MIGUEL DE CERVANTES SAAVEDRA
1.
INTRODUCCIÓN
Miguel de Cervantes Saavedra tuvo una vida
intensa, de la que sabemos poco con certidumbre. Sabemos que nació en Alcalá de
Henares (Madrid), en 1547. Pasó su
adolescencia en varias ciudades españolas (Madrid, Sevilla) y con poco más de
veinte años se fue a Roma al servicio del cardenal Acquaviva. Más tarde se
enroló en la Armada española y en 1571 intervino en la batalla de Lepanto,
donde resultó herido y perdió el movimiento del brazo izquierdo. Desde entonces
se le conoce por el sobrenombre de “el Manco de Lepanto”. Sufrió cinco
años de cautiverio (1575-1580) cuando fue secuestrado por los corsarios,
precisamente cuando volvía de la batalla.
A su
regreso a Madrid, tras su liberación, encontró a su familia en la ruina..
Arruinada también su carrera militar, se dedica a las letras y publica La Galatea (1585) y
escribe alguna obra de teatro. Por sus problemas económicos trabaja en Sevilla
como comisario de abastos para la Armada Invencible , y ello le vale ser acusado de
irregularidades en sus cuentas. Después se traslada a Valladolid. En 1605
publica la primera parte del Quijote. En 1606 regresa con la Corte a Madrid. Vive con
apuros económicos y se entrega a la creación literaria. Sus últimas obras son
las más conocidas del autor: Novelas ejemplares (1613), el Viaje del
Parnaso (1614), Ocho comedias y ocho entremeses (1615) y la segunda
parte del Quijote (1615). Póstumamente publicó Los trabajos de
Persiles y Segismunda. Nunca pudo superar sus problemas económicos. Murió
en Madrid el 22 de abril de 1616 y fue enterrado al día siguiente.
2.
CERVANTES
COMO SÍNTESIS DE LAS NUEVAS FORMAS RENACENTISTAS
La
formación literaria de Cervantes se desarrolla en la segunda mitad del siglo
XVI, época en la cual conviven varias tendencias narrativas, todas con notable
éxito entre los lectores. Es obligado recordar al menos las siguientes:
-
Los libros de caballerías.
-
La novela pastoril
-
La novela morisca.
-
La novela bizantina.
-
La novela sentimental.
-
La novela picaresca.
Las
novelas de Cervantes aparecerán en este panorama de múltiples tendencias
narrativas, al que aún habría que añadir la difusión popular de la novela corta
de tipo italiano y las colecciones y de anécdotas.
Cervantes
fue n buen conocedor de los géneros narrativos de su tiempo, de los españoles y
de los italianos, especialmente. También llegó a conocer las teorías narrativas
más avanzadas de su época. Por eso supo aprovechar en la trama de sus novelas
las mejores aportaciones de quienes le habían precedido. Y lo hizo de manera
que pueden identificarse con facilidad:
-
Aportó a la novela pastoril La Galatea,
cuya segunda parte prometió hasta su muerte. Lo pastoril reaparece en algunas
Novelas ejemplares y es parte importante del Quijote (Las historias de Marcela
y Grisóstomo, de Leandra, los pastores de la Arcadia fingida)
-
Los libros de caballerías están siempre
en el fondo de las aventuras del Quijote.
-
Las narraciones moriscas afloran en la
primera salida de don Quijote, y en el género histórico-morisco se sitúan la
historia del capitán cautivo y las de Ricote, Ana Félix y Gaspar Gregorio, así
como también El amante liberal y La española inglesa.
-
La novela corta italianizante de tipo
psicológico asoma en El curioso impertinente y en la historia de Claudia
Jerónima (ambas intercaladas en el Quijote) y también en El celoso extremeño.
-
La picaresca se manifiesta en la figura
del galeote Ginés de Pasamonte (en el Quijote) y en Rinconete y Cortadillo, La
ilustre fregona, el Coloquio de los perros y en la Gitanilla.
-
Muchos rasgos de la novela bizantina
reaparecen en La española inglesa y en el Persiles.
-
Y algunos motivos de la novela
sentimental se aprovechan en las historias de Cardenio-Luscinda y Dorotea-don
Fernando (incluídas en el Quijote), que a su vez están relacionadas con la
trama de Las dos doncellas.
En suma, Miguel de Cervantes Saavedra cultivó todos
los géneros narrativos de su tiempo y en sus obras dio cabida a los principales
problemas, usos y costumbres de su época.
3.
LA
GALATEA Y EL SIGNIFICADO DE LO PASTORIL
En el contexto histórico-cultural en el que se
desenvuelve la obra de Cervantes, es preciso afirmar que Felipe II manifestó su
aprecio por la narrativa de género pastoril, debido a razones estéticas y
culturales. Por ello, es preciso afirmar que la influencia del género pastoril
en su obra sea patente. Fueron varios los autores que influyeron a Cervantes,
tales como Jorge de Montemayor, Gil Polo, etc… Esta influencia se observa en la
mezcla de la prosa y el verso, en el tema bucólico del amor, la naturaleza
idealizada, etc… Sin embargo, la obra pastoril de Cervantes no debe verse como
una simple imitación, sino como una referencia básica para construir su gran
creación literaria.
El
primer libro publicado por Cervantes apareció en 1585, con el título de Primera
parte de la Galatea.
Como
en otras novelas pastoriles, los personajes son pastores convencionales que
cuentan sus penas amorosas y expresan sus sentimientos en una naturaleza
idealizada.
La
novela se compone de seis libros, en los cuales se desarrollan una historia
principal y cuatro secundarias.
-
La principal refiere los amores de dos
pastores idealizados: Elicio y Galatea, a la cual su padre quiere casar con el
rico Erastro.
-
En medio de esta trama central, se
intercalan otras cuatro historias secundarias que añaden otros tantos episodios
amorosos protagonizados también por pastores.
Ya
en su primera novela, Miguel de Cervantes aparece como un escritor renovado.
Acepta las convenciones del género pastoril, sobre todo la idealización de los
personajes y de la naturaleza. Pero a veces, rompe el patrón idílico en las
relaciones entre los pastores y en la geografía del Tajo, que es convencional y
real al mismo tiempo.
Lo
más innovador es la integración de las cuatro historias secundarias que desde
fuera de la acción principal acaban confluyendo en ella y dejando abierta la
posibilidad de su continuación.
Esta
segunda parte fue recordada a menudo por Cervantes. Llegó a prometerla aún tres
días antes de morir en la dedicatoria del Persiles. Lo cual demuestra la gran
estima que el autor tenía por la literatura pastoril.
4.
NOVELAS
EJEMPLARES Y EL MODELO ITALIANO.
Después
del reconocimiento obtenido en la primera parte del Quijote (1605), Cervantes
publica en 1613 una colección de narraciones cortas que, seguramente, le
hubieran otorgado por sí solas un puesto de relevancia en la historia de la
novela española.
Poco
se sabe acerca de las fechas de redacción de estas novelas. Lo más probable es
que fueran escritas entre 1590 y 1612.
También
es casi seguro que inicialmente no fueron concebidas como partes integrantes de
una misma obra.
Cervantes
había escrito antes otras novelas cortas. Las primeras aparecen incluídas en La
Galatea. En la primera parte del Quijote intercaló El curioso impertinente y el
relato del capitán cautivo. Y dos novelas ejemplares aparecen ya en una
compilación manuscrita fechada en 1604-1606 (Rinconete y Cortadillo y El celoso
Extremeño)
a. El nombre de “novelas”.
En
tiempos de Cervantes, la prosa narrativa gozaba aún de precaria estima en los
ambientes cultos. Su escaso aprecio se debía a que no figuraba en las
preceptivas clásicas y carecía por tanto del prestigio derivado de la autoridad
de los tratadistas. La novela no existía como género literario. No había unas
reglas que pudiesen seguirse o contra las que poder rebelarse. Por eso el
mérito de Cervantes es doble:
-
Inventa el género y lo dignifica.
-
Escribe novelas e integra en ellas su
personal teoría narrativa.
En
la época de Cervantes las delimitaciones de la prosa narrativas eran confusas.
No había diferenciación entre novela corta y cuento. La misma palabra “novela”
tenía un significado distinto del que hoy tiene en castellano: “novela” era
entonces un italianismo procedente de novella y designaba lo que hoy entendemos
por novela corta.
Para
designar la novela de larga extensión, otras lenguas europeas utilizaron la
palabra equivalente a la castellana “romance”. Pero en castellano dicho termino
tenía su significado especializado en la designación de los populares romances.
Por eso se adaptó el vocablo novela para designar la narración larga y se
adoptó la denominación de novela corta para el relato intermedio entre la
novela y el cuento.
b. “Ejemplares”, ¿En qué sentido?
Mucho
se ha dicho acerca de la ejemplaridad de estas narraciones. La diversidad de
interpretaciones viene propiciada por su prólogo:
“Heles dado el nombre de
ejemplares, y si bien lo mira, no hay ninguna de quien no se pueda sacar algún
ejemplo provechoso”
-
Para Luis Rosales, estas obras
cervantinas son, en primer lugar, ejemplares como novelas, y, en segundo lugar,
ejemplares moralmente como sucesos.
-
Para Avalle-Arce, estas novelas son
ejemplares porque son modelos dignos de ser imitados por otros escritores
españoles que vengan después.
En
sus novelas Cervantes persiguió el ideal clásico del deleitar aprovechando,
entretener y enseñar al mismo tiempo. Se dio cuenta de que con sus narraciones
estaba haciendo algo nuevo en España y, consciente de la originalidad e
importancia del modelo estético crado por él, propugnó la ejemplaridad de la
colección en todos los sentidos.
c. Cervantes como creador de la
novela corta en España.
En
el citado prólogo a las Novelas ejemplares, Cervantes proclama su novedad:
“Yo
soy el primero que he novelado en lengua castellana, que las muchas novelas que
en ella andan impresas, todas son traducidas de lenguas extranjeras, y estas
son mías propias, no imitadas ni hurtadas; mi ingenio las engendró, y las parió
mi pluma”
Tales
afirmaciones son exactas, pues no había tradición de novela corta en la
Literatura Española. Existía un amplio abanico de relatos próximos al cuento,
de larga tradición medieval y con raíces en el folclore. Entre ellos sobresalen
los del Conde Lucanor, de don Juan Manuel, y los del Patrañuelo, de Juan de
Timoneda. Y también se habían difundido muchas novelas adaptadas y traducidas
de escritores italianos, de Bocaccio y sus continuadores Mateo Bandello,
Giraldi Cinthio y Masuccio Salernitano.
Las
novelas de Cervantes aportan abundantes novedades. Las concibió a partir de las
italianas. Construyó unas estructuras narrativas similares, pero inventó
argumentos originales e introdujo modificaciones importantes. Con ello
dignificó el género y lo salvó del menosprecio en que se hallaba.
Sus
aportaciones enriquecieron y ampliaron los límites del relato y perfeccionaron
las técnicas narrativas. Concedió más importancia al diálogo y lo empleó con
más frecuencia; redujo la presencia de elementos fantásticos en pro de la atención
a la vida real y a la verosimilitud literaria; libró al relato del tono subido
de las narraciones italianas y del peso molesto de digresiones y citas; prestó
mayor atención a la psicología de sus personajes y ambientes. En suma,
españolizó el género, lo ennobleció y creó la novela corta en nuestra
literatura.
d. Las novelas ejemplares.
Desde
Joaquín Casalduero se considera a las Novelas ejemplares como una agrupación de
doce maravillas, sabiamente ordenadas, desde La Gitanilla, que expone un ideal
de vida y el concepto de la novela como acontecer maravilloso, hasta el diálogo
canino en el Coloquio de los Perros, con su prodigiosa integración de teoría y
prácticas narrativas.
Cervantes: a las doce
recogidas en la colección, hemos de añadir algunas como El curioso
impertinente o Cardenio, Luscinda y Dorotea intercaladas en El Quijote.
o También mencionar La
tía fingida que más de un crítico le ha atribuido.
Podemos agruparlas de la siguiente manera:
o De cautivos: El
amante liberal
o De amor y aventuras: La
señorita Cornelia, Las dos doncellas, La española inglesa.
o Picareca: La
gitanilla, Rinconete y Cortadillo
o Satírico y costumbrista:
El licenciado Vidriera, El coloquio de los perros.
o Toledanas y realistas: La
ilustre fregona, La fuerza de la sangre
o Psicológicas: El
celoso extremeño.
Cervantes fue capaz de nacionalizar una
forma italiana, acercándola a la tradición española del realismo y creando una
rica galería de personajes y situaciones. Se da una lengua propia para cada
creación, hay tantos estilos como novelas forman la colección.
La colección se abre con La gitanilla,
fantasía poética creada sobre tres pilares:
-
La cautivadora figura de Preciosa, muchacha noble criada entre gitanos.
-
La relación entre la gitanilla y un joven capaz de renunciar a su
alcurnia por amor
-
Y la idealizada libertad de la vida nómada de los gitanos.
En contraste con tan embellecido marco,
sigue El amante liberal, con la falta de libertad en el cautiverio entre los
turcos. En esta novela bizantina de amor y aventuras se desarrollan las
adversidades que Ricardo y Leonisa han de superar antes del matrimonio. Y se
amplía el espacio geográfico, pues de los lugares españoles de La gitanilla
pasamos a escenarios del Mediterráneo oriental a finales del siglo XVI.
Después del idealismo, amor, esfuerzo moral
y aventuras de las dos primeras novelas caemos en los bajos fondos del hampa
sevillana en Rinconete y Cortadillo.
Esta en su crítica social coincide con El Licenciado Vidriera y en su
mundo marginal recuerda los asuntos de la picaresca. Rinconete y Cortadillo es
una denuncia de la degradación moral de la España del siglo XVI.
El contraste entre Rinconete y Cortadillo y
las dos primeras novelas se prolonga también hacia la cuarta, La española
inglesa, en cuya historia aparecen algunos temas de El amante liberal y se
adelantan otros de la última novela de Cervantes, el Persiles; ideales
religiosos, aventuras marítimas, peregrinaciones a Roma y recompensa del amor
con el matrimonio. Sobre un fondo de batallas navales y guerras de religión
entre España e Inglaterra, La española inglesa desarrolla las pruebas que han
de superar Ricaredo e Isabela antes de su unión matrimonial.
Tras tantas aventuras y dichas amorosas,
vuelve la crítica de la sociedad con la narración de un intelectual trastornado
por un hechizo amoroso en El licenciado vidriera. Su protagonista cree que es
de vidrio y hace gala de su extraña lucidez e inaudito humor actuando como loco
que dice grandes verdades convencionalmente prohibidas a una mente sana.
Los juegos mentales de Vidriera dejan paso
a la violencia sexual y la reconciliación en La fuerza de la sangre. Aquí se
cuenta la violación de Leocadia por un disoluto mancebo de la nobleza toledana
y el posterior compromiso matrimonial favorecido por la fuerza de la sangre y
un crucifijo que la joven había guardado como testigo secreto.
Curiosamente, el ingenio y el impulso de
los instintos son las fuerzas que derribaqn los muros levantados contra natura
por el viejo Carrizales en El celoso extremeño. Ahora se aborda el popular
motivo del viejo y la niña en la casa-prisión en la que el indiano Carrizales
encierra a su joven esposa hasta que todo se derrumba ante los encantos de un
pícaro agolfado.
Por el contrario, la más celebrada libertad
en nada merma el recato de Constanza en La ilustre fregona. Entre las andanzas
toledanas de Carriazo y Avendaño, prendado este de la bella fregona de la
Posada del Sevillano, todo acaba en matrimonio con quien resulta ser hija
natural del padre Carriazo.
Amores y aventuras, disfraces y
casualidades, engaños y reparaciones entre gentes de la nobleza configuran las
intrigas de Las dos doncellas y La señora Cornelia.
Y de tales ambientes nobiliarios
descendemos a la vileza moral y la marginación social de la estafa y la
corrupción en El casamiento engañoso y Coloquio de los perros. Como otro
burlador burlado, el alférez Campuzano sale de su casamiento engañado con sus
mismas artimañas y enfermo de sífilis.
El interés del Coloquio se concentra en
tres aspectos:
-
La corrupción social denunciada por Berganza en la narración de su vida.
-
Las cínicas o caninas disquisiciones filosóficas de ambos perros sobre
las convenciones sociales y la maldad en el mundo.
-
Y la integración de teoría y práctica narrativas que constituyen la
renovación formal más importante en el curso de la novela occidental.
5.
LOS
TRABAJOS DE PERSILES Y SIGISMUNDA COMO NOVELA GRIEGA, CATÓLICA Y RENACENTISTA.
El
persiles fue tal vez el hijo más querido de la fantasía de Cervantes, que ya no
tuvo tiempo de hacer los últimos retoques y correcciones en su texto no del
todo acabado y se puso a escribir el prólogo tres días antes de morir,
convencido de que el gran “Persiles” llegaría “al extremo de la bondad
posible”.
Viejo
y cansado de tanta amarga experiencia, Cervantes parece sublimarlo ya todo
refugiándose en el mundo fantástico inventado por él.
Acude
a los esquemas de la novela bizantina y renueva sus técnicas con el fin de
superar el género y crear con ello una gran epopeya cristiana en prosa.
De
este modo, Cervantes ocupó hasta sus últimos días la vanguardia narrativa de su
tiempo, intentando acercar la novela a la poesía, a la vez que con esta
idealizada novela de aventuras construye una hermosa ficción llena de
modernidad y cosmopolitismo.
La
novela cuenta la accidentada peregrinación de Persiles y Sigismunda desde el
norte de Europa hasta Roma. El viaje se enriquece con la diversidad de espacios
recorridos, desde la geografía nórdica
de la mítica Isla Bárbara, Islandia, Noruega, Irlanda y Dinamarca hasta las
tierras ya conocidas de Portugal, España, Francia e Italia.
Cuando
R. Schevill calificó el Persiles como obra descendiente de una modalidad que
floreció de manera intermitente en la literatura bizantina, en la literatura
francesa medieval y en la literatura española con la novela de caballerías,
estaba dando la clave de la evolución del género de la aventura.
Según
Bajtín, la novela de aventuras de tipo griego se caracteriza porque necesita de
un amplio espacio por el que los protagonistas puedan moverse con libertad.
Para la novela griega, lo único que importa del espacio es su dimensión abstracta.
Por espacio abstracto hay que entender que las condiciones geográficas, físicas
o político-sociales no entran a formar parte de la novela, y por ello no
importa de qué espacio se trate. Si se precisa un país extranjero para que
escapen los héroes, se elegirá uno cualquiera, sin que se tome en consideración
otra cosa que no se ala extensión de la misma. Por lo tanto, las condiciones
espaciales no tiene interacción alguna con la trama, es decir, la misma acción
podría haberse desarrollado en cualquier otro lugar.
Estas
premisas comunes a las novelas de tipo griego son compartidas, en parte, por el
Persiles. Y se dice en parte, porque este cronotopo va modificándose
paulatinamente hasta alcanzar, con la novela barroca, el grado mínimo de
abstracción posible en una novela de aventuras.
En
el Persiles se aúnan el espacio ajeno de la novela helenística, que remite a
una topografía real (Noruega o Dinamarca); el espacio irreal de la novela de
los Comnenos (isla Bárbara); el fantástico de las novelas bizantinas del siglo
XIV (la isla paradisíaca del capítulo 15 del segundo libro) y el espacio
conocido de las novelas de aventuras del Renacimiento (España e Italia)
La complejidad de la novela aumenta con al
constante aparición de nuevos personajes en los lugares del recorrido y con la
interpolación de sus historias particulares en la peripecia de la pareja
protagonista. Y el interés y la suspensión de la intriga se intensifican por
acumulación de arriesgadas navegaciones, naufragios, piraterías, desafíos,
batallas, cautiverios, fugas, raptos, encuentros, separaciones y aventuras de
toda índole.
El
Persiles aprovecha de la novela bizantina el esquema del largo viaje en el que
se confunden espacios reales y fantásticos, el dinamismo de la acción y su
permanente sucesión de aventura, las apariencias en los protagonistas y su
juego de engañosas relaciones.
Este
modelo de novela bizantina con peregrinos enamorados como protagonistas es
explicado por Avalle-Arce como una alegoría de la vida humana, una completa
ilustración de la progresión del hombre desde lo más primitivo hasta lo más
perfecto. Por eso el amor recorre una amplia escala ascendente: comienza con el
amor brutal entre los bárbaros, se humaniza en lugares intermedios del viaje,
se purifica en Persiles y Sigismunda y alcanza la perfección con ambos en el
seno de la Iglesia, ante el Papa, de ahí que se entienda como una novela católica.
Y
un proceso de aprendizaje y perfeccionamiento semejante se descubre en la
organización constructiva de la novela:
-
La integración de narración y crítica
literaria de la misma.
-
La alternancia de diversos puntos de
vista en el relato de muchos acontecimientos
-
Su ordenación en fragmentarios desorden
reclaman la colaboración activa del lector en una imaginaria recreación final
del texto.
6.
BIBLIOGRAFÍA
- - CANAVAGGIO, J, “Cervantes”, Madrid, Espasa Calpe, 1987.
- - AMEZÚA Y MAYO, A.G, “Cervantes creador de la novela corta española”, Madrid, 1982.
- - RILEY, E.C., Teoría de la novela en Cervantes, Madrid, 1972.
- - BASANTA, ÁNGEL, Cervantes y la creación de la novela moderna, Madrid, 2007.
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