fLSUhs-GiLo
Agrupamiento. Actividad en gran grupo.
Tiempo estimado. 10 minutos.


2ª Actividad. Actividad de desarrollo y motivación. Exposición teórica. Las características lingüísticas de los textos narrativos. 

Descripción de la actividad. Explicación teórica sobre la narración, sus elementos y sus principales características lingüísticas. Para ello, se hará uso de una presentación multimedia realizada en Genially.


Recurso. https://view.genial.ly/5e15b5f177322d4f68256175/presentation-los-generos-discursivos
Agrupamiento. Actividad en gran grupo.
Tiempo estimado. 15 minutos.

3ª Actividad. Actividad de desarrollo y motivación. Las Metamorfosis de Ovidio: Licaon. 

Descripción de la actividad. Lectura del fragmento de las Metamorfosis de Ovidio, donde aparece la historia de Licaón. Tras ello, se realizará la identificación de las principales características de los textos narrativos.

La asamblea de los dioses. 

Cuando el padre Saturnio vio esto desde la cima de su fortaleza,
gimió y, recordando el infame convite en la mesa de Licaón,
aún no divulgado, pues el suceso estaba todavía reciente,
concibe una ira inmensa en su corazón y digna de Júpiter
y convoca una asamblea: nada retrasó a los convocados.
Hay un camino elevado visible en el cielo sereno;
Lácteo es su nombre, pues destaca por su misma blancura;
por él los dioses se dirigen a la morada del gran Tonante,
la mansión real: a derecha e izquierda los atrios de los dioses
nobles están concurridos, con las puertas de par en par,; en esta zona
colocaron sus penates los celestiales más poderosos e ilustres;
éste es el lugar al que, si tuviera la osadía de decirlo,
no dudaría en llamarlo el Palatino del gran cielo inmenso.
Así pues, cuando los dioses se sentaron en la marmórea sala,
Júpiter, en un lugar más elevado y apoyándose en su cetro
de marfil, agitó tres  o cuatro veces la terrible caballera
de su cabeza, con la que movió la tierra, el mar y las estrellas.
Después dio rienda suelta a su boca indignada de esta forma:

"No estuve yo más preocupado por el reino del mundo en la época
en que cada uno de los Gigantes de pies de serpiente
se disponía a poner sus cien brazos sobre el cielo cautivo.
Pues aunque el enemigo era fiero, con todo aquella guerra
dependía de un solo ejército y de un solo origen.
Ahora debo destruir la raza de los mortales por donde Nereo
resuena alrededor de todo el mundo: lo juro por los ríos
infernales que fluyen bajo tierra en el bosque estigio;
lo he intentado todo antes, pero al cuerpo incurable hay
que extirparlo con la espada, para no contagiar a la parte sana.
Yo tengo semidioses, tengo Ninfas, divinidades del campo,
Faunos, Sátiros y Silvanos que habitan las montañas, a los que,
como todavía no los honramos con los honores del cielo,
permitámosles al menos habitar la tierra que sí le dimos.
¿O creéis, dioses, que van a estar ellos seguros,
cuando a mí, que poseo y gobierno el rayo y a vosotros,
me ha tendido asechanzas Licaón, conocido por su fiereza?



Todos refunfuñaron y con ardiente pasión piden el castigo
de quien se había atrevido a tanto; así, cuando una banda criminal
se enfureció para aniquilar el nombre de Roma con la sangre
de César, quedó aturdido el género humano con un miedo grande
por tan repentina ruina y el mundo  entero se horrorizó;
y la piedad de tu pueblo, Augusto, no te fue menos agradable
que aquélla a Júpiter; y una vez que éste acalló con su voz
y su mano los murmullos, todos ellos guardaron silencio.
Cuando cesó el griterío acallado por la autoridad de su rey,
Júpiter rompió de nuevo el silencio con las siguientes palabras:

Licaón




"Él ha pagado desde luego su crimen (dejad de preocuparos);
con todo, os voy a contar su ofensa y cuál ha sido su castigo.
La mala fama de la época había llegado a mis oídos;
y deseando que fuera falsa me deslicé desde la cima del Olimpo
y como dios con figura de hombre recorrí la tierra.
largo sería enumerar la cantidad de delitos que encontré
por todas partes: la mala fama era menor que  la realidad misma.
Yo había atravesado el Ménalo, terrible por su guaridas de
fieras, y Cilene y los pinares del gélido Liceo:
después entré en la morada e inhóspita mansión del arcadio,
cuando el tardío crepúsculo arrastraba a la noche.
Di señales de haber llegado un dios y la gente se puso
a suplicar. Al principio Licaón se rió de sus piadosas plegarias,
después dijo: "Voy a ver con una prueba clara, si éste es un dios
o un mortal, y la verdad será indubitable".
Trama darme muerte por la noche, cuando esté desprevenido,
durmiendo: tal fue la prueba de la verdad que le agradó.
Pero no se contentó con eso: a un rehén enviado
por el pueblo moloso le cortó el cuello con el filo de su espada
y una parte de los miembros, así semimuertos, los ablandó
en agua hirviendo y otra la tostó sobre el fuego.
Tan pronto como las sirvió a la mesa, yo con rayo vengador
hundí su casa sobre aquellos penales dignos de su dueño;
huyó él aterrorizado y alcanzando el silencioso campo aulló
y trató en vano de hablar; su boca recogió su propia rabia,
empleando con el ganado su habitual avidez de matanza:
todavía ahora se regocija con la sangre.
La ropa se transforma en pelo, en patas los brazos:
se convierte en lobo y conserva las huellas de su antigua figura.
Igual es su pelo cano, igual es la violencia de su rostro,
igualmente brillan sus ojos, igual es la fiereza de su imagen.
Una casa ha caído, y no es la única que merecía perecer;
por donde se extiende la tierra, reina la fiera Erinis;
se diría que hay una conjura para el crimen; que todos paguen
rápidamente el castigo que merecen: ésa es mi sentencia"

Recurso. Fotocopia con el fragmento del texto.
Agrupamiento. Actividad en gran grupo (Lectura del texto) e individual (identificación de las características de los textos narrativos)
Tiempo estimado. 15 minutos.

4ª Actividad. Actividad de ampliación, desarrollo y motivación. Cuentacuentos mitológicos.

Descripción de la actividad. A partir de la obra de Las Metamorfosis de Ovidio, por parejas se repartirá una historia mitológica. Los alumnos deberán producir la historia por escrito, empleando para ello las características propias de los textos narrativos.

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