El siguiente comentario de texto, realizado por Juan Miguel López León, tiene como objetivo ayudar a aquellos opositores que quieran practicar. No es un comentario perfecto, ni el más completo, ni el único que se podría hacer, pero seguramente sea útil para muchos de vosotros.Escrito en una hora y veinte minutos.
Espero vuestros comentarios .
Sin más, espero que os sirva.
Juan Miguel López León.
Cuando contemplo el cielo
de innumerables luces adornado,
y miro hacia el suelo,
de noche rodeado,
en sueño y en olvido sepultado, 5
el amor y la pena
despiertan en mi pecho un ansia ardiente;
despiden larga vena
los ojos hechos fuente;
la lengua dice al fin con voz doliente: 10
"Morada de grandeza,
templo de claridad y hermosura:
mi alma que a tu alteza
nació, ¿qué desventura
la tiene en esta cárcel baja, escura? 15
El texto que vamos a comentar presenta las características propias de la lírica, género literario que se caracteriza según Rafael Lapesa pro ser “el cauce de expresión del yo subjetivo del autor que pone de manifiesto los pensamientos, emociones, o sentimientos que habitan y han marcado su alma”. Además, el texto presenta una serie de intenciones comunicativas que se actualizan a través de diversos recursos lingüísticos. De ello daremos cuenta en lo que acontece siguiendo las parámetros de comentarios de Isabel Paraíso.
En el plano del contenido, nos encontramos ante quince versos divididos en tres estrofas. Acorde a su composición métrica (7a 11B 7a 7b 11B) son liras. Las liras son una composición métrica de origen italiano que se desarrollaron en España durante el Renacimiento. Fueron las huellas de Petrarca y Bernardo Tasso los que inspiraron a Garcilaso de la Vega a desarrollar estas composición en su célebre Canción V “A la flor de Gnido” de la adquiriremos su nombre en “Si de mi baxa lira”.
Aunque Garcilaso solo publicase una composición acorde a esta composición su influencia es incomparable en autores ascéticos y místicos como Fray Luis de León o San Juan de la Cruz.
Es precisamente Fray Luis de León el creador de este poema, más concretamente, es un fragmento de su obra “Noche serena” en la que compara la tranquilidad y la armonía del cielo con el sufrimiento y el dolor (cárcel baja V.15) de la tierra.
Se trata por tanto de una composición que podemos considerar como pre-barroca, propia del Renacimiento español o cristiano en el que la literatura que antes era de un tono jovial y amoroso se vuelve sacra y totalmente religiosa debido al cierre de las fronteras para preservar la moral católica del protestantismo y el erasmismo durante el reinado de Felipe II. La prueba mas fehaciente de esto es la obra de Sebastián de Córdoba.
Así, el poema cuenta cómo el alma del poeta siente una paz y tranquilidad imposible de encontrar en la tierra pero sí en el cielo. Gracias a esto, consideramos que el tópico del “locus amoenus” de la naturaleza evoluciona al escepticismo del cielo. Por tanto, en esta oda al cielo, su paz y luminosidad podemos creer como tema la búsqueda de la paz y la tranquilidad del autor, que como sabemos, tuvo diversos problemas la causa de su erudición.
Una vez aclarado el tema aclarado el tema, podemos dividir el texto en las siguientes partes:
- La primera lira nos sitúa en la concepción de Fray Luis de León. Compara el cielo con la tierra, la luz con la oscuridad.
- La segunda lira marca el sentimiento del yo lírico. En la tierra no hay lugar para la felicidad.
- La última lira, Fray Luis proclama su concepción de una vida purgativa. Quiere limpiar su alma para ser capaz de ir ascendiendo en la ascética para llegar a Dios.
Una vez acabado con parte del plano del contenido solo nos queda hacer referencia a las funciones del lenguaje. La más destacada es la función emotiva puesto que el autor está haciendo referencia a sus pensamientos y emociones. Sin embargo, la función del lenguaje que nos debe llamar la atención es la que aparentemente aparece como conativa ¿Qué desventura la tiene en esta cárcel baja, escura? (V.V. 14-15) que en realidad también es emotiva o expresiva dado que se trata de una modalidad oracional interrogativa de carácter retórico y por tanto, una parte más de la concepción de la vida del yo lírico.
Ya acabado el plano del contenido, comenzaremos con el plano de la expresión. La expresión es el plano más complejo puesto que los diferentes planos: fonológico, morfosintáctico y léxico deben estar en relación con el plano del contenido.
A su vez, siguiendo las teorías del lector ideal y contrato de lectura de Umberto Eco, existe una cierta relación entre el emisor y el receptor ya que en el texto refleja su actitud personal ante lo que nos dice con una fuerte carga cognitiva. De aquí que en esta etapa ya se puedan interpretar subjetivamente, aunque de forma razona y coherente los pasajes que se consideran más relevantes.
Dentro del plano fónico hemos de comenzar diciendo que lo que realmente diferencia un texto en prosa de un texto en verso es la musicalidad y el ritmo que este último adquiere. Esto se debe a la repetición de ciertos elementos fónicos a lo largo del texto. Del estudio de estos elementos nos ocuparemos gracias a la obra de Antonio Quilis “Introducción a la fonética y fonología” y la obra de Dámaso Alonso “La lengua de Luis de Góngora”.
Comenzando por los fonemas que se repiten al final de los versos que producen un ritmo de timbre podemos apreciar que estos son de carácter consonante o perfecta (-elo, -ado,-ena,-ente….) y además el esquema de las silabas tónicas que refleja el ritmo de intensidad a través del acento estrófico es yámbico debido a que siempre recae sobre la sílaba par, ya sea la décima (V.V. 2,5,7,10, 12, 15) o bien sexta (1,3,4,6,8,9,10,12,13).
En los versos endecasílabos observamos un predominio de endecasílabos heroicos ( 5, 7, 10, 15) que muestra la tensión y el dolor del poeta ante la vida terrenal que se contraponen con el verso sáfico (2) que refleja un tono relajante pero que se combina con la intensidad del verso enfático (12) que vuelve a marcar la tensión.
Muy poco podemos decir de manera relevante sobre las pausas que producen ritmo de tono ya que al ser el texto una combinación de versos heptasílabos y endecasílabos ambos se combinan de manera que la precisión y concisión de los versos de arte menor se contraponen con la amplitud del endecasílabo que permite albergar una oración completa. De esta manera tenemos encabalgamientos versales y por tanto suaves. Únicamente se rompe esta musicalidad y ritmo en los últimos dos versos (14-15) que muestran la angustia del poeta de una manera más real y verdadera que en todos los versos anteriores. Así, existe un encabalgamiento abrupto en los versos 13-14 “aue a tu alteza nació” que se combina con el versal sencillo de los versos 14-15 realizando la pregunta retórica antes comentada.
Vemos como la desesperación y falta de esperanza en esta última lira es más evidente. Son estos versos los que pone de manifiesto el tema del
texto, la paz y la tranquilidad que busca no se puede encontrar en la “cárcel baja”
y para ello rompe la armonía de todo el poema con el fin de demostrarla.
Pero además de todo lo relacionado con el ritmo y la musicalidad del poema, la temática del texto también se puede descubrir y demostrar a través de la musicalidad de las aliteraciones.
En primer lugar, vemos como los fonemas nasales sonoros tanto velares como bilabiales /n/ y /m/ son muy comunes a lo largo de todo el poema, especialmente en los versos segundo “de innumerables luces adornado” y séptimo “despiertan en mi pecho una ansia ardiente”. Según Dámaso Alonso estos fonemas indican el misterio y la sombra, en definitiva, características negativas. Aliteración esta que se combina con la presencia abusiva de oclusivas, tanto sonoras como sordas (cielo, adornado, rodeado, pena, ardiente, fuente, doliente) que simbolizan la dureza, brusquedad y miedo de la vida terrenal. Sin embargo, y bastante relevante es el hecho de que todos los fonemas relacionados con la vida celestial son nombrados como fonemas laterales o vibrantes alveolares (cielo, luces, claridad, hermosura, alteza) y fricativas sordas, tanto interdentales como alveolares que volviendo a la obra de Dámaso Alonso muestran tranquilidad, silencio y armonía.
Respecto al nivel morfológico, a lo largo de esta lira formada por un total de setenta y tres palabras tenemos un predomino de sustantivos (23%) de los cuales los abstractos (cielo, sueño, amor, pena, alma) predominan sobre los concretos (pecho, cárcel, ojos). Esto se debe al carácter metafísico del texto dado que como ya dijimos la función emotiva es la predominante y por lo tanto el yo poético busca reflejar sus sentimientos y su búsqueda de la paz y el descanso que ya no alcanza.
Los adjetivos (15%) aparecen en su mayoría pospuestos para, consideramos, no hacer que pierda la objetividad y carácter conciso. El autor busca reflejar su dolor de la vida terrenal y ansía paz de manera clara y concisa y para ello evita la anteposición y el epíteto (cárcel baja, luces adornado, olvido sepultado, voz doliente…). Del empleo de los verbos (12%) la gran mayoría excepto (nació V.14 y loarte V.10) están en presente de indicativo con un carácter de intemporalidad. La vida no cambia, el cambio a la felicidad no llega porque no es posible en este mundo y por ello el uso del presente intemporal o gnómico es el más apropiado.
En el plano sintáctico el fragmento del poema está formado por una única oración en el que cada lira actúa acorde a las circunstancias que indica el sujeto elíptico del yo lírico. Así la primera lira estaría formada por una oración subordinada adverbial de tiempo unida mediante una oración coordinada copulativa.
El yo lírico deja paso al sujeto “el amor y la pena” para dar lugar a una serie de oraciones compuestas subordinadas sustantivas de complemento directo. La última lira corresponde a una continuación de la lira anterior por lo que podríamos entenderla como una oración compuesta subordinada sustantiva de complemento directo cuyo sujeto vuelve a ser el yo lírico, en cuyo interior alberga diversos oraciones subordinadas adjetivas (que a tu alteza nació) y sustantivas (que desventura la tiene en esta cárcel baja, escura).
Como se puede por tanto observar, se desarrolla un predominio de la estructura hipotáctica sobre la paratáctica fruto de la intención culta del autor.
En el plano léxico- semántico es preciso afirmar que varias son las palabras clave en este fragmento (suelo-cielo) dos términos en torno a los que girará el poema. De esta manera se producen diversos campos semánticos como:
Por otra parte, podemos establecer isotopías textuales relacionadas con el campo de la ascética (suelo-noche-cárcel-alma- claridad. Hermosura-luces) que simbolizaría el paso de la vía purgativa a la iluminativa. Las figuras retóricas que aparecen están fuertemente ligadas con el tema propuesto. Así:
Respecto al nivel morfológico, a lo largo de esta lira formada por un total de setenta y tres palabras tenemos un predomino de sustantivos (23%) de los cuales los abstractos (cielo, sueño, amor, pena, alma) predominan sobre los concretos (pecho, cárcel, ojos). Esto se debe al carácter metafísico del texto dado que como ya dijimos la función emotiva es la predominante y por lo tanto el yo poético busca reflejar sus sentimientos y su búsqueda de la paz y el descanso que ya no alcanza.
Los adjetivos (15%) aparecen en su mayoría pospuestos para, consideramos, no hacer que pierda la objetividad y carácter conciso. El autor busca reflejar su dolor de la vida terrenal y ansía paz de manera clara y concisa y para ello evita la anteposición y el epíteto (cárcel baja, luces adornado, olvido sepultado, voz doliente…). Del empleo de los verbos (12%) la gran mayoría excepto (nació V.14 y loarte V.10) están en presente de indicativo con un carácter de intemporalidad. La vida no cambia, el cambio a la felicidad no llega porque no es posible en este mundo y por ello el uso del presente intemporal o gnómico es el más apropiado.
En el plano sintáctico el fragmento del poema está formado por una única oración en el que cada lira actúa acorde a las circunstancias que indica el sujeto elíptico del yo lírico. Así la primera lira estaría formada por una oración subordinada adverbial de tiempo unida mediante una oración coordinada copulativa.
El yo lírico deja paso al sujeto “el amor y la pena” para dar lugar a una serie de oraciones compuestas subordinadas sustantivas de complemento directo. La última lira corresponde a una continuación de la lira anterior por lo que podríamos entenderla como una oración compuesta subordinada sustantiva de complemento directo cuyo sujeto vuelve a ser el yo lírico, en cuyo interior alberga diversos oraciones subordinadas adjetivas (que a tu alteza nació) y sustantivas (que desventura la tiene en esta cárcel baja, escura).
Como se puede por tanto observar, se desarrolla un predominio de la estructura hipotáctica sobre la paratáctica fruto de la intención culta del autor.
En el plano léxico- semántico es preciso afirmar que varias son las palabras clave en este fragmento (suelo-cielo) dos términos en torno a los que girará el poema. De esta manera se producen diversos campos semánticos como:
- Suelo: noche, pena, ansia, fuente, doliente, cárcel
- Cielo: luces, claridad, hermosura, alma , alteza
Por otra parte, podemos establecer isotopías textuales relacionadas con el campo de la ascética (suelo-noche-cárcel-alma- claridad. Hermosura-luces) que simbolizaría el paso de la vía purgativa a la iluminativa. Las figuras retóricas que aparecen están fuertemente ligadas con el tema propuesto. Así:
“Innumerables luces adornado” como metáfora de estrellas, “en sueño y olvido sepultado” como metáfora de la vida, “morada de grande, templo de claridad y hermosura” como metáforas de cielo en contraposición con “cárcel baja, escura” son continuamente alusiones a su concepción de uno y otro mundo.
Más recursos aparte de las metáforas es la metonimia de “alma” como relación de parte por el todo del cuerpo y la vida así como “pecho” en relación con su cuerpo y estado psíquico en general. Aunque no de forma totalmente exacta, el hecho de referir como “innumerables luces” podríamos entenderlo como un hipérbaton. Casos de antítesis son “amor-pena”, “claridad-escura”, “alteza-desventura” o “noche-cielo” entre otros.
En definitiva, vemos como tanto en el plano fónico como morfológico y léxico el tema del poema está presente en todo momento. Fray Luis intentó crear un poema que reflejase su concepción y estado de ánimo en el momento y a través de este poema no cabe duda de que alcanzó tal dicha. Aunque no sabemos la fecha de composición del poema, el estado de las grafías y la temáticas nos puede hacer sugerir que se trata de un poema posterior a su encarcelamiento o bien durante este proceso por lo que sería un poema más próximo al Barroco que al Renacimiento.
En definitiva, vemos como tanto en el plano fónico como morfológico y léxico el tema del poema está presente en todo momento. Fray Luis intentó crear un poema que reflejase su concepción y estado de ánimo en el momento y a través de este poema no cabe duda de que alcanzó tal dicha. Aunque no sabemos la fecha de composición del poema, el estado de las grafías y la temáticas nos puede hacer sugerir que se trata de un poema posterior a su encarcelamiento o bien durante este proceso por lo que sería un poema más próximo al Barroco que al Renacimiento.
Gracias por tan excelente analisis. De mucha ayuda para mis clases virtuales de estudio de literatura en espanol.
ResponderEliminar¡Qué gran autor y obra!
ResponderEliminarTema:
En esta oda Fray contempla el cielo lleno de estrellas y lo compara con el mundo oscuro y olvidado.
Este pensamiento lo llena de tristeza y llorando le dice a Olarte, su amigo, cuál es la razón que lo retiene en este mundo, si su alma nació para estar en el cielo. El autor utiliza un vocabulario muy sencillo y usual para narra el tema de esta obra el amor, los sentimientos y las almas.
Estructura:
La oda tiene diferentes partes:
1. Es la presentación. Son las dos primeras estrofas. Aparece la noche estrellada y eso es el acicate para que al autor le recuerde la inmensidad de Dios y su deseo de estar con él en la vida eterna.
2. El resto de la composición. Esto viene unificado por las comillas de estilo directo. Palabras en boca del autor. Esta parte tiene otras:
Tres estrofas en las que habla del alma.
Dos estrofas en las que se dirige a los mortales para que empecemos a actuar.
El resto de las estrofas salvo las cuatro últimas en las que describe el orbe celeste.
Las cuatro últimas en las que describe el paraíso.
Como se puede apreciar el texto está muy equilibrado y los temas van sucediéndose de manera muy coherente.
Es maravillosa. Me parece muy buena obra para mí, sin duda, mi poema preferido.
Ojos de noche serena
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