24 de julio de 2015

ANÁLISIS SEMIÓTICO DE "HARRY POTTER Y LA PIEDRA FILOSOFAL" DE J. K. ROWLING, POR ALEJANDRO AGUILAR BRAVO.

1.      INTRODUCCIÓN
a. El género fantástico
Antes de adentrarnos en el análisis semiótico de esta novela de J.K.Rowling, Harry Potter y la piedra filosofal, es preciso detenernos dentro del género literario al cual pertenece la mencionada obra. La mayoría de los críticos literarios tienden a clasificarla dentro de la literatura fantástica. Pero, ¿qué es el género fantástico?


Este puede entenderse como aquel género literario de ficción, generalmente escrito en forma de novela o relatos cortos, cuya principal característica es el empleo de la magia u otros hechos sobrenaturales como elemento primario para poder crear el argumento, la temática o el ambiente.

Cuando se habla del género fantástico, normalmente suele asociarse con la ciencia ficción y con el terror, puesto que estos dos subgéneros, junto con la fantasía, tienen elementos comunes, como, por ejemplo, que están totalmente alejados de la realidad o especulaciones de cómo podría entenderse nuestra realidad. Sin embargo, es necesario distinguir estos tres conceptos de fantasía, ciencia ficción y terror, ya que, a pesar de sus equivalencias tienen diferencias. La fantasía suele tratar, como se ha mencionado, temas relacionados con la magia, elementos sobrenaturales, etc…, mientras que el terror suele llevarse a cabo en el presente con la intención de aterrorizar al lector y la ciencia ficción se ambienta en un mundo cargado de elementos tecnológicos en el futuro.

De todos modos, dentro de este estudio es necesario hablar de varios autores que han teorizado sobre el asunto en cuestión. Uno de los autores más importantes de la narratología es Tzvetan Todorov, autor de la obra “Introducción a la literatura fantástica”. Dentro de esta obra de gran importancia en el ámbito de la teoría de la Literatura, Todorov diferencia tres categorías dentro de la ficción no realista: lo maravilloso, lo insólito y lo fantástico. Cada uno de estos géneros se basa en la forma de explicar los elementos sobrenaturales que caracterizan su manera de narración.

Si el fenómeno sobrenatural se explica racionalmente al final del relato, como  es el caso de las novelas policíacas de Agatha Christie como “Poirot en Egipto” o “Misterio en el Caribe”, estamos ante el género de lo insólito. Lo que a primera vista parecía escapar a las leyes físicas del mundo tal y como se conoce no es más que un engaño de los sentidos que se resolverá según estas mismas leyes.

Por otro lado, si el fenómeno natural permanece sin explicación cuando se acaba el relato, entonces nos encontramos ante lo maravilloso. Tal sería el caso de los cuentos de hadas, fábulas, leyendas, etc… donde los detalles irracionales forman parte del universo como de su estructura. Para Todorov, el género fantástico se encuentra entre lo insólito y lo maravilloso, y sólo se mantiene el efecto fantástico mientras el lector duda entre una explicación racional y una explicación irracional. Asimismo, rechaza el que un texto permanezca fantástico una vez acabada la narración: es insólito si tiene explicación y maravilloso si no la tiene. Según él, lo fantástico ocupa más que el tiempo de la incertidumbre hasta que el lector opte por una opción u otra.

Sin embargo, no sólo Tzvetan Todorov ha escrito únicamente sobre el género fantástico, ya que otros autores de gran relevancia lo han hecho, como es el caso del teórico P.G. Castex, el cual define lo fantástico como una ruptura en la trama de la realidad cotidiana. En un contexto realista se produce un acontecimiento fuera de lo normal que, poco a poco, atrae la atención del protagonista hasta que invade completamente su mundo y lo modifica. La normalidad queda de esta forma anulada. Su percepción de la realidad será totalmente distinta a partir de esta existencia perturbadora.

No obstante, el crítico Guy de Maupassant, autor de la obra “Lo fantástico”, uno de los primeros teóricos del género, aunque en su obra no dejó clara la distinción entre lo fantástico y lo insólito, sí diferenció lo maravilloso de lo fantástico. Según el crítico francés, el hombre de finales del siglo XIX ya no puede creer en las leyendas antiguas y su percepción de lo sobrenatural ha cambiado para siempre, achacando este cambio a los progresos técnicos que han influido sobresalientemente en el ser humano y en su visión del mundo. El lector ya no es tan crédulo y las supersticiones y leyendas ya no le asustan. Por ello, el autor debe mostrar más sutileza para provocar el escalofrío de inquietud y duda del propio género.

También es necesario destacar a otra celebridad dentro del estudio de lo fantástico, Ana María Barrenechea, consciente de las contradicciones del estudio de Todorov. Barrenechea define la literatura fantástica como la que presenta en forma de problemas hechos anormales, anaturales o irreales en contraste con hechos reales, normales o naturales. Esta autora afirma que el conflicto se crea cuando se encuentra de frente con la realidad, o lo que puede ser considerado como normal.

Como tal, siguiendo a continuación a Daniel F. Ferreras, quien afirma que la definición del género fantástico se tiene que esbozar no sólo dentro del ámbito histórico, como manifestación artística originada por el cambio de mentalidad que supone la revolución industrial, sino también en el ámbito estructural, como conjunto de parámetros narrativos íntimamente ligados al buen funcionamiento de un relato fantástico, se pueden identificar tres aspectos que nos permiten distinguir a la narración fantástica, los cuales serán: 1) El elemento sobrenatural inédito, es decir, que toda narración fantástica debe presentar elementos fantásticos, elementos que vayan en contra de la naturaleza, los cuales estén fuera de nuestra tradición cultural y que tienen que permanecer sin explicación en toda la narración; 2) Tiene que contener un universo identificable o de hiperrealidad, es decir, que el universo en el que se desarrolla la narración fantástica tiende a ser una réplica del nuestro. 3) y, por último, tiene que darse una ruptura total entre el protagonista y el universo, esto es, la narración fantástica tiende a oponer al protagonista, víctima del fenómeno fantástico, con sus estructuras sociales, oposición que se puede analizar en términos de razón contra irracionalidad, realidad contra irrealidad, individuo contra colectividad.

Estas tres características estructuran al género fantástico, apareciendo cada una de ellas en la obra de J.K.Rowling, Harry Potter y la piedra filosofal. En ella, el elemento sobrenatural inédito, que va contra las leyes de la naturaleza, es la magia; aparece un universo fantástico, el mundo de Hogwarts, que, a pesar del elemento fantástico, tiende a tener la misma base. Y en ella también se da una ruptura total entre Harry Potter y el mundo que lo rodea.

Todos estos autores (Todorov, Ferreras, Barrenechea, etc.) han intentado definir el género fantástico y todas éstas definiciones son válidas y complementarias, puesto que todas ellas sirven para comprobar que este género merece la pena ser analizado y estudiado, ya que es uno de los géneros narrativos que más atrae al público, tanto adulto como juvenil.
2.                       SINTAXIS
De esta obra de J. K. Rowling, Harry Potter y la piedra filosofal, se pueden encontrar un total de más de 30 ediciones. Este producto literario, el que constituirá el texto objeto de este análisis, fue editado en español en marzo de 1999 en la colección editorial Salamandra.

Esta trigésima segunda edición ocupa un total de 256 páginas, abarcando la historia dese la página 9 hasta la página 254, distribuidas a lo largo de 17 capítulos. Estos capítulos presentan la siguiente extensión y distribución:

·         El niño que vivió [14 páginas (9-22)]
·         El vidrio que se desvaneció [11 páginas (23-33)]
·         Las cartas de nadie [12 páginas (34-45)]
·         El guardián de las llaves [12 páginas (46-57)]
·         El callejón Diagón [21 páginas (58-78)]
·         El viaje desde el andén nueve y tres cuartos [21 páginas (79-98)]
·         El sombrero seleccionador [14 páginas (99-112)]
·         El profesor de pociones [10 páginas (113-122)]
·         El duelo a media noche [16 páginas (123-138)]
·         Halloween [13 páginas (139-151)]
·         Quidditch [11 páginas (152-162)]
·         El espejo de Oesed [17 páginas (163-179)
·         ]
·         Nicolás Flamel [10 páginas (180-189)]
·         Norberto, el rigback noruego [11 páginas (190-200)]
·         El bosque prohibido [16 páginas (201-216)]
·         A través de la trampilla [20 páginas (217-236)]
·         El hombre con dos caras [18 páginas (237-254)]

Una primera introducción a la morfosintaxis de la obra que constituye el objeto real de estudio, nos lleva inevitablemente a diferenciar lo que Todorov[1] llamaba historia y discurso, y Genette[2], historia o diéresis en oposición a relato o narración. Nos estamos refiriendo a la distinción entre lo que es contado, el contenido de lo narrado, la sucesión lógica y temporal de los acontecimientos en su existencia virtual; historia; y la forma de contar, la disposición sintagmática concreta y objetiva de la narración; discurso o relato; cuya materialización constituye el texto.

Así expuesto, la “historia” de esta primera novela de J. K. Rowling, Harry Potter y la piedra filosofal, puede quedar resumida como se presenta a continuación. El 1 de noviembre de 1989, cerca del número 4 de Privet Drive, tres personas de aspecto extravagante, Albus Dumbledore, Minerva Mcgonogall y Rubeus Hagrid, se reúnen con el fin de dejar ante la puerta de esa casa a un bebé, Harry Potter. Según la conversación que mantienen estos personajes, el mago tenebroso más perverso de los últimos tiempos, Lord Voldemort, en la noche de Halloween, asesinó a los padres de Harry, James y Lily Potter; sin embargo, en el momento que iba a asesinar al chico, algo sucedió que acabó por destruir al atacante. De esta forma, el chico quedó huérfano y, según la decisión de Albus Dumbledore, debería pasar su infancia en la casa de sus únicos parientes, los Dursley, hasta que tuviera la suficiente edad para entrar en contacto con el mundo mágico.
Once años después, Harry Potter creció sin ningún tipo de cariño, puesto que en casa de sus tíos lo habían tratado como a un marginado, como a un sirviente, y sin saber nada de su pasado, puesto que los Dursley despreciaban todo aquello que tuviera que ver con la magia. No obstante, el chico notaba que era especial, puesto que a su alrededor, cuando se encontraba en una situación extrema, sucedían hechos inimaginarios, como que pudiera hacer desaparecer cristales con solo pensarlo, hablar con las serpientes, etc…

Un día llegó al número 4 de Privet Drive, junto al correo diario, una carta dirigida a Harry Potter con remitente desconocido. Antes de que pudiera abrir su correspondencia, su tío, Vernon Dursley, se la arrebató de sus manos e impidió de esta forma que pudiera leerla. Sin embargo, siguieron llegando más y más cartas, hasta que los Dursley y Hagrid tuvieron que abandonar el lugar. Pensando que iban a estar seguros, se marcharon a una isla alejada del resto del mundo.

No obstante, a pesar de que la isla estaba totalmente alejada de la sociedad, la noche del 1 de Julio, apareció Rubeus Hagrid para darle en persona a Harry Potter su carta, en la que se exponía que había sido admitido en el colegio de Hogwarts, la mejor institución de magia que se conocía. Esa misma noche, Hagrid y nuestro protagonista abandonan a los Dursley para comprar los materiales que le hacían falta para su primer año en el colegio. Para ello, fueron al callejón Diagón, siendo éste el primer contacto de Harry Potter con la sociedad mágica.

Ya en el callejón Diagón, Hagrid acompaña a Harry al banco mágico de Gringots, uno de los lugares más protegidos y seguros del mundo mágico. Allí Harry saca una suma bastante cuantiosa de dinero –una pequeña fortuna que le dejaron sus padres antes de morir. Pero, antes de que Harry fuese a su cámara acorazada, Hagrid extrae de la cámara 713 un pequeño envoltorio cuyo interior atrae la atención de Harry.

Una vez terminada sus compras, Harry, junto con Hedwig, su lechuza, que le había regalado Hagrid por su cumpleaños, tuvieron que volver a la casa de los Dursley para terminar con ellos lo que le quedaba de verano.

El uno de septiembre, sus tíos acompañaron a Harry a la estación de ferrocarril King´s Cross para poder coger el expreso de Hogwarts. Una vez dentro del ferrocarril, Harry conoce a Ron Weasley, su mejor amigo, y Hermione Granger, una chica sabelotodo que desde un primer instante a ambos chicos no les cayó nada bien. Además, es necesario afirmar que dentro del expreso de Hogwarts conoce a Draco Malfoy y sus inseparables Crabbe y Goyle, sus principales enemigos.

Una vez abandonado el expreso y adentrado en las puertas principales del colegio Hogwarts de magia y hechicería, todos los alumnos deben ser seleccionados para una de las cuatro casas que componen la institución mágica mencionada: Gryffindor, Slytherin, Ravenclaw y Hufflepuff. Harry, Ron y Hermione son seleccionados en Gryffindor, mientras que Draco Malfoy y sus inseparables compañeros en Slytherin. Estando ya seleccionados, el director del colegio, Albus Dumbledore, tras su rutinario discurso de bienvenida, avisa a todos los alumnos que se puede acceder a cualquier rincón de Hogwarts, excepto a una zona del tercer piso.

A partir de este momento, comienza la vida en Hogwarts. Nuestros protagonistas tienen que ir a diversas clases como las de pociones, cuyo profesor es Severus Snape, la de transformaciones con Minerva Mcgonogall, la de Defensa contra las artes oscuras con el profesor Quirrell o clases de vuelo con la profesora Hooch entre otros. Además, debido a circunstancias adversas, le hacen miembro del equipo de Quidditch de Gryffindor.

Tras enterarse en el periódico “El Profeta” de que han intentado robar en Gringots el mismo día que él estuvo por primera vez allí, sufre un pequeño percance con Draco Malfoy; esto hace que ambos rivales se reten en un duelo a media noche. Harry, Ron, Neville y Hermione (estos dos últimos sin proponérselo) llegan al lugar donde se había citado con Malfoy. Al momento se da cuenta de que es una trampa y los amigos huyen a toda costa llegando a una habitación del tercer piso (la habitación que Albus Dumbledore había prohibido en la ceremonia de inauguración). En esa habitación se encuentran con un perro de tres cabezas, Fluffy, el cual está custodiando una trampilla.

La relación entre los chicos y Hermione es bastante peliaguda, especialmente por parte de Ron. En la mañana de Halloween Ron tiene un encontronazo con ella, obteniendo como consecuencia que la chica se encierre en los lavabos todo el día. Poco después de que empezara la cena de Halloween y sin que Hermione diese señales de vida, el profesor Quirrell anuncia que un troll se ha escapado de las mazmorras y se encuentra deambulando por el castillo. Harry y Ron deciden buscar a su amiga, puesto que temen por su seguridad. Al llegar a los lavabos se percatan de que el troll está atacando a Hermione y entre ambos chicos logran neutralizarlo. Desde ese momento, Harry, Ron y Hermione se hacen inseparables.

Pasado unos días, comienza el primer partido de Quidditch. En mitad del partido, Harry sufre un ataque, pero, gracias a la ayuda de Hermione, consigue superarlo y ganar el partido. Según Hermione, Harry fue víctima de un maleficio provocado por Severus Snape. Esa misma tarde, los chicos deciden contar sus experiencias a Hagrid. Tras una breve conversación, los chicos descubren que lo que custodia Fluffy es la piedra filosofal, un artilugio muy poderoso creado por Nicolás Flamel.

Llegan las vacaciones de Navidad a Hogwarts. Harry y Ron deciden pasar las vacaciones allí y, de esta forma, intentar descubrir alguna pista sobre la piedra filosofal y su creador. El día de Navidad Harry recibe un regalo de alguien anónimo, una capa de invisibilidad. Esa misma noche le da uso y se adentra en la sección prohibida de la biblioteca. Una vez dentro, empieza a buscar información, pero, nada más empezar, tiene que salir huyendo, puesto que el señor Filch se percata de que alguien se encuentra en la biblioteca. En su huida, Harry se esconde en una habitación, encontrando de esta manera el espejo de Oesed, un espejo que muestra los deseos de aquel que se refleje.

Durante unos días, Harry solo vive para mirarse en ese espejo, puesto que, gracias a este artilugio, el muchacho ha podido conocer a sus padres, su mayor deseo, hasta que, una mañana, Albus Dumbledore aparece en mitad de la sala y explica los pésimas consecuencias que ese espejo podría atraer, así que le aconseja que deje de mirarse en él.

Una vez terminadas las fiestas de Navidad, se vuelven a retomar las clases en el colegio. Gracias a la inestimable ayuda de Hermione, ésta descubre quien es Nicolás Flamel, el creador de la piedra filosofal. Ese mismo día, Harry juega el último partido de Quidditch, obteniendo la victoria y, con ello, la copa de Quidditch.

Tras el partido, los chicos deciden visitar a Hagrid y contarles todo lo sucedido. Cuando llegan se percatan que el guardián de las llaves esconde algo, un huevo de dragón, hecho que está penalizado en la comunidad mágica. Al ver lo sucedido, los chicos se ponen en contacto con uno de los hermanos mayores de Ron, Charlie, el cual era un cuidador de dragones. Éste cita a uno de sus amigos con los chicos en la torre de astronomía una noche con el fin de que éstos se lleven al dragón y evitarle problemas a Hagrid. Después de devolver al dragón, los chicos son castigados por la profesora Mcgonogall, ya que éstos han sido delatados por Malfoy, el cual también ha sido castigado junto con Neville (estaba perdido por los pasillos). El castigo impuesto fue patrullar con Hagrid en el bosque prohibido. Algo o alguien está matando a los unicornios y Hagrid está decidido en descubrirlo.

Dentro del bosque Prohibido, Harry se separa del grupo y se produce algo insospechado: el primer encuentro entre el muchacho y Lord Voldemort. Gracias a la ayuda de Firenze, Harry sale con vida de ese encuentro.

Pasan los días hasta que llegan los exámenes finales de Hogwarts. Después de terminar el último examen, Harry se entera de que el director del colegio, Albus Dumbledore, ha tenido que abandonar su puesto para poder tratar unos asuntos en el ministerio y se percata del peligro que ello puede provocar. En ese instante, acompañado de Ron y Hermione en todo momento, encaja la última pieza del rompecabezas, Hagrid. Éste le reveló el método de cómo amansar a Fluffy a aquella persona que le dio el huevo de dragón, la persona que intenta por todos los medios conseguir la piedra filosofal.

En ese instante corren a la habitación que custodia Fluffy. Cuando llegan se encuentra al cancerbero dormido profundamente, puesto que a su lado se escuchaba una dulce melodía, la única forma para poder calmar a Fluffy. Tras pasar la trampilla, los chicos tienen que franquear una serie de pruebas de gran dificultad, como recoger una llave voladora, un tablero de ajedrez mágico gigante, etc., siendo Harry el único que quede en pie para poder enfrentarse a aquella persona que quiere obtener el artilugio de Nicolás Flamel.

Ya en la última sala, en cuyo centro se encontraba el espejo de Oesed, pensando Harry que se tendría que enfrentar a Severus Snape, se da cuenta de que estaba terriblemente equivocado. Aquél era, en realidad, el profesor Quirrell. Después de una larga conversación y de que revelara que detrás de todo esto se encontraba Lord Voldemort, el cual había poseído al profesor Quirrell, Harry obtiene la piedra filosofal y consigue derrotar a sus enemigos.

Después de que todo esto sucediera, Gryffindor consigue la copa de las casas gracias a la valentía de Harry, Ron, Hermione y Neville.

Después de esto, Harry tiene que volver a casa de sus tíos maternos para poder pasar el verano con ellos.

Adoptando el modelo de análisis semiótico del profesor Romera Castillo[3], se distinguirán en el nivel sintáctico la estructura funcional del presente producto narrativo, así como su organización secuencial y sus actores y actantes.

   A partir de las concepciones de Veselovski y Tomashevski sobre los “motivos” como unidades atómicas mínimas de la narración y, sobre todo, del trabajo de Propp[4] sobre las funciones del cuento folklórico ruso, siendo concebidas como “la acción de un personaje definida desde el punto de vista de su significación en el desarrollo de la intriga”, el análisis funcional fue objeto de un importante desarrollo por la narratología estructuralista, principalmente por Barthes[5], quien desarrolló la categoría de función y estableció una distinción entre:

- Funciones distribucionales, que comprenden las operaciones narrativas y se subdividen en primarias o cardinales, que constituyen acontecimientos centrales en la progresión de la acción, y secundarias o catálisis, que son notas subsidiarias, momentos de pausa de la acción.

- Funciones integrativas o indicios, que se incluyen en el estrato superior, tienen más valor semántico que sintáctico y comprenden los indicios, que sólo sugieren significados de manera poco clara, y las informaciones, que aportan significaciones espacio-temporales con respecto a la acción.

   Siguiendo el anterior modelo barthesiano, se pueden determinar las siguientes funciones cardinales en el producto narrativo de J.K.Rowling, Harry Potter y la piedra filosofal, atribuyéndoles un orden, según su sucesión en la narración, para identificarlas y posteriormente relacionarlas con otras unidades sintácticas:

   (1) Harry es abandonado en la puerta de sus tíos maternos, los Dursley. (2) Visita al zoológico con sus tíos. (3) Desaparición del cristal de la jaula de la boa constrictor. (4) Llegan cartas de remitente desconocido al número 4 de Privet Drive. (5) Siguen llegando cartas, lo que provoca que la familia Dursley y Harry Potter huyan despavoridos. (6) Harry Potter y sus tíos llegan a una isla alejada del mundo. (7) Rubeus Hagrid se presenta ante Harry en el día de su undécimo cumpleaños para darle su carta en persona. (8) Harry Potter se marcha con Hagrid. (9) Llegada al Caldero Chorreante. (10) Entrada al callejón Diagón. (11)Sacan dinero en Gringotts, el banco mágico, para que Harry Potter pueda comprar sus materiales escolares y un pequeño paquete extraído de la cámara 713. (12) Regreso a casa de sus tíos. (13) Llegada a la estación de King Cross. (14) La búsqueda del andén nueve y tres cuartos. (15) Harry Potter coge el expreso de Hogwarts. (16) Llegada al colegio de Hogwarts de Magia y Hechicería. (17) Ceremonia del sombrero seleccionador. (18) Discurso de bienvenida de Albus Dumbledore, donde se expone claramente la prohibición para poder entrar en una de las habitaciones del tercer piso. (19) Comienzo de las clases de Hogwarts. (20) Se publica en “El profeta”, el periódico de tira diaria más importante de la comunidad mágica, que se ha dado un intento de robo sin éxito el mismo día que Harry Potter se encontraba allí. (21) Harry aprende a volar en clases de vuelo con la profesora Hooch. (22) Harry se cita en duelo con Draco Malfoy a media noche. (23) Harry y sus amigos llegan al lugar donde habían quedado con Draco Malfoy, pero se dan cuenta de que era una trampa. (24) Intentan escapar de los profesores y el vigilante para evitar ser expulsados y en su huída se esconden en la parte prohibida por Albus Dumbledore. (25) Primer encuentro con Fluffy. (26) En la noche de Halloween, aparece un troll, provocando el pánico en el alumnado del colegio. (27)Harry y Ron intentan salvar a Hermione del troll. (28)Primer partido de Quidditch. (29) Intento de derribo de Harry de la escoba por parte de Snape. (30) Visita a la casa de Hagrid para contarle lo ocurrido y, sin darse cuenta, el guardián de las llaves les revela el nombre de Nicolás Flamel. (31) Alguien regala a Harry una capa de invisibilidad por Navidad. (32) Incursión a la sección prohibida de la biblioteca. (33) Mientras escapa de la biblioteca, encuentra el espejo de Oesed. (34) Primera conversación directa con Albus Dumbledore. (35) Hermione localiza a Nicolás Flamel, descubriendo que es el creador de la piedra filosofal. (36) Hagrid consigue un huevo de dragón, Norberto, un ridgeback noruego. (37) Para evitar que Hagrid tenga problemas, le dan el dragón a unos amigos del hermano de ron, Charlie, que es criador de dragones. (38) Son pillados in fraganti por los pasillos de Hogwarts. (39) Como castigo, tienen que patrullar con Hagrid los castigados (Neville, Ron, Harry y Draco) en el bosque prohíbido. (40) Primer encuentro entre Harry y lo que queda de Lord Voldemort. (41) Albus Dumbledore abandona Hogwarts por asuntos del ministerio. (42) Harry se da cuenta del peligro, percatándose de que Hagrid ha sido engañado. (43) Segundo encuentro con Fluffy. (44) La primera prueba: el lazo del diablo. (45) La segunda prueba: las llaves voladoras. (46) La tercera prueba: el tablero de ajedrez gigante. (47) La cuarta prueba: La prueba de la poción. (48) La última prueba: el encuentro con el profesor Quirrel/Lord Voldemort. (49)La ceremonia de fin de curso. (50) El regreso con los Dursley para pasar el verano.

   Como se puede apreciar, estas funciones son, en el sentido de Barthes, verdaderos nudos o núcleos narrativos, hechos centrales en la progresión del relato unidos entre sí en el discurso por relaciones lógicas y cronológicas. La mayoría de ellas se refieren al proceso de indagación dinámica de Harry, Ron y Hermione para saber qué es lo que se esconde en el colegio y quién es la persona que quiere conseguir dicho objeto a toda costa (de la 20 a la 50), siendo bastante menos (de la 1 a la 19) las que se corresponden con la introducción de la historia y los personajes principales de la misma. También es cierto que, a partir de la vigésima edición, aparecen una serie de acontecimientos que se pueden considerar como menores, pero que sirven para conectar las funciones principales.

   Junto a estas funciones cardinales o primarias, coexisten numerosas catálisis, acontecimientos no trascendentales para el desarrollo de la acción, aunque aluden a los actos de los diferentes personajes (Pasar por el retrato de la señora gorda, andar por las tiendas del callejón Diagón, recibir las clases del colegio, etc…), algunas de las cuales, más dilatadas, ocupan amplios segmentos textuales como se puede observar, verbigracia, en el primer capítulo, en donde se observa con detalle cómo los muggles, representados por la familia Dursley, sin darse cuenta, vivieron el día en el que Lord Voldemort fue derrotado. Este capítulo dilata la acción principal de la novela, puesto que, como ya se ha indicado en la primera función de esta propuesta semiótica, lo primordial del mencionado capítulo es como Harry Potter es abandonado en la puerta de la casa de sus tíos maternos;  también, a partir del capítulo 8 hasta el final de la historia, se introducirán una serie de catálisis o funciones secundarias que hacen que la acción de la historia se dilate. En este caso se debe mencionar momentos como cuando en el quinto capítulo “El callejón Diagón” Harry Potter y Rubeus Hagrid compran los materiales básicos que le hacen falta para llevar a cabo su aprendizaje en el colegio Hogwarts de Magia y Hechicería, en el noveno capítulo, con los continuos encontronazos que nuestros protagonistas tienen con Peeves, un fantasma burlón, que, desde mi humilde punto de vista, pienso que es un elemento cómico que la autora introdujo en la historia con el único fin de entretener aún más al lector, los aprendizajes de las clases, etc… No obstante, estas funciones secundarias o catálisis nos sirven para comprender mejor como era la vida en este fantástico lugar.

   Las funciones integrativas son también abundantes. Dentro de ellas nos encargaremos del estudio de los indicios y las informaciones. Los indicios revisten especial importancia porque van permitiendo al protagonista ir avanzando paulatinamente en su búsqueda y llenando de sentido los diversos interrogantes; hasta cierto punto se podría decir por ello, en general, que este relato es una novela indicial, un relato donde los indicios tienen un peso más específico para el desarrollo de la acción que en otras modalidades narrativas. Así, en el segundo capítulo, Harry Potter piensa que a su alrededor suelen suceder hechos bastante extraños como, verbigracia,  cuando su tía Petunia, en una ocasión, cansada de que el muchacho volviera de la peluquería como si no hubiera ido, cogió unas tijeras de la cocina y le cortó el pelo casi al rape, sin embargo, a la mañana siguiente, descubrió al levantarse que su pelo estaba exactamente igual que antes de que su tía se lo cortara, o cuando su tía intentó meterlo dentro de un repugnante jersey viejo de Dudley, el cual le debería haber quedado bastante grande, pero cuando ella lo consiguió la prenda le quedaba perfectamente al muchacho, etc…

En los capítulos tercero y cuarto también encontramos indicios que nos hacen pensar que Harry es un niño especial en el momento en que recibe una serie de cartas de remitente desconocido, hecho que provoca la huida de la familia Dursley y el chico, hasta que tiene que personificarse Rubeus Hagrid en el lugar donde se escondían y darle la carta en persona, una carta que decía lo siguiente:

COLEGIO  HOGWARTS DE MAGIA
Director: Albus Dumbledore
(Orden de Merlín, Primera Clase,
Gran Hechicero, Jefe de Magos,
Jefe Supremo, Confederación
Internacional de Magos).


Querido Señor Potter:
            Tenemos el placer de informarle de que dispone de una plaza en el Colegio de Hogwarts de Magia. Por favor, observe la lista del equipo y los libros necesarios.
Las clases comienzan el 1 de septiembre. Esperamos su lechuza antes del 31 de julio.
Muy cordialmente,
Minerva McGonogall
Directora Adjunta.

Este indicio nos permite saber que realmente Harry pertenece a una sociedad totalmente distinta en la que él se encontraba desde el día de su nacimiento.

También se pueden encontrar indicios en otros momentos de la novela, como es el caso  del quinto capítulo, cuando Hagrid y Harry se dirigen al callejón Diagón. Antes de comprar sus artículos mágicos, Hagrid decide que Harry tiene que ir al banco a sacar dinero para poder obtener todo lo que necesita, así que se dirigen a Gringots. Una vez que Harry ha conseguido una cantidad cuantiosa de dinero, Hagrid visita la cámara 713 para recuperar un objeto de gran valor para poder custodiarlo en Hogwarts. El objeto que recoge Hagrid es uno de los indicios claves de esta novela.

Otro indicio clave de la novela se observa en el séptimo capítulo se puede observar un indicio con bastante claridad cuando el director del colegio Hogwarts de Magia y Hechicería, Albus Dumbledore, en su discurso de cierre de la ceremonia de inauguración afirma lo siguiente:

“Y por último, quiero deciros que este año el pasillo del tercer piso, del lado derecho, está fuera de los límites permitidos para todos los que no deseen una muerte muy dolorosa”

En el instante que Albus Dumbledore argumenta esto, provoca que todos los alumnos se interesen y se pregunten qué es lo que se esconde en dicho lugar.

En el capítulo octavo, mientras Harry y sus amigos están en el comedor, recogen un periódico, el Profeta, el cual afirma lo siguiente:

           RECIENTE ASALTO EN GRINGOTTS
Continúan las investigaciones del asalto que tuvo lugar en Gringotts el 31 de Julio. Se cree que se debe al trabajo de oscuros magos y brujas desconocidos.
Los gnomos de Gringotts insisten en que no se han llevado nada. La cámara que se registró había sido vaciada aquel mismo día.
"Pero no vamos a decirles qué había allí, así que mantengan las narices fuera de esto, si saben los que les convienen”, declaró esta tarde un gnomo portavoz de Gringotts.

Este indicio, el cual sucedió el mismo día en el que Harry fue por primera vez a Gringotts, refuerza el misterio del objeto que Hagrid se llevó aquel mismo día.

En el noveno capítulo se da un indicio muy importante: el acceso a la habitación prohibida por parte de Albus Dumbledore. Allí encuentra a Fluffy, el perro cancerbero. Este perro tiene como principal misión proteger una trampilla, hecho que se da cuenta únicamente Hermione.

En el capítulo catorce, se da un indicio relevante. Alguien misterioso regala a Hagrid un huevo de dragón, un hecho que estaba prohibido en la comunidad mágica. Este hecho es misterioso puesto, que es bastante raro que alguien se pasee con un huevo de dragón por allí. Este misterio no se resuelve hasta el capítulo decimosexto, puesto que cuando le regalaron el huevo de dragón, Hagrid, como agradecimiento, revela el único método para poder neutralizar a Fluffy.

Todos estos indicios permiten que la historia se desarrolle y, sin ellas, las funciones primarias no tendrían sentido. Por lo tanto, desde mi punto de vista, pienso que éstas son las funciones más importantes dentro de este análisis semiótico.

Con respecto a estas funciones integrativas, las informaciones apartan referencias realistas y directamente significantes sobre el discurso; permiten marcar las circunstancias ambientales de los hechos narrados, situarlos en diversos momentos y lugares generando la espacialización y la temporalización del discurso de que habla Darío Villanueva.[6]

En un primer instante se analizarán los signos de carácter temporal, los cuales son de vital importancia. Todas las novelas de JK Rowling transcurren a lo largo de cada curso escolar, empezando el uno de septiembre y concluyendo tras comenzar las vacaciones de verano.

En este primer capítulo, la historia comienza diez años antes de la historia principal, en el momento en que Albus Dumbledore, Minerva McGonogall y Rubeus Hagrid dejan a Harry en la puerta de sus tíos. Se sabe que estos personajes abandonan al niño el uno de noviembre en la puerta de su familia materna, puesto que en el cuarto capítulo Rubeus Hagrid afirma lo siguiente: “Tal vez pensó que podía persuadirlos… O quizá simplemente quería quitarlos de en medio. Lo que todos saben es que él apareció en el pueblo donde vosotros vivías, el día de Halloween, hace diez años. Tú tenías un año. El fue a vuestra casa y… y…” De todos modos, antes de que Hagrid dijera que habían transcurrido diez años, este periodo temporal se ve reflejado claramente en el comienzo del segundo capítulo, cuando el narrador de la historia afirma lo siguiente: “Habían pasado aproximadamente diez años desde el día en que los Dursley se despertaron y encontraron a su sobrino en la puerta de entrada, pero Privet Drive no había cambiado en absoluto”.

En el capítulo cuarto, “El guardián de las llaves”, se sabe que la historia se fecha en el 31 de julio, puesto que, cuando Harry conoce a Hagrid, lo hace el día de su cumpleaños, hecho que de todos modos recalca varias veces el protagonista al final de este episodio.

Cuando finaliza el quinto capítulo Harry tiene que regresar con sus tíos para poder pasar con ellos todo lo que le quedaba de verano. Por eso, cuando comienza el sexto capítulo se sabe que la historia se da el uno de septiembre, debido a que es el día en el que Harry debe coger el expreso de Hogwarts.

Una vez que Harry entra en el colegio de Hogwarts de Magia y de Hechicería, la historia de este producto literario hasta el final del mismo transcurre, como se ha mencionado, a lo largo de un año. Por ello, al principio de cada capítulo (a partir del séptimo) es normal encontrarse comentarios con respecto a la estructura temporal de esta novela. Ello se comprueba, por ejemplo, en el capítulo décimo, (“Tal vez porque estaba ocupado tres noches a la semana con las prácticas de quidditch, además de todo el trabajo del colegio, la razón por la que Harry se sorprendió al comprobar que llevaba dos meses en Hogwarts” o “En la mañana de Halloween se despertaron con el delicioso aroma a calabaza asada flotando por todos los pasillos.”); en el capítulo undécimo (“Cuando comenzó el mes de noviembre, el tiempo se volvió muy frío. Las montañas cercanas al colegio adquirieron un tono gris de hielo y el lago parecía de acero congelado.”); en el capítulo duodécimo (“Se acercaba la Navidad.); o en el capítulo decimosexto (“En años venideros, Harry nunca pudo recordar cómo se las había arreglado para hacer sus exámenes, cuando una parte de él esperaba que Voldemort entrara por la puerta en cualquier momento. Sin embargo, los días pasaban y no había dudas de que Fluffy seguía bien y con vida, detrás de la puerta cerrada”.)

   Los signos de carácter espacial van situando los hechos en determinados lugares, que en unas ocasiones sólo son mencionados y en otras, utilizando la pausa de la que hablaba Genette, son descritos por el narrador.  En el caso de lugares que sólo son mencionados, nada más comenzar la historia, en el primer capítulo, se nombre al número 4 de Privet Drive. En cambio, en el segundo episodio, aparece una breve descripción detallada del lugar (“Habían pasado aproximadamente diez años desde el día en que los Dursley se despertaron y encontraron a su sobrino en la puerta de entrada, pero Privet Drive no había cambiado en absoluto. El sol se elevaba en los mismos jardincitos, iluminaba el número 4 de latón sobre la puerta de los Dursley y avanzaba en su salón, que era casi exactamente el mismo que aquél donde el señor Dursley había oído las ominosas noticias sobre las lechuzas, una noche de hacía diez años. Sólo las fotos de la repisa de la chimenea eran testimonio del tiempo que había pasado. Diez años antes, había una gran cantidad de retratos de lo que parecía una gran pelota rosada con gorros de diferentes colores, pero Dudley Dursley ya no era un niño pequeño, y en aquel momento las fotos mostraban a un chico grande y rubio montando su primera bicicleta, en un tiovivo en la feria, jugando con su padre en el ordenador, besado y abrazado por su madre… La habitación no ofrecía señales de allí viviera otro niño”) Con esta descripción se demuestra con claridad la infancia tan marginada que tuvo que sufrir nuestro protagonista.

El primer contacto con la sociedad mágica se da en el capítulo quinto. Aquí la autora hace una descripción del callejón Diagón: (“El sol brillaba iluminando numerosos calderos, en la puerta  de la tienda más cercana. “Calderos – Todos los tamaños – Latón, Cobre, Peltre, Plata – Automáticos – Plegables”, decía un rótulo que colgaba sobre ellos […] Harry deseó tener ocho ojos más. Movía la cabeza en todas direcciones mientras iban calle arriba, tratando de mirar todo al mismo tiempo: las tiendas, las cosas que estaban fuera y la gente haciendo compras. Una mujer regordeta negaba con la cabeza en la puerta de una droguería cuando ellos pasaron, diciendo: “Hígado de dragón a diecisiete sickles la onza, están locos…”[…] Escaparates repletos de bazos de murciélago y ojos de anguila, tambaleantes montones de libros de encantamientos, plumas y rollos de pergamino, frascos con pociones, globos con mapas de la luna…”) 

Unas de las descripciones más importantes que se pueden encontrar en esta novela es la del interior del colegio Hogwarts de Magia y Hechicería. Una de estas topografías, puesto que se describe varias veces el interior del centro educativo, es la que se realiza en el capítulo octavo: (“En Hogwarts había 142 escaleras, algunas amplias y despejadas, otras estrechas y destartaladas. Algunas llevaban a un lugar diferente los viernes. Otras tenían un escalón que desaparecía a mitad de camino y había que recordarlo para saltar. Después, había puertas que no se abrían, a menos que uno lo pidiera con amabilidad o les hiciera cosquillas en el lugar exacto, y puertas, que en realidad, no eran sino sólidas paredes que fingían ser puertas. También era muy difícil recordar dónde estaba todo, ya que parecía que las cosas cambiaban de lugar continuamente. Las personas de los retratos seguían visitándose unos a otros, y Harry estaba seguro de que las armaduras podían ayudar.” )

   Al examinar las leyes lógicas del relato, Claude Bremond, como luego hará de forma parecida Todorov[7], se plantea la secuencia elemental como una tríada de funciones que no reclaman necesariamente a la siguiente y que se organizan sucesivamente como posibilidad de apertura de un proceso, su concreción en conducta o acto y su cierre o conclusión. Y, más adelante, el teórico francés comenta la capacidad de unión de secuencias elementales para formar secuencias complejas por encadenamiento si el fin del proceso coincide con el comienzo de toro, enclave cuando una secuencia incluye en su seno para poder realizarse y enlace en el caso en que un mismo proceso se desdoble en dos secuencias según el papel que cumpla para dos agentes distintos.

   En el caso del presente relato, pese a su extensión, la organización secuencial se corresponde con una estructura básica cuyos núcleos serían: Periodo de convivencia con LOS DURSLEY, ya que al principio de cada novela de la serie de Harry Potter siempre se da un corto periodo de tiempo en el cual vive con sus tíos maternos; CONTACTO CON EL MUNDO MÁGICO, en donde pasa a vivir con alguno de sus amigos hasta que empieza el curso lectivo. En el caso de esta novela, sólo pasa un día en el mundo mágico y después tiene que seguir viviendo con sus tíos hasta que termine el verano; Comisión de un CRIMEN, como hecho que inicia el proceso; la BÚSQUEDA de la piedra filosofal, así como del criminal que intenta robarla; y, la LOCALIZACIÓN, que este caso conlleva el castigo de los delincuentes y la honra de los personajes protagonistas.

Al núcleo destinado al periodo de convivencia con los Dursley corresponderían las funciones 1 a 7, aquellas que oscilan desde el momento que es abandonado en la puerta de la casa de sus tíos hasta que Hagrid lo recoge para llevárselo a comprar el material que necesita; al de contacto con el mundo mágico las que van desde la 8 a la 19, donde Harry compra lo imprescindible para su formación educativa en Hogwarts hasta que es seleccionado en la casa de Gryffindor; al del crimen se corresponde a la función 20, con el intento de robo en Gringotts; al de búsqueda  se corresponden las funciones que van desde la función 21 hasta la función 49, en donde el trío protagonista empiezan a investigar qué es lo que esconde el colegio de tanto valor; y al núcleo destinado a la localización comprende la función 50, en donde Harry recupera la piedra filosofal y detiene a Lord Voldemort/Profesor Quirrell.
Esta construcción unisecuencial puede reflejarse en el siguiente esquema:

1. LOS DURSLEY 1 – 7

2. CONTACTO CON EL MUNDO MÁGICO
8-19
ESTRUCTURA
SECUENCIAL
3. CRIMEN 20

4. BÚSQUEDA 21 – 49

5. LOCALIZACIÓN 50

   Aunque, como ha puesto de manifiesto Darío Villanueva, la estructura actancial se sitúa en el plano de la historia y no del discurso, conviene detenerse en la importancia de los actores y los actantes para analizar los papeles jugados por diferentes entidades en la novela que se está examinando según la tipología actancial establecida por Greimas para el relato, apoyándose en la clasificación dramática de las fuerzas de E. Souriau y la de las esferas en el cuento de V. Propp. Los actantes de Harry Potter y la piedra filosofal, al igual que su estructura secuencial, vienen a descubrir no sólo la lógica constructiva del relato, sino que se constituye también, como todos los signos ya analizados; funciones, informaciones e indicios; y como los propios personajes o actores, en elementos significativos al contribuir entre todos a producir la significación del signo-texto. De este modo, los personajes y las diferentes entidades funcionales de este producto literario; los actantes; revelan claramente la presencia de códigos temáticos e ideológicos sobre el planteamiento de la concepción de la justicia en ella.

En el sentido anterior, aplicando el modelo propuesto por Greimas[8], los seis actantes –sujeto/objeto, destinador/destinatario y ayudante/oponente- distribuidos por pareas cuya relación se encuentra respectivamente en el eje del querer, saber y poder, se plantearían de la siguiente forma:

-          Sujeto: Harry Potter
-          Objeto: La piedra filosofal
-          Ayudantes: Hermione Granger y Ronald Weasley.
-          Oponentes:Lord Voldemort y el profesor Quirrell
-          Destinador: Intento de robo de la piedra filosofal
-          Destinatario: La justicia

El entramado de la historia, integrando la arquitectura secuencial y la actancial podría representarse en el cuadro que aparece a continuación:

El análisis de los personajes ha sido muy infravalorado desde el formalismo ruso quizá como reacción a la sobreestimación positivista anterior de los mismos. Los seres ficticios no sólo son vehículos para el desarrollo de la acción sino que, al margen de su mayor o menor trascendencia como agentes de los hechos, como elementos sintácticos verdaderamente situados en el discurso o en el relato, aportan numerosas informaciones semánticas a través de su caracterización y perfil físico y como encarnación de determinados valores que se ligan a las recciones ideológicas de la narración.

En su aspecto de agentes de los acontecimientos y según su relevancia con respecto a los sucesos relatados, pueden clasificarse en principales y secundarios. La extensa nómina de actores (38 personajes, sin contar los animales y mascotas que aparecen en la obra) de Harry Potter y la piedra filosofal es la siguiente:

-          Principales: Harry Potter, Hermione Granger y Ronald Weasley.

-          Secundarios: Albus Dumbledore, la profesora Minerva McGonogall, el profesor Severus Snape, el profesor Binns, Rubeus Hagrid, la profesora Hooch, el señor Filch, el profesor Flitwick, la profesora Sprout y el profesor Quirrell (Director y profesores del colegio Hogwarts de Magia y Hechicería), Vernon Dursley, Petunia Dursley y Dudley Dursley (su familia materna),  Piers Polkinss y la señora Filch (gente que vive en Privet Drive), Fred, George, Percy, Charlie, Ginny y la señora Weasly (la familia Weasley), Seamus Finnegan, Dean Thomas, Draco Malfoy, Crabbe, Goyle, Neville Longbottom (estudiantes de Hogwarts), el señor Ollivander, Griphoock, Tom, Dedalus Diggle (personas que aparecen en el callejón Diagón y en el caldero chorreante), Nick casi decapitado, el barón sanguinario, el fraile gordo y Peeves (fantasmas del colegio), Fluffy, Hedwig, la señora Norris, Norberto y Scabbers (animales fantásticos y mascotas) y Lord Voldemort.

De estos personajes secundarios, hay unos cuantos que únicamente hacen una aparición, en muchos casos, anecdótica, en los sucesos principales: el señor Ollivander, Griphook, la señora Hooch, la profesora Sprout, etc…

La conexión de los hechos y sus agentes es muy relevante en este análisis semiótico. En primera instancia, la enorme cantidad de personajes o actores que aparece una o dos veces frente a la mayor presencia de los personajes primarios: Harry Potter, Ronald Weasley o Hermione Granger, por ejemplo.

En segundo término, esta novela está absolutamente vinculada al héroe de la historia, puesto que éste aparece en cada una de las cincuenta funciones primarias.

En tercer lugar, el funcionamiento del relato como novela de acción antes que psicológica, haciendo aparecer un complejo cuadro de personajes, muchos de ellos poco o nada caracterizados y con una presencia –salvo los mencionados en el análisis actancial- que deriva esencialmente de su ocasional relación con los actos del protagonista.

Con respecto a los personajes, se debe destacar un aspecto  bastante notorio de esta novela. Uno de los personajes, Albus Dumbledore, que se supone que es uno de los personajes más misteriosos e interesantes de esta novela, aparece solamente en muy pocas ocasiones, a pesar de su importancia.

Más que su participación en los hechos, la caracterización psicológica o física depende directamente del sujeto que enuncia la historia, ya que en el caso particular de esta novela la presentación de los personajes no la hacen nunca ellos mismos ni otros actores, sino un narrador omnisciente o relator heterodiegético, situado al margen de la historia.
3.                       SEMÁNTICA
Apoyándose en las consideraciones fundamentales de Genette sobre el orden, duración y frecuencia del tiempo del relato con respecto al de la historia, hay que estudiar los valores transmitidos por los códigos temporales en el plano semántico a causa principalmente de que las aportaciones de Genette se centran en el carácter significativo del tiempo en la narrativa.

Así, con respecto al orden, se pueden citar varias prolepsis, prospecciones o anticipaciones temporales que rompen la gradualidad sucesiva del tiempo de la historia, tales como, verbigracia, cuando Albus Dumbledore deja a Harry Potter con su familia y le desea buena suerte, ya que éste sabe lo que le espera con su “terrible” familia materna; cuando empieza a manifestarse la magia en nuestro protagonista puede contemplarse también como una prolepsis, ya que eso puede ser entendido como un anticipo del mundo mágico al cual entrara cuando cumpla once años.

Pero son muchas más numerosas las retrospecciones o las analepsis, las vueltas al pasado, como, por ejemplo, las sucesivas referencias que se hacen en el momento en que Lord Voldemort mató a Lily y James Potter, los padres de Harry. También como analepsis se puede considerar al momento en que Harry se entera a partir del profeta de que alguien ha robado en Gringotts el día en el que él entró en contacto con la comunidad mágica.

La duración del discurso está determinada por las elipsis (omisiones temporales), pausas (descripciones y reflexiones), sumarios (resúmenes narrativos) y escenas (sincronía temporal, normalmente diálogos) según el tiempo del discurso suprima, detenga, condense o coincida respectivamente con el tiempo de la historia. En Harry Potter y la piedra filosofal son detectables todos estos signos:

En un primer momento, con respecto a los elementos que conforman la duración de esta novela, se comentará la elipsis, entendiendo ésta como la omisión de largos periodos de tiempo en la historia, dado que harían que la acción de la trama no avanzase. La omisión temporal o elipsis más destacada de la novela es la que aparece al principio del capítulo segundo: “Habían pasado aproximadamente diez años desde el día en que los Dursley se despertaron y encontraron a su sobrino en la puerta, pero Privet Drive no había cambiado en absoluto”. De todas las omisiones temporales que aparecen en el libro esta es la más importante, pero no es la única, puesto que hay que mencionar que la trama de la historia se desarrolla a lo largo de un curso escolar. Así, a lo largo de la novela encontramos omisiones temporales en el que las estaciones van pasando rápidamente.

En esta novela aparecen numerosas pausas, es decir, descripciones y reflexiones que hacen que la duración de la historia se ralentice notablemente. En el texto, se pueden encontrar dos tipos de pausas descriptivas: aquellas que se dedican a describir a los personajes que conforman la trama, tal y como se puede observar en el segundo capítulo (Tal vez tenía algo que ver con eso de vivir en una oscura alacena, pero Harry había sido siempre flaco y muy bajo para su edad. Además, parecía más pequeño y enjuto de lo que realmente era, porque toda la ropa que llevaba eran prendas viejas de Dudley, y su primo era cuatro veces más grande que él. Harry tenía un rostro delgado, rodillas huesudas, pelo negro y ojos de color verde brillante. Llevaba gafas redondas siempre pegadas con cinta adhesiva, consecuencia de todas las veces que Dudley le había pegado en la nariz. La única cosa que a Harry le gustaba de su apariencia era aquella pequeña cicatriz en la frente, con la forma de un relámpago. La tenía desde que podía acordarse, y lo primero que recordaba haber preguntado a su tía Petunia era cómo se la había hecho”), en el capítulo cuarto (“Un hombre gigantesco apareció en el umbral. Su rostro estaba prácticamente oculto por una larga maraña de pelo y una barba desaliñada, pero podían verse sus ojos, que brillaban como escarabajos negros bajo aquella pelambrera”), en el capítulo octavo (“Pero la asignatura más aburrida era Historia de la Magia, la única clase dictada por un fantasma. El profesor Binns ya era muy viejo cuando se quedó dormido frente a la chimenea del cuarto de profesores y se levantó a la mañana siguiente para dar clase, dejando atrás su cuerpo. Binns hablaba monótonamente, mientras escribía nombres y fechas […] El profesor Flitwick, el de la clase de Encantamientos, era un brujo diminuto que tenía que subirse a unos cuantos libros para ver por encima de su escritorio. […] La profesora McGonogall era siempre diferente. Harry había tenido razón al pensar que no era una profesora con quien se pudiera tener problemas. Estricta e inteligente[…]) o en el capítulo decimoséptimo (“Harry hubiera querido gritar, pero no podía dejar salir ningún sonido. Donde tendría que haber estado la nuca de Quirrell, había un rostro, la cara más terrible que Harry hubiera visto en su vida. Era de color de la tiza, con brillantes ojos rojos y ranuras en vez de fosas nasales, como las serpientes.”), y aquellas que se dedican a describir los lugares donde se desarrollan la trama, como es el caso del capítulo octavo, cuando se describe el interior de Hogwarts, o en el segundo capítulo, en el momento que se describe el interior del número 4 del Privet Drive.

También aparecen algunos sumarios de gran importancia. En este caso también se volverá a hacer referencia al segundo capítulo de esta producto literario, puesto que en ella, se hace un breve resumen de cómo han transcurrido sus primeros diez años en la casa de sus tíos y en donde se mencionan hechos que hacen pensar que Harry era un chico especial.

Y, por último, en todos los capítulos de este producto narrativo aparecen numerosas escenas, diálogos entre los personajes, los cuales son los que desarrollan la acción de la novela. Algunas de las escenas más características de esta novela, desde mi punto de vista, son las que aparecen en el primer capítulo cuando Albus Dumbledore, Minerva McGonogall y Rubeus Hagrid abandonan a Harry Potter en la puerta de la casa de sus tíos:
“La profesora McGonogall sacó un pañuelo con puntilla y se lo pasó por los ojos, por detrás de las gafas. Dumbledore resopló mientras se sacaba un reloj de oro del bolsillo y lo examinaba.[…] Pero para Dumbledore debía de tener sentido, porque lo guardó y dijo:
-Hagrid se retrasa. Imagino que fue él quien le dijo que yo estaría aquí, ¿no?
-Sí –dijo la profesora McGonogall-. Y yo me imagino que usted no me va a decir por qué, entre tantos lugares, tenía que venir precisamente aquí.
-He venido a entregar a Harry Potter a su tía y su tío. Son la única familia que le queda ahora.
-¿Quiere decir…? ¡No puede referirse a la gente que vive aquí! –gritó la profesora, poniéndose de pie de un salto y señalando al número 4-. Dumbledore… no puede. Los he estado observando todo el día. No podría encontrar a gente más distinta de nosotros. Y ese hijo que tienen… lo vi dando patadas a su madre mientras subían por la escalera, pidiendo caramelos a gritos. ¡Harry Potter no puede vivir ahí!”

O, en el cuarto capítulo, cuando se entera por Rubeus Hagrid de que es un mago:

Un hombre más valiente que Vernon Dursley se habría acobardado ante la mirada furiosa que le dirigió Hagrid. Cuando éste habló, temblaba de rabia.
-¿No se lo ha dicho? ¿No le ha hablado sobre el contenido de la carta que Dumbledore le dejó? ¡Yo estaba allí! ¡Vi que Dumbledore la dejaba, Dursley! ¿Y se lo ha ocultado durante todos estos años?
-¿Qué es lo que me han ocultado? –dijo Harry en tono anhelante.
-¡DETÉNGASE! ¡SE LO PROHIBO! –rugió tío Vernon aterrado.
Tía Petunia dejó escapar un gemido de horror.
-Voy a romperles la cabeza –dijo Hagrid-. Harry, debes saber que eres un mago.
Se produjo un silencio en la cabaña. Sólo podía oírse el mar y el silbido del viento.
-¿Que soy qué? –dijo Harry con voz entrecortada.
-Un mago –respondió Hagrid[…]-. Y muy bueno, debo añadir, en cuanto te hayas entrenado un poco. Con unos padres como los tuyos ¿qué otra cosa podías ser? Y creo que ya es hora de que leas la carta.

O, por último, en el último capítulo, cuando habla por primera vez con Lord Voldemort:

-Harry Potter… -susurró.
Harry trató de retroceder, pero sus piernas no le respondían.
-¿Ves en lo que me he convertido? –dijo la cara- No más que en sombra y quimera… Tengo forma sólo cuando puedo compartir el cuerpo de otro… Pero siempre ha habido seres deseosos de dejarme entrar en sus corazones y en sus mentes… La sangre de un unicornio me ha dado fuerza en estas semanas pasadas… tú viste al leal Quirrell bebiéndola para mí en el bosque… y una vez que tenga el Elixir de la Vida seré capaz de crear un cuerpo para mí… Ahora… ¿por qué no me entregas la Piedra que tienes en el bolsillo?


Además del orden y de la duración, una última relación posible entre el tiempo del discurso y el de la historia es la frecuencia, de la que Chatman[9] distingue en síntesis los siguientes tipos: 1) frecuencia singulativa, una representación discursiva de un único momento de la historia, 2) frecuencia múltiple y singulativa, varias representaciones, cada una de uno de los varios momentos de la historia, 3) frecuencia repetitiva, varias representaciones discursivas del mismo momento de la historia y 4) frecuencia iterativa, una única representación discursiva de varios momentos de la historia. En el caso de esta novela de J.K.Rowling, nos encontramos ante una novela de frecuencia singulativa, ya que la historia se cuenta una sola vez, puesto que presenta una estructura única a lo largo de toda la historia.

A la hora de estudiar el narrador de este producto narrativo conviene hacerse eco de la distinción formulada por Genette entre modo y voz, entre quien ve y quien habla en el relato, es decir, entre la perspectiva o focalización con la que se cuenta y la entidad desde la que se narra.

Con respecto a la segunda cuestión, la de la voz o narración, es esta caso el relator, sujeto de la enunciación, cuenta la historia desde fuera un receptor ficticio, a un narratario, respecto a cuya identidad no hay marca explícita identificadora alguna.

La posición del narrador con respecto a la historia que relata lo convierte en heterodiegético, puesto que está ausente de la misma, y determina el uso de la tercera persona como instancia narrativa de la historia urdida por J.K.Rowling. Pero, aunque el narrador elabora una narración salida directamente de su voz, no obstante en dos momentos utiliza otro mecanismo que adjunta a ella, la reproducción literal de otros textos no propios, tales como cuando la autora hace uso de textos propios del género epistolar, como, verbigracia, el caso de la siguiente que aparece en el capítulo decimocuarto de la presente novela:

Querido Ron:
¿Cómo estás? Gracias por tu carta. Estaré encantado de quedarme con el ridgeback noruego, pero no será fácil traerlo aquí. Creo que lo mejor será hacerlo con unos amigos que vienen a visitarme la semana que viene. El problema es que no deben verlos llevando un dragón ilegal. ¿Podrías llevar al ridgeback noruego a la torre más alta, la medianoche del sábado? Ellos se encontrarán contigo allí y se lo llevarán mientras dure la oscuridad.
Envíame la respuesta lo antes posible.
Besos,
Charlie

Sin embargo, estos no son los únicos textos que nos podemos encontrar en esta novela, ya que aparecen textos de carácter enumerativo, (listas), tal y como se aprecia en el capítulo quinto:

COLEGIO HOGWARTS DE MAGIA
UNIFORME
Los alumnos de primer año necesitarán:
-          Tres túnicas sencillas de trabajo (negras).
-          Un sombrero puntiagudo (negro) para uso diario.
-          Un par de guantes protectores (piel de dragón o semejante)
-          Una capa de invierno (negra, con broches plateados)
(Todas las prendas de los alumnos deben llevar etiquetas con su nombre)

LIBROS
Todos los alumnos deben tener un ejemplar de los siguientes libros:
-          El libro reglamentario de hechizos (clase 1), Miranda Goshawk.
-          Una historia de la magia, Bathilda Bagshot.
-          Teoría mágica, Adalbert Waffling.
-          Guía de las transformaciones para principiantes, Emeric Switch.
-          Mil hierbas mágicas y hondos, Phyllida Spore.
-          Animales fantásticos y dónde encontrarlos, Newt Scamander.
-          Las Fuerzas Oscuras. Una guía para la autoprotección, Quentin Trimble.

RESTO DEL EQUIPO
            1 varita
            1 caldero (peltre, medida 2)
            1 juego de redomas de vidrio o cristal.
            1 telescopio
            1 balanza de latón
Los alumnos también pueden traer una lechuza, un gato o un sapo.

SE RECUERA A LOS PADRES QUE A LOS DE PRIMER AÑO NO SE LES PERMITE TENER ESCOBAS PROPIAS.

También se pueden encontrar textos no propios de carácter periodístico en el momento en el que los protagonistas se quieren informar de los acontecimientos que se dan en la comunidad mágica gracias a la publicación de “El Profeta”. Además, se puede observar un texto ajeno a la historia dentro de un cromo (capítulo sexto):

            Albus Dumbledore, actualmente director de Hogwarts. Considerado por casi todo el mundo como el más grande mago del tiempo presente, Dumbledore es particularmente famoso por derrotar al mago tenebroso Grindelwald en 1945, por el descubrimiento de las doce aplicaciones de la sangre de dragón, y por su trabajo en alquimia con su compañero Nicolás Flamel. El profesor Dumbledore es aficionado a la música de cámara y a los bolos.

Una misma sucesión cronológica de sucesos, puede ser contada de muchas maneras posibles. El tiempo narrativo es un seudotiempo artístico, un tiempo creado por un autor, que manipula la cronología: contando la historia en presente, en pasado, adelantando prospectivamente acontecimientos, etc… Por esto, Genette distinguió en sus estudios dos tiempos bien diferenciados: Por un lado, el tiempo de la historia (la sucesión de orden lógico-causal en que suceden los acontecimientos que se narran) y el tiempo del discurso (La organización de todos los acontecimientos de una historia por parte del narrador). Si nos damos cuenta, esta distinción que formula Genette es la misma que distinguían los formalistas rusos entre fábula, orden cronológico en que se suceden los acontecimientos de una historia, y trama, orden en el que el narrador nos presenta la historia.

Siguiendo a Genette, la narración o el mero acto de narrar, puede ser ulterior [forma de narrar más frecuente, puesto que el narrador emplea formas verbales en pasado, aunque, bien es verdad, que no se expresa el tiempo que media desde la historia narrada al momento en el que se narra), anterior (Gracias a esta forma de narrar, el relato predice los acontecimientos que se sucederán posteriormente), simultánea (cuando coinciden los tiempos de la historia narrada y de la narración)e intercalada (en este caso, la historia y la narración se entrecruzan).

En el caso de esta primera novela de la serie de Harry Potter, J.K.Rowling empleó la narración ulterior, puesto que, como ya se ha mencionado, es la forma más frecuente de escribir una novela.

Con respecto al modo o representación, se comentarán conceptos como el de punto de vista o perspectiva. Se trata de expresiones metafóricas que remiten evidentemente a la percepción visual y nos recuerdan que los sucesos del relato se nos van revelando tal como se han presentado en la experiencia de alguien, es decir, cuando nos ocupamos de la voz nos preguntamos quién habla, y cuando de la perspectiva, en cambio, quién ha visto.

Tradicionalmente se distinguen tres casos. El narrador sabe y dice más de lo que saben sus personajes; es el caso del narrador omnisciente, que domina desde lo alto los sucesos, cuyas causas y relaciones explica al lector y cuyo desarrollo conoce desde el principio. En el segundo caso, el narrador sabe y dice sólo lo que sabe el personaje. Por lo general, en una novela de corte policiaco, por ejemplo, el punto de vista es el del detective y todo cuanto sucede se nos refiere a medida que el detective lo averigua; por otra parte, el punto de vista puede desplazarse de uno a otro personaje. Y, por último, en el tercer caso, el narrador sabe y dice menos de lo que sabe el personaje: es el relato conductista o behaviorista.

En el caso de esta novela, Harry Potter y la piedra filosofal, se aprecia muy claramente la focalización omnisciente de ese narrador, su absoluto conocimiento del foro de los hechos y de las conciencias, su capacidad para saber hasta la más íntima vida interior de los personajes.

En todas las novelas de corte fantástico e imaginario, el tema principal de estos es la lucha entre el bien y el mal, tema que queda reflejado claramente en la obra que se está analizando. Harry Potter, personaje que representa al bien, tiene que vencer al mago tenebroso más poderoso de los últimos tiempos, Lord Voldemort, el que representa al mal.

A la hora de elaborar este novela fantástica, J.K.Rowling empleó una serie de temas que serán constante a lo largo de su obra. Una de los principales ejes temáticos es el de la amistad. Ésta queda patente en varios momentos claves de la obra, esbozado este tema, principalmente, a partir del trío protagonista (Harry Potter, Hermione Granger y Ronald Weasley) Gracias a la fuerza de la amistad de estos personajes, éstos se pueden enfrentar a cualquier mal, como traspasar las diversas pruebas para poder llegar a la piedra filosofal. Sin la colaboración de sus amigos y su confianza, Harry no hubiera podido detener al mago más tenebroso de todos los tiempos en su primer intento para hacerse con el poder, Lord Voldemort.

Aparte de este tema, en la novela aparecen otros de gran importancia, es el tema de la fama. En el instante en el que Harry Potter llega al mundo mágico, se le conoce como al niño que sobrevivió y todo el mundo quiere tenerlo a su lado; no obstante, nuestro héroe quiere enfrentarse ante ese mundo nuevo como un chico normal y corriente.

















4.      PRAGMÁTICA
Antes de empezar con el estudio de la pragmática como relación entre el signo/objeto y sus intérpretes/usuarios se comentarán con la mayor brevedad posible una serie de aspectos relativos a la relacionada conexión, comenzando por su soporte material y editorial.

Como se ha mencionado con anterioridad, este producto literario, cuyo título original es “Harry Potter and the Philosopher´s Stone, traducido a nuestro idioma por Alicia Dellepiane, se corresponde con la trigésima segunda edición, publicado en la editorial “Salamndra”. Tiene un formato de 20 X 28 Cm y carece de prólogo, aunque bien es cierto que presenta una dedicatoria, la cual dice lo siguiente:

“Para Jessica, a quien le gusta las historias
Para Anne, a quien también le gustaban,
Y para Di, que oyó esta primero”

Esta dedicatoria va dirigida a tres grandes mujeres que son vitales para nuestra autora: para su hija Jéssica, su madre Anne y su hermana Dianne.

Antes de continuar con la descripción pragmática de la portada de este producto narrativo, es necesario hacer una breve pausa para hablar sobre las diversas traducciones que esta novela ha planteado.

La serie ha sido traducida a 65 idiomas, ubicando a Rowling entre los autores más traducidos de la historia.[ La primera traducción se hizo al inglés estadounidense, dado que muchas palabras y conceptos usados por los personajes en las novelas, propios del inglés británico, podrían ser malinterpretados por los jóvenes lectores estadounidenses. Subsecuentemente, los libros fueron traducidos a idiomas tan diversos como el ucraniano, hindi, bengalí, galés, afrikaans y vietnamita. El primer volumen, la piedra filosofal, fue traducido al latín e incluso al griego antiguo, haciendo de este el texto más extenso publicado en ese idioma desde las novelas de Heliodoro, en el Siglo III a. C.

La enorme demanda de una traducción local decente hacen que se tome con sumo cuidado la tarea de traducción e interpretación. En algunos países como Italia, se publicó una segunda edición actualizada, teniendo en cuenta las sugerencias de los lectores. En otros países, como China o Portugal, la traducción está hecha por un grupo de intérpretes para reducir el tiempo entre la publicación inglesa y la local. La edición turca del segundo al séptimo libro fue llevada a cabo por Sevin Okyay, un popular crítico literario y comentarista cultural.] Con la finalidad de mantener en secreto el argumento, las traducciones autorizadas sólo podían empezar luego de que los libros fueran publicados en inglés. Por lo tanto, se dio un retardo de varios meses hasta que las traducciones estuvieran disponibles. Esto derivó en que muchas copias de las ediciones en inglés se vendieran a fanáticos impacientes en muchos países de habla no inglesa. Tanta fue la impaciencia para leer el quinto libro, que su edición británica se convirtió en el primer libro de lengua inglesa en lograr el primer puesto en la lista francesa de best sellers.[]

Las ilustraciones que presenta esta trigésima segunda edición está realizadas por Dolores Avendaño. Como se puede observar en la ilustración, Harry Potter, en mitad de la noche, aparece sobrevolando, con su escoba, un lustroso castillo, Hogwarts, que se encuentra rodeado por un vasto bosque y un suntuoso lago, intentando coger una switch dorada, una pelota dorada con alas, una pelota que forma parte de uno de los deportes más importantes del mundo mágico de J. K. Rowling, el quidditch. En las murallas del castillo se puede observar como un perro de tres cabezas está asomada (Fluffy) y, en mitad del bosque, un unicornio cabalga huyendo desesperadamente de algo que está acechándolo.

En la contraportada de esta edición , la ilustradora, Dolores Avendaño, retrata la figura de Albus Dumbledore, uno de los personajes más intrigantes de esta apasionante historia, el cual sostiene en sus manos un objeto tan brillante que impide contemplarse con claridad. Se puede deducir dos posibles objetos que pueda sostener el director de Hogwarts; por un lado, puede estar sosteniendo la nitch dorada que Harry Potter consigue en su primer partido de Quidditch, un objeto que será de vital importancia en la última entrega de la heptalogía protagonizada por Harry Potter; o, por otro lado, puede estar sosteniendo la deseada piedra filosofal, un artilugio creado por Nicolás Flamel, la cual es el objeto que intenta conseguir Lord Voldermort.

Junto a esta ilustración de la contraportada aparecen dos textos diferentes, los cuales son los siguientes:

- Una breve sinopsis de la obra, la cual argumenta lo que viene a continuación:
“Harry Potter se ha quedado huérfano y vive en casa de sus abominables tíos y del insoportable primo Dudley. Harry se siente muy triste y solo, hasta que un buen día recibe una carta que cambiará su vida para siempre. En ella le comunican que ha sido aceptado como alumno en el colegio interno de Hogwarts de magia y hechicería.  A partir de este momento, la suerte de Harry da un vuelco espectacular. En esa escuela tan especial aprenderá encantamientos, trucos fabulosos y tácticas de defensa contra las malas artes. Se convertirá en el campeón escolar de quidditch, especie de fútbol aéreo que se juega montando sobre escobas, y se hará un puñado de buenos amigos… aunque también algunos temibles enemigos. Pero sobre todo, conocerá los secretos que le permitirán cumplir con su destino. Pues, aunque no lo parezca a primera vista, Harry no es un chico común y corriente. ¡Es un verdadero mago!”

- Y una enumeración de las obras que, hasta aquel momento, puesto que a día de hoy se han publicado ya todas las novelas de la colección de Harry Potter, se habían publicado de esta intrincada colección. La colección publicada por aquel entonces es la siguiente:

Serie HARRY POTTER:
1.      La piedra filosofal
2.      La cámara secreta.
3.      El prisionero de Azkaban
4.      El cáliz de fuego.





[1] TODOROV, T (1966) “ Les catégories du récit littéraìre”, vers. esp. “Las categorías del relato literario” en Análisis estructural del relato, Buenos Aires.
[2] GENETTE, G (1972) Figures III, Paris, Seuil.
[3] ROMERA CASTILLO, J (1978), Teoría y técnica del análisis narrativo, en J. Talens, J. Romera Castillo, A. Tordera y V. Hernández Esteve, Elementos para una semántica del texto artístico, Madrid, Cátedra.
[4] PROPP, V (1928) Morfología del cuento, Madrid, Fundamentos. El modelo de Propp está constituído a partir del concepto de función. “Comparemos entre sí los siguientes casos: 1) El rey da un águila a un valiente. El águila se lleva a este a otro reino. 2) Su abuelo da un anillo a Sutchenko. El caballo se lleva a Sutchenko a otro reino. 3) Un mago da una barca a Iván. La barca se lleva a otro reino a Iván, etc. En los casos citados encontramos valores constantes y valores variables. Lo que cambia son los nombres (y al mimos tiempo los atributos) de los personajes; lo que no cambia son sus acciones o sus funciones. Se puede sacar la conclusión de que el cuento atribuye a menudo las mismas acciones a personajes diferentes. Esto es lo que nos permite estudiar los cuentos a partir de las funciones de los personajes”. La función no se identifica directamente con la acción cumplida, sino precisamente con la acción de un personaje definido desde el punto de vista de su significación en el desarrollo de la intriga.
[5] BARTHES, R (1974) Introducción al análisis estructural del relato, Buenos Aires, Tiempo Contemporáneo.
[6] VILLANUEVA, D. (1989), El comentario de textos narrativos: la novela, Gijón, Júcar.
[7] TODOROV, T.(1966) Poética, Paris, Seuil.
[8] GREIMAS, A. J. (1973) “Les actants, les acteurs et les figures”, en Chabroll.
[9] CHATMAN, S, (1978), Historia y discurso. La estructura narrativa en la novela y en el cine, Madrid, Taurus, 1990

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