Estimados poeliteratos:
En esta entrada incorporo un artículo sobre la obra de J.K.Rowling, Harry Potter y la piedra filosofal.
Espero que os guste.
Atentamente,
Alejandro Aguilar Bravo.
1. INTRODUCCIÓN
a. El género fantástico
Antes de adentrarnos en el análisis semiótico de esta novela de
J.K.Rowling, Harry Potter y la piedra
filosofal, es preciso detenernos dentro del género literario al cual
pertenece la mencionada obra. La mayoría de los críticos literarios tienden a
clasificarla dentro de la literatura fantástica. Pero, ¿qué es el género
fantástico?
Este puede entenderse como aquel género literario de ficción, generalmente
escrito en forma de novela o relatos cortos, cuya principal característica es
el empleo de la magia u otros hechos sobrenaturales como elemento primario para
poder crear el argumento, la temática o el ambiente.
Cuando se habla del género fantástico, normalmente suele asociarse con la
ciencia ficción y con el terror, puesto que estos dos subgéneros, junto con la
fantasía, tienen elementos comunes, como, por ejemplo, que están totalmente
alejados de la realidad o especulaciones de cómo podría entenderse nuestra
realidad. Sin embargo, es necesario distinguir estos tres conceptos de
fantasía, ciencia ficción y terror, ya que, a pesar de sus equivalencias tienen
diferencias. La fantasía suele tratar, como se ha mencionado, temas
relacionados con la magia, elementos sobrenaturales, etc…, mientras que el
terror suele llevarse a cabo en el presente con la intención de aterrorizar al
lector y la ciencia ficción se ambienta en un mundo cargado de elementos
tecnológicos en el futuro.
De todos modos, dentro de este estudio es necesario hablar de varios
autores que han teorizado sobre el asunto en cuestión. Uno de los autores más
importantes de la narratología es Tzvetan Todorov, autor de la obra “Introducción a la literatura fantástica”.
Dentro de esta obra de gran importancia en el ámbito de la teoría de la Literatura , Todorov
diferencia tres categorías dentro de la ficción no realista: lo maravilloso, lo
insólito y lo fantástico. Cada uno de estos géneros se basa en la forma de
explicar los elementos sobrenaturales que caracterizan su manera de narración.
Si el fenómeno sobrenatural se explica racionalmente al final del relato,
como es el caso de las novelas
policíacas de Agatha Christie como “Poirot
en Egipto” o “Misterio en el Caribe”,
estamos ante el género de lo insólito. Lo que a primera vista parecía escapar a
las leyes físicas del mundo tal y como se conoce no es más que un engaño de los
sentidos que se resolverá según estas mismas leyes.
Por otro lado, si el fenómeno natural permanece sin explicación cuando se
acaba el relato, entonces nos encontramos ante lo maravilloso. Tal sería el
caso de los cuentos de hadas, fábulas, leyendas, etc… donde los detalles
irracionales forman parte del universo como de su estructura. Para Todorov, el
género fantástico se encuentra entre lo insólito y lo maravilloso, y sólo se
mantiene el efecto fantástico mientras el lector duda entre una explicación
racional y una explicación irracional. Asimismo, rechaza el que un texto
permanezca fantástico una vez acabada la narración: es insólito si tiene
explicación y maravilloso si no la tiene. Según él, lo fantástico ocupa más que
el tiempo de la incertidumbre hasta que el lector opte por una opción u otra.
Sin embargo, no sólo Tzvetan Todorov ha escrito únicamente sobre el género
fantástico, ya que otros autores de gran relevancia lo han hecho, como es el
caso del teórico P.G. Castex, el cual define lo fantástico como una ruptura en
la trama de la realidad cotidiana. En un contexto realista se produce un
acontecimiento fuera de lo normal que, poco a poco, atrae la atención del
protagonista hasta que invade completamente su mundo y lo modifica. La
normalidad queda de esta forma anulada. Su percepción de la realidad será
totalmente distinta a partir de esta existencia perturbadora.
No obstante, el crítico Guy de Maupassant, autor de la obra “Lo fantástico”, uno de los primeros
teóricos del género, aunque en su obra no dejó clara la distinción entre lo
fantástico y lo insólito, sí diferenció lo maravilloso de lo fantástico. Según
el crítico francés, el hombre de finales del siglo XIX ya no puede creer en las
leyendas antiguas y su percepción de lo sobrenatural ha cambiado para siempre,
achacando este cambio a los progresos técnicos que han influido
sobresalientemente en el ser humano y en su visión del mundo. El lector ya no
es tan crédulo y las supersticiones y leyendas ya no le asustan. Por ello, el
autor debe mostrar más sutileza para provocar el escalofrío de inquietud y duda
del propio género.
También es necesario destacar a otra celebridad dentro del estudio de lo
fantástico, Ana María Barrenechea, consciente de las contradicciones del
estudio de Todorov. Barrenechea define la literatura fantástica como la que
presenta en forma de problemas hechos anormales, anaturales o irreales en
contraste con hechos reales, normales o naturales. Esta autora afirma que el
conflicto se crea cuando se encuentra de frente con la realidad, o lo que puede
ser considerado como normal.
Como tal, siguiendo a continuación a Daniel F. Ferreras, quien afirma que
la definición del género fantástico se tiene que esbozar no sólo dentro del
ámbito histórico, como manifestación artística originada por el cambio de
mentalidad que supone la revolución industrial, sino también en el ámbito
estructural, como conjunto de parámetros narrativos íntimamente ligados al buen
funcionamiento de un relato fantástico, se pueden identificar tres aspectos que
nos permiten distinguir a la narración fantástica, los cuales serán: 1) El elemento sobrenatural inédito, es decir,
que toda narración fantástica debe presentar elementos fantásticos, elementos
que vayan en contra de la naturaleza, los cuales estén fuera de nuestra
tradición cultural y que tienen que permanecer sin explicación en toda la
narración; 2) Tiene que contener un universo
identificable o de hiperrealidad, es decir, que el universo en el que se
desarrolla la narración fantástica tiende a ser una réplica del nuestro. 3) y,
por último, tiene que darse una ruptura
total entre el protagonista y el
universo, esto es, la narración fantástica tiende a oponer al protagonista,
víctima del fenómeno fantástico, con sus estructuras sociales, oposición que se
puede analizar en términos de razón contra irracionalidad, realidad contra
irrealidad, individuo contra colectividad.
Estas tres características estructuran al género fantástico, apareciendo
cada una de ellas en la obra de J.K.Rowling, Harry Potter y la piedra filosofal. En ella, el elemento
sobrenatural inédito, que va contra las leyes de la naturaleza, es la magia;
aparece un universo fantástico, el mundo de Hogwarts, que, a pesar del elemento
fantástico, tiende a tener la misma base. Y en ella también se da una ruptura
total entre Harry Potter y el mundo que lo rodea.
Todos estos autores (Todorov, Ferreras, Barrenechea, etc.) han intentado
definir el género fantástico y todas éstas definiciones son válidas y
complementarias, puesto que todas ellas sirven para comprobar que este género
merece la pena ser analizado y estudiado, ya que es uno de los géneros
narrativos que más atrae al público, tanto adulto como juvenil.
2.
SINTAXIS
De esta obra de J. K. Rowling, Harry Potter y la piedra filosofal, se
pueden encontrar un total de más de 30 ediciones. Este producto literario, el
que constituirá el texto objeto de este análisis, fue editado en español en
marzo de 1999 en la colección editorial Salamandra.
Esta trigésima segunda edición ocupa un total de 256 páginas, abarcando la
historia dese la página 9 hasta la página 254, distribuidas a lo largo de 17
capítulos. Estos capítulos presentan la siguiente extensión y distribución:
·
El niño que vivió [14 páginas (9-22)]
·
El vidrio que se desvaneció [11 páginas
(23-33)]
·
Las cartas de nadie [12 páginas (34-45)]
·
El guardián de las llaves [12 páginas
(46-57)]
·
El callejón Diagón [21 páginas (58-78)]
·
El viaje desde el andén nueve y tres
cuartos [21 páginas (79-98)]
·
El sombrero seleccionador [14 páginas
(99-112)]
·
El profesor de pociones [10 páginas
(113-122)]
·
El duelo a media noche [16 páginas
(123-138)]
·
Halloween [13 páginas (139-151)]
·
Quidditch [11 páginas (152-162)]
El espejo de Oesed [17 páginas (163-179)
·
]
·
Nicolás Flamel [10 páginas (180-189)]
·
Norberto, el rigback noruego [11 páginas
(190-200)]
·
El bosque prohibido [16 páginas (201-216)]
·
A través de la trampilla [20 páginas
(217-236)]
·
El hombre con dos caras [18 páginas
(237-254)]
Una primera introducción a la morfosintaxis de la obra que constituye el
objeto real de estudio, nos lleva inevitablemente a diferenciar lo que Todorov[1]
llamaba historia y discurso, y Genette[2], historia
o diéresis en oposición a relato o narración. Nos estamos refiriendo a la
distinción entre lo que es contado, el contenido de lo narrado, la sucesión
lógica y temporal de los acontecimientos en su existencia virtual; historia; y
la forma de contar, la disposición sintagmática concreta y objetiva de la
narración; discurso o relato; cuya materialización constituye el texto.
Así expuesto, la “historia” de esta primera novela de J. K. Rowling, Harry
Potter y la piedra filosofal, puede quedar resumida como se presenta a
continuación. El 1 de noviembre de 1989, cerca del número 4 de Privet Drive,
tres personas de aspecto extravagante, Albus Dumbledore, Minerva Mcgonogall y
Rubeus Hagrid, se reúnen con el fin de dejar ante la puerta de esa casa a un
bebé, Harry Potter. Según la conversación que mantienen estos personajes, el
mago tenebroso más perverso de los últimos tiempos, Lord Voldemort, en la noche
de Halloween, asesinó a los padres de Harry, James y Lily Potter; sin embargo,
en el momento que iba a asesinar al chico, algo sucedió que acabó por destruir
al atacante. De esta forma, el chico quedó huérfano y, según la decisión de
Albus Dumbledore, debería pasar su infancia en la casa de sus únicos parientes,
los Dursley, hasta que tuviera la suficiente edad para entrar en contacto con
el mundo mágico.
Once años después, Harry Potter creció sin ningún tipo de cariño, puesto
que en casa de sus tíos lo habían tratado como a un marginado, como a un
sirviente, y sin saber nada de su pasado, puesto que los Dursley despreciaban
todo aquello que tuviera que ver con la magia. No obstante, el chico notaba que
era especial, puesto que a su alrededor, cuando se encontraba en una situación
extrema, sucedían hechos inimaginarios, como que pudiera hacer desaparecer
cristales con solo pensarlo, hablar con las serpientes, etc…
Un día llegó al número 4 de Privet Drive, junto al correo diario, una carta
dirigida a Harry Potter con remitente desconocido. Antes de que pudiera abrir
su correspondencia, su tío, Vernon Dursley, se la arrebató de sus manos e
impidió de esta forma que pudiera leerla. Sin embargo, siguieron llegando más y
más cartas, hasta que los Dursley y Hagrid tuvieron que abandonar el lugar.
Pensando que iban a estar seguros, se marcharon a una isla alejada del resto
del mundo.
No obstante, a pesar de que la isla estaba totalmente alejada de la
sociedad, la noche del 1 de Julio, apareció Rubeus Hagrid para darle en persona
a Harry Potter su carta, en la que se exponía que había sido admitido en el
colegio de Hogwarts, la mejor institución de magia que se conocía. Esa misma
noche, Hagrid y nuestro protagonista abandonan a los Dursley para comprar los
materiales que le hacían falta para su primer año en el colegio. Para ello,
fueron al callejón Diagón, siendo éste el primer contacto de Harry Potter con
la sociedad mágica.
Ya en el callejón Diagón, Hagrid acompaña a Harry al banco mágico de
Gringots, uno de los lugares más protegidos y seguros del mundo mágico. Allí
Harry saca una suma bastante cuantiosa de dinero –una pequeña fortuna que le
dejaron sus padres antes de morir. Pero, antes de que Harry fuese a su cámara
acorazada, Hagrid extrae de la cámara 713 un pequeño envoltorio cuyo interior
atrae la atención de Harry.
Una vez terminada sus compras, Harry, junto con Hedwig, su lechuza, que le
había regalado Hagrid por su cumpleaños, tuvieron que volver a la casa de los
Dursley para terminar con ellos lo que le quedaba de verano.
El uno de septiembre, sus tíos acompañaron a Harry a la estación de
ferrocarril King´s Cross para poder coger el expreso de Hogwarts. Una vez
dentro del ferrocarril, Harry conoce a Ron Weasley, su mejor amigo, y Hermione
Granger, una chica sabelotodo que desde un primer instante a ambos chicos no
les cayó nada bien. Además, es necesario afirmar que dentro del expreso de
Hogwarts conoce a Draco Malfoy y sus inseparables Crabbe y Goyle, sus
principales enemigos.
Una vez abandonado el expreso y adentrado en las puertas principales del
colegio Hogwarts de magia y hechicería, todos los alumnos deben ser
seleccionados para una de las cuatro casas que componen la institución mágica
mencionada: Gryffindor, Slytherin, Ravenclaw y Hufflepuff. Harry, Ron y
Hermione son seleccionados en Gryffindor, mientras que Draco Malfoy y sus
inseparables compañeros en Slytherin. Estando ya seleccionados, el director del
colegio, Albus Dumbledore, tras su rutinario discurso de bienvenida, avisa a
todos los alumnos que se puede acceder a cualquier rincón de Hogwarts, excepto
a una zona del tercer piso.
A partir de este momento, comienza la vida en Hogwarts. Nuestros
protagonistas tienen que ir a diversas clases como las de pociones, cuyo
profesor es Severus Snape, la de transformaciones con Minerva Mcgonogall, la de
Defensa contra las artes oscuras con el profesor Quirrell o clases de vuelo con
la profesora Hooch entre otros. Además, debido a circunstancias adversas, le
hacen miembro del equipo de Quidditch de Gryffindor.
Tras enterarse en el periódico “El Profeta” de que han intentado robar en
Gringots el mismo día que él estuvo por primera vez allí, sufre un pequeño
percance con Draco Malfoy; esto hace que ambos rivales se reten en un duelo a
media noche. Harry, Ron, Neville y Hermione (estos dos últimos sin
proponérselo) llegan al lugar donde se había citado con Malfoy. Al momento se
da cuenta de que es una trampa y los amigos huyen a toda costa llegando a una
habitación del tercer piso (la habitación que Albus Dumbledore había prohibido
en la ceremonia de inauguración). En esa habitación se encuentran con un perro de
tres cabezas, Fluffy, el cual está custodiando una trampilla.
La relación entre los chicos y Hermione es bastante peliaguda,
especialmente por parte de Ron. En la mañana de Halloween Ron tiene un
encontronazo con ella, obteniendo como consecuencia que la chica se encierre en
los lavabos todo el día. Poco después de que empezara la cena de Halloween y
sin que Hermione diese señales de vida, el profesor Quirrell anuncia que un
troll se ha escapado de las mazmorras y se encuentra deambulando por el castillo.
Harry y Ron deciden buscar a su amiga, puesto que temen por su seguridad. Al
llegar a los lavabos se percatan de que el troll está atacando a Hermione y
entre ambos chicos logran neutralizarlo. Desde ese momento, Harry, Ron y
Hermione se hacen inseparables.
Pasado unos días, comienza el primer partido de Quidditch. En mitad del
partido, Harry sufre un ataque, pero, gracias a la ayuda de Hermione, consigue
superarlo y ganar el partido. Según Hermione, Harry fue víctima de un maleficio
provocado por Severus Snape. Esa misma tarde, los chicos deciden contar sus
experiencias a Hagrid. Tras una breve conversación, los chicos descubren que lo
que custodia Fluffy es la piedra filosofal, un artilugio muy poderoso creado
por Nicolás Flamel.
Llegan las vacaciones de Navidad a Hogwarts. Harry y Ron deciden pasar las
vacaciones allí y, de esta forma, intentar descubrir alguna pista sobre la
piedra filosofal y su creador. El día de Navidad Harry recibe un regalo de
alguien anónimo, una capa de invisibilidad. Esa misma noche le da uso y se
adentra en la sección prohibida de la biblioteca. Una vez dentro, empieza a
buscar información, pero, nada más empezar, tiene que salir huyendo, puesto que
el señor Filch se percata de que alguien se encuentra en la biblioteca. En su
huida, Harry se esconde en una habitación, encontrando de esta manera el espejo
de Oesed, un espejo que muestra los deseos de aquel que se refleje.
Durante unos días, Harry solo vive para mirarse en ese espejo, puesto que,
gracias a este artilugio, el muchacho ha podido conocer a sus padres, su mayor
deseo, hasta que, una mañana, Albus Dumbledore aparece en mitad de la sala y
explica los pésimas consecuencias que ese espejo podría atraer, así que le
aconseja que deje de mirarse en él.
Una vez terminadas las fiestas de Navidad, se vuelven a retomar las clases
en el colegio. Gracias a la inestimable ayuda de Hermione, ésta descubre quien
es Nicolás Flamel, el creador de la piedra filosofal. Ese mismo día, Harry
juega el último partido de Quidditch, obteniendo la victoria y, con ello, la
copa de Quidditch.
Tras el partido, los chicos deciden visitar a Hagrid y contarles todo lo
sucedido. Cuando llegan se percatan que el guardián de las llaves esconde algo,
un huevo de dragón, hecho que está penalizado en la comunidad mágica. Al ver lo
sucedido, los chicos se ponen en contacto con uno de los hermanos mayores de
Ron, Charlie, el cual era un cuidador de dragones. Éste cita a uno de sus
amigos con los chicos en la torre de astronomía una noche con el fin de que
éstos se lleven al dragón y evitarle problemas a Hagrid. Después de devolver al
dragón, los chicos son castigados por la profesora Mcgonogall, ya que éstos han
sido delatados por Malfoy, el cual también ha sido castigado junto con Neville
(estaba perdido por los pasillos). El castigo impuesto fue patrullar con Hagrid
en el bosque prohibido. Algo o alguien está matando a los unicornios y Hagrid
está decidido en descubrirlo.
Dentro del bosque Prohibido, Harry se separa del grupo y se produce algo
insospechado: el primer encuentro entre el muchacho y Lord Voldemort. Gracias a
la ayuda de Firenze, Harry sale con vida de ese encuentro.
Pasan los días hasta que llegan los exámenes finales de Hogwarts. Después
de terminar el último examen, Harry se entera de que el director del colegio,
Albus Dumbledore, ha tenido que abandonar su puesto para poder tratar unos
asuntos en el ministerio y se percata del peligro que ello puede provocar. En
ese instante, acompañado de Ron y Hermione en todo momento, encaja la última
pieza del rompecabezas, Hagrid. Éste le reveló el método de cómo amansar a
Fluffy a aquella persona que le dio el huevo de dragón, la persona que intenta
por todos los medios conseguir la piedra filosofal.
En ese instante corren a la habitación que custodia Fluffy. Cuando llegan
se encuentra al cancerbero dormido profundamente, puesto que a su lado se
escuchaba una dulce melodía, la única forma para poder calmar a Fluffy. Tras
pasar la trampilla, los chicos tienen que franquear una serie de pruebas de gran
dificultad, como recoger una llave voladora, un tablero de ajedrez mágico
gigante, etc., siendo Harry el único que quede en pie para poder enfrentarse a
aquella persona que quiere obtener el artilugio de Nicolás Flamel.
Ya en la última sala, en cuyo centro se encontraba el espejo de Oesed,
pensando Harry que se tendría que enfrentar a Severus Snape, se da cuenta de
que estaba terriblemente equivocado. Aquél era, en realidad, el profesor
Quirrell. Después de una larga conversación y de que revelara que detrás de
todo esto se encontraba Lord Voldemort, el cual había poseído al profesor
Quirrell, Harry obtiene la piedra filosofal y consigue derrotar a sus enemigos.
Después de que todo esto sucediera, Gryffindor consigue la copa de las
casas gracias a la valentía de Harry, Ron, Hermione y Neville.
Después de esto, Harry tiene que volver a casa de sus tíos maternos para
poder pasar el verano con ellos.
Adoptando el modelo de análisis semiótico del profesor Romera Castillo[3],
se distinguirán en el nivel sintáctico la estructura funcional del presente
producto narrativo, así como su organización secuencial y sus actores y
actantes.
A partir de las concepciones de
Veselovski y Tomashevski sobre los “motivos” como unidades atómicas mínimas de
la narración y, sobre todo, del trabajo de Propp[4] sobre las
funciones del cuento folklórico ruso, siendo concebidas como “la acción de un
personaje definida desde el punto de vista de su significación en el desarrollo
de la intriga”, el análisis funcional fue objeto de un importante desarrollo
por la narratología estructuralista, principalmente por Barthes[5],
quien desarrolló la categoría de función y estableció una distinción entre:
- Funciones distribucionales, que comprenden las operaciones narrativas y
se subdividen en primarias o cardinales, que constituyen acontecimientos
centrales en la progresión de la acción, y secundarias o catálisis, que son
notas subsidiarias, momentos de pausa de la acción.
- Funciones integrativas o indicios, que se incluyen en el estrato
superior, tienen más valor semántico que sintáctico y comprenden los indicios,
que sólo sugieren significados de manera poco clara, y las informaciones, que
aportan significaciones espacio-temporales con respecto a la acción.
Siguiendo el anterior modelo
barthesiano, se pueden determinar las siguientes funciones cardinales en el
producto narrativo de J.K.Rowling, Harry Potter y la piedra filosofal,
atribuyéndoles un orden, según su sucesión en la narración, para identificarlas
y posteriormente relacionarlas con otras unidades sintácticas:
(1) Harry es abandonado en la
puerta de sus tíos maternos, los Dursley. (2) Visita al zoológico con sus tíos.
(3) Desaparición del cristal de la jaula de la boa constrictor. (4) Llegan
cartas de remitente desconocido al número 4 de Privet Drive. (5) Siguen
llegando cartas, lo que provoca que la familia Dursley y Harry Potter huyan
despavoridos. (6) Harry Potter y sus tíos llegan a una isla alejada del mundo.
(7) Rubeus Hagrid se presenta ante Harry en el día de su undécimo cumpleaños
para darle su carta en persona. (8) Harry Potter se marcha con Hagrid. (9)
Llegada al Caldero Chorreante. (10) Entrada al callejón Diagón. (11)Sacan
dinero en Gringotts, el banco mágico, para que Harry Potter pueda comprar sus
materiales escolares y un pequeño paquete extraído de la cámara 713. (12)
Regreso a casa de sus tíos. (13) Llegada a la estación de King Cross. (14) La
búsqueda del andén nueve y tres cuartos. (15) Harry Potter coge el expreso de
Hogwarts. (16) Llegada al colegio de Hogwarts de Magia y Hechicería. (17)
Ceremonia del sombrero seleccionador. (18) Discurso de bienvenida de Albus
Dumbledore, donde se expone claramente la prohibición para poder entrar en una
de las habitaciones del tercer piso. (19) Comienzo de las clases de Hogwarts.
(20) Se publica en “El profeta”, el periódico de tira diaria más importante de
la comunidad mágica, que se ha dado un intento de robo sin éxito el mismo día
que Harry Potter se encontraba allí. (21) Harry aprende a volar en clases de
vuelo con la profesora Hooch. (22) Harry se cita en duelo con Draco Malfoy a
media noche. (23) Harry y sus amigos llegan al lugar donde habían quedado con
Draco Malfoy, pero se dan cuenta de que era una trampa. (24) Intentan escapar
de los profesores y el vigilante para evitar ser expulsados y en su huída se
esconden en la parte prohibida por Albus Dumbledore. (25) Primer encuentro con
Fluffy. (26) En la noche de Halloween, aparece un troll, provocando el pánico
en el alumnado del colegio. (27)Harry y Ron intentan salvar a Hermione del
troll. (28)Primer partido de Quidditch. (29) Intento de derribo de Harry de la
escoba por parte de Snape. (30) Visita a la casa de Hagrid para contarle lo
ocurrido y, sin darse cuenta, el guardián de las llaves les revela el nombre de
Nicolás Flamel. (31) Alguien regala a Harry una capa de invisibilidad por
Navidad. (32) Incursión a la sección prohibida de la biblioteca. (33) Mientras
escapa de la biblioteca, encuentra el espejo de Oesed. (34) Primera
conversación directa con Albus Dumbledore. (35) Hermione localiza a Nicolás
Flamel, descubriendo que es el creador de la piedra filosofal. (36) Hagrid
consigue un huevo de dragón, Norberto, un ridgeback noruego. (37) Para evitar
que Hagrid tenga problemas, le dan el dragón a unos amigos del hermano de ron,
Charlie, que es criador de dragones. (38) Son pillados in fraganti por los
pasillos de Hogwarts. (39) Como castigo, tienen que patrullar con Hagrid los
castigados (Neville, Ron, Harry y Draco) en el bosque prohíbido. (40) Primer
encuentro entre Harry y lo que queda de Lord Voldemort. (41) Albus Dumbledore
abandona Hogwarts por asuntos del ministerio. (42) Harry se da cuenta del
peligro, percatándose de que Hagrid ha sido engañado. (43) Segundo encuentro
con Fluffy. (44) La primera prueba: el lazo del diablo. (45) La segunda prueba:
las llaves voladoras. (46) La tercera prueba: el tablero de ajedrez gigante.
(47) La cuarta prueba: La prueba de la poción. (48) La última prueba: el
encuentro con el profesor Quirrel/Lord Voldemort. (49)La ceremonia de fin de
curso. (50) El regreso con los Dursley para pasar el verano.
Como se puede apreciar, estas
funciones son, en el sentido de Barthes, verdaderos nudos o núcleos narrativos,
hechos centrales en la progresión del relato unidos entre sí en el discurso por
relaciones lógicas y cronológicas. La mayoría de ellas se refieren al proceso
de indagación dinámica de Harry, Ron y Hermione para saber qué es lo que se
esconde en el colegio y quién es la persona que quiere conseguir dicho objeto a
toda costa (de la 20 a
la 50), siendo bastante menos (de la 1 a la 19) las que se corresponden con la
introducción de la historia y los personajes principales de la misma. También
es cierto que, a partir de la vigésima edición, aparecen una serie de
acontecimientos que se pueden considerar como menores, pero que sirven para
conectar las funciones principales.
Junto a estas funciones cardinales
o primarias, coexisten numerosas catálisis, acontecimientos no trascendentales
para el desarrollo de la acción, aunque aluden a los actos de los diferentes
personajes (Pasar por el retrato de la señora gorda, andar por las tiendas del
callejón Diagón, recibir las clases del colegio, etc…), algunas de las cuales,
más dilatadas, ocupan amplios segmentos textuales como se puede observar,
verbigracia, en el primer capítulo, en donde se observa con detalle cómo los
muggles, representados por la familia Dursley, sin darse cuenta, vivieron el
día en el que Lord Voldemort fue derrotado. Este capítulo dilata la acción
principal de la novela, puesto que, como ya se ha indicado en la primera
función de esta propuesta semiótica, lo primordial del mencionado capítulo es
como Harry Potter es abandonado en la puerta de la casa de sus tíos maternos; también, a partir del capítulo 8 hasta el
final de la historia, se introducirán una serie de catálisis o funciones
secundarias que hacen que la acción de la historia se dilate. En este caso se
debe mencionar momentos como cuando en el quinto capítulo “El callejón Diagón”
Harry Potter y Rubeus Hagrid compran los materiales básicos que le hacen falta
para llevar a cabo su aprendizaje en el colegio Hogwarts de Magia y Hechicería,
en el noveno capítulo, con los continuos encontronazos que nuestros
protagonistas tienen con Peeves, un fantasma burlón, que, desde mi humilde
punto de vista, pienso que es un elemento cómico que la autora introdujo en la
historia con el único fin de entretener aún más al lector, los aprendizajes de
las clases, etc… No obstante, estas funciones secundarias o catálisis nos
sirven para comprender mejor como era la vida en este fantástico lugar.
Las funciones integrativas son
también abundantes. Dentro de ellas nos encargaremos del estudio de los
indicios y las informaciones. Los indicios revisten especial importancia porque
van permitiendo al protagonista ir avanzando paulatinamente en su búsqueda y
llenando de sentido los diversos interrogantes; hasta cierto punto se podría
decir por ello, en general, que este relato es una novela indicial, un relato
donde los indicios tienen un peso más específico para el desarrollo de la
acción que en otras modalidades narrativas. Así, en el segundo capítulo, Harry
Potter piensa que a su alrededor suelen suceder hechos bastante extraños como,
verbigracia, cuando su tía Petunia, en
una ocasión, cansada de que el muchacho volviera de la peluquería como si no
hubiera ido, cogió unas tijeras de la cocina y le cortó el pelo casi al rape,
sin embargo, a la mañana siguiente, descubrió al levantarse que su pelo estaba
exactamente igual que antes de que su tía se lo cortara, o cuando su tía
intentó meterlo dentro de un repugnante jersey viejo de Dudley, el cual le
debería haber quedado bastante grande, pero cuando ella lo consiguió la prenda
le quedaba perfectamente al muchacho, etc…
En los capítulos tercero y cuarto también encontramos indicios que nos
hacen pensar que Harry es un niño especial en el momento en que recibe una
serie de cartas de remitente desconocido, hecho que provoca la huida de la
familia Dursley y el chico, hasta que tiene que personificarse Rubeus Hagrid en
el lugar donde se escondían y darle la carta en persona, una carta que decía lo
siguiente:
COLEGIO HOGWARTS DE MAGIA
Director: Albus Dumbledore
(Orden de Merlín, Primera Clase,
Gran Hechicero, Jefe de Magos,
Jefe Supremo, Confederación
Internacional de Magos).
Querido Señor Potter:
Tenemos el placer de
informarle de que dispone de una plaza en el Colegio de Hogwarts de Magia. Por
favor, observe la lista del equipo y los libros necesarios.
Las clases comienzan el 1 de septiembre. Esperamos su lechuza antes del 31
de julio.
Muy cordialmente,
Minerva McGonogall
Directora Adjunta.
Este indicio nos permite saber que realmente Harry pertenece a una sociedad
totalmente distinta en la que él se encontraba desde el día de su nacimiento.
También se pueden encontrar indicios en otros momentos de la novela, como
es el caso del quinto capítulo, cuando
Hagrid y Harry se dirigen al callejón Diagón. Antes de comprar sus artículos
mágicos, Hagrid decide que Harry tiene que ir al banco a sacar dinero para
poder obtener todo lo que necesita, así que se dirigen a Gringots. Una vez que
Harry ha conseguido una cantidad cuantiosa de dinero, Hagrid visita la cámara
713 para recuperar un objeto de gran valor para poder custodiarlo en Hogwarts.
El objeto que recoge Hagrid es uno de los indicios claves de esta novela.
Otro indicio clave de la novela se observa en el séptimo capítulo se puede
observar un indicio con bastante claridad cuando el director del colegio Hogwarts
de Magia y Hechicería, Albus Dumbledore, en su discurso de cierre de la
ceremonia de inauguración afirma lo siguiente:
“Y por último, quiero deciros que este año el pasillo del tercer piso, del
lado derecho, está fuera de los límites permitidos para todos los que no deseen
una muerte muy dolorosa”
En el instante que Albus Dumbledore argumenta esto, provoca que todos los
alumnos se interesen y se pregunten qué es lo que se esconde en dicho lugar.
En el capítulo octavo, mientras Harry y sus amigos están en el comedor,
recogen un periódico, el Profeta, el cual afirma lo siguiente:
RECIENTE
ASALTO EN GRINGOTTS
Continúan las investigaciones del asalto que tuvo lugar en Gringotts el 31
de Julio. Se cree que se debe al trabajo de oscuros magos y brujas
desconocidos.
Los gnomos de Gringotts insisten en que no se han llevado nada. La cámara
que se registró había sido vaciada aquel mismo día.
"Pero no vamos a decirles qué había allí, así que mantengan las
narices fuera de esto, si saben los que les convienen”, declaró esta tarde un
gnomo portavoz de Gringotts.
Este indicio, el cual sucedió el mismo día en el que Harry fue por primera
vez a Gringotts, refuerza el misterio del objeto que Hagrid se llevó aquel
mismo día.
En el noveno capítulo se da un indicio muy importante: el acceso a la
habitación prohibida por parte de Albus Dumbledore. Allí encuentra a Fluffy, el
perro cancerbero. Este perro tiene como principal misión proteger una
trampilla, hecho que se da cuenta únicamente Hermione.
En el capítulo catorce, se da un indicio relevante. Alguien misterioso
regala a Hagrid un huevo de dragón, un hecho que estaba prohibido en la
comunidad mágica. Este hecho es misterioso puesto, que es bastante raro que
alguien se pasee con un huevo de dragón por allí. Este misterio no se resuelve
hasta el capítulo decimosexto, puesto que cuando le regalaron el huevo de
dragón, Hagrid, como agradecimiento, revela el único método para poder
neutralizar a Fluffy.
Todos estos indicios permiten que la historia se desarrolle y, sin ellas,
las funciones primarias no tendrían sentido. Por lo tanto, desde mi punto de
vista, pienso que éstas son las funciones más importantes dentro de este
análisis semiótico.
Con respecto a estas funciones integrativas, las informaciones apartan
referencias realistas y directamente significantes sobre el discurso; permiten
marcar las circunstancias ambientales de los hechos narrados, situarlos en
diversos momentos y lugares generando la espacialización y la temporalización
del discurso de que habla Darío Villanueva.[6]
En un primer instante se analizarán los signos de carácter temporal, los
cuales son de vital importancia. Todas las novelas de JK Rowling transcurren a
lo largo de cada curso escolar, empezando el uno de septiembre y concluyendo
tras comenzar las vacaciones de verano.
En este primer capítulo, la historia comienza diez años antes de la
historia principal, en el momento en que Albus Dumbledore, Minerva McGonogall y
Rubeus Hagrid dejan a Harry en la puerta de sus tíos. Se sabe que estos
personajes abandonan al niño el uno de noviembre en la puerta de su familia
materna, puesto que en el cuarto capítulo Rubeus Hagrid afirma lo siguiente: “Tal vez pensó que podía persuadirlos… O quizá
simplemente quería quitarlos de en medio. Lo que todos saben es que él apareció
en el pueblo donde vosotros vivías, el día de Halloween, hace diez años. Tú
tenías un año. El fue a vuestra casa y… y…” De todos modos, antes de que
Hagrid dijera que habían transcurrido diez años, este periodo temporal se ve
reflejado claramente en el comienzo del segundo capítulo, cuando el narrador de
la historia afirma lo siguiente: “Habían
pasado aproximadamente diez años desde el día en que los Dursley se despertaron
y encontraron a su sobrino en la puerta de entrada, pero Privet Drive no había
cambiado en absoluto”.
En el capítulo cuarto, “El guardián de las llaves”, se sabe que la historia
se fecha en el 31 de julio, puesto que, cuando Harry conoce a Hagrid, lo hace el
día de su cumpleaños, hecho que de todos modos recalca varias veces el
protagonista al final de este episodio.
Cuando finaliza el quinto capítulo Harry tiene que regresar con sus tíos
para poder pasar con ellos todo lo que le quedaba de verano. Por eso, cuando
comienza el sexto capítulo se sabe que la historia se da el uno de septiembre,
debido a que es el día en el que Harry debe coger el expreso de Hogwarts.
Una vez que Harry entra en el colegio de Hogwarts de Magia y de Hechicería,
la historia de este producto literario hasta el final del mismo transcurre,
como se ha mencionado, a lo largo de un año. Por ello, al principio de cada
capítulo (a partir del séptimo) es normal encontrarse comentarios con respecto
a la estructura temporal de esta novela. Ello se comprueba, por ejemplo, en el
capítulo décimo, (“Tal vez porque estaba
ocupado tres noches a la semana con las prácticas de quidditch, además de todo
el trabajo del colegio, la razón por la que Harry se sorprendió al comprobar
que llevaba dos meses en Hogwarts” o “En
la mañana de Halloween se despertaron con el delicioso aroma a calabaza asada
flotando por todos los pasillos.”); en el capítulo undécimo (“Cuando comenzó el mes de noviembre, el
tiempo se volvió muy frío. Las montañas cercanas al colegio adquirieron un tono
gris de hielo y el lago parecía de acero congelado.”); en el capítulo
duodécimo (“Se acercaba la Navidad.” ); o en el capítulo decimosexto (“En años
venideros, Harry nunca pudo recordar cómo se las había arreglado para hacer sus
exámenes, cuando una parte de él esperaba que Voldemort entrara por la puerta
en cualquier momento. Sin embargo, los días pasaban y no había dudas de que
Fluffy seguía bien y con vida, detrás de la puerta cerrada”.)
Los signos de carácter espacial van
situando los hechos en determinados lugares, que en unas ocasiones sólo son
mencionados y en otras, utilizando la pausa de la que hablaba Genette, son
descritos por el narrador. En el caso de
lugares que sólo son mencionados, nada más comenzar la historia, en el primer
capítulo, se nombre al número 4 de Privet Drive. En cambio, en el segundo
episodio, aparece una breve descripción detallada del lugar (“Habían pasado aproximadamente diez años
desde el día en que los Dursley se despertaron y encontraron a su sobrino en la
puerta de entrada, pero Privet Drive no había cambiado en absoluto. El sol se
elevaba en los mismos jardincitos, iluminaba el número 4 de latón sobre la
puerta de los Dursley y avanzaba en su salón, que era casi exactamente el mismo
que aquél donde el señor Dursley había oído las ominosas noticias sobre las
lechuzas, una noche de hacía diez años. Sólo las fotos de la repisa de la
chimenea eran testimonio del tiempo que había pasado. Diez años antes, había
una gran cantidad de retratos de lo que parecía una gran pelota rosada con
gorros de diferentes colores, pero Dudley Dursley ya no era un niño pequeño, y
en aquel momento las fotos mostraban a un chico grande y rubio montando su
primera bicicleta, en un tiovivo en la feria, jugando con su padre en el
ordenador, besado y abrazado por su madre… La habitación no ofrecía señales de
allí viviera otro niño”) Con esta descripción se demuestra con claridad la
infancia tan marginada que tuvo que sufrir nuestro protagonista.
El primer contacto con la sociedad mágica se da en el capítulo quinto. Aquí
la autora hace una descripción del callejón Diagón: (“El sol brillaba iluminando numerosos calderos, en la puerta de la tienda más cercana. “Calderos – Todos
los tamaños – Latón, Cobre, Peltre, Plata – Automáticos – Plegables”, decía un
rótulo que colgaba sobre ellos […] Harry deseó tener ocho ojos más. Movía la
cabeza en todas direcciones mientras iban calle arriba, tratando de mirar todo
al mismo tiempo: las tiendas, las cosas que estaban fuera y la gente haciendo
compras. Una mujer regordeta negaba con la cabeza en la puerta de una droguería
cuando ellos pasaron, diciendo: “Hígado de dragón a diecisiete sickles la onza,
están locos…”[…] Escaparates repletos de bazos de murciélago y ojos de anguila,
tambaleantes montones de libros de encantamientos, plumas y rollos de
pergamino, frascos con pociones, globos con mapas de la luna…”)
Unas de las descripciones más importantes que se pueden encontrar en esta
novela es la del interior del colegio Hogwarts de Magia y Hechicería. Una de
estas topografías, puesto que se describe varias veces el interior del centro
educativo, es la que se realiza en el capítulo octavo: (“En Hogwarts había 142 escaleras, algunas amplias y despejadas, otras
estrechas y destartaladas. Algunas llevaban a un lugar diferente los viernes.
Otras tenían un escalón que desaparecía a mitad de camino y había que
recordarlo para saltar. Después, había puertas que no se abrían, a menos que
uno lo pidiera con amabilidad o les hiciera cosquillas en el lugar exacto, y
puertas, que en realidad, no eran sino sólidas paredes que fingían ser puertas.
También era muy difícil recordar dónde estaba todo, ya que parecía que las
cosas cambiaban de lugar continuamente. Las personas de los retratos seguían
visitándose unos a otros, y Harry estaba seguro de que las armaduras podían
ayudar.” )
Al examinar las leyes lógicas del
relato, Claude Bremond, como luego hará de forma parecida Todorov[7],
se plantea la secuencia elemental como una tríada de funciones que no reclaman
necesariamente a la siguiente y que se organizan sucesivamente como posibilidad
de apertura de un proceso, su concreción en conducta o acto y su cierre o
conclusión. Y, más adelante, el teórico francés comenta la capacidad de unión
de secuencias elementales para formar secuencias complejas por encadenamiento
si el fin del proceso coincide con el comienzo de toro, enclave cuando una
secuencia incluye en su seno para poder realizarse y enlace en el caso en que
un mismo proceso se desdoble en dos secuencias según el papel que cumpla para
dos agentes distintos.
En el caso del presente relato,
pese a su extensión, la organización secuencial se corresponde con una
estructura básica cuyos núcleos serían: Periodo de convivencia con LOS DURSLEY, ya que al principio de
cada novela de la serie de Harry Potter siempre se da un corto periodo de
tiempo en el cual vive con sus tíos maternos; CONTACTO CON EL MUNDO MÁGICO, en donde pasa a vivir con alguno de
sus amigos hasta que empieza el curso lectivo. En el caso de esta novela, sólo
pasa un día en el mundo mágico y después tiene que seguir viviendo con sus tíos
hasta que termine el verano; Comisión de un CRIMEN, como hecho que inicia el proceso; la BÚSQUEDA
de la piedra filosofal, así como del criminal que intenta robarla; y, la LOCALIZACIÓN , que este caso conlleva el castigo de
los delincuentes y la honra de los personajes protagonistas.
Al núcleo destinado al periodo de convivencia con los Dursley
corresponderían las funciones 1
a 7, aquellas que oscilan desde el momento que es
abandonado en la puerta de la casa de sus tíos hasta que Hagrid lo recoge para
llevárselo a comprar el material que necesita; al de contacto con el mundo
mágico las que van desde la 8 a
la 19, donde Harry compra lo imprescindible para su formación educativa en
Hogwarts hasta que es seleccionado en la casa de Gryffindor; al del crimen se
corresponde a la función 20, con el intento de robo en Gringotts; al de
búsqueda se corresponden las funciones
que van desde la función 21 hasta la función 49, en donde el trío protagonista
empiezan a investigar qué es lo que esconde el colegio de tanto valor; y al
núcleo destinado a la localización comprende la función 50, en donde Harry
recupera la piedra filosofal y detiene a Lord Voldemort/Profesor Quirrell.
Esta construcción unisecuencial puede reflejarse en el siguiente esquema:
|
1. LOS DURSLEY 1 – 7
|
|
2. CONTACTO CON EL
MUNDO MÁGICO
8-19
|
ESTRUCTURA
SECUENCIAL
|
3. CRIMEN 20
|
|
4. BÚSQUEDA 21 – 49
|
|
5. LOCALIZACIÓN 50
|
Aunque, como ha puesto de
manifiesto Darío Villanueva, la estructura actancial se sitúa en el plano de la
historia y no del discurso, conviene detenerse en la importancia de los actores
y los actantes para analizar los papeles jugados por diferentes entidades en la
novela que se está examinando según la tipología actancial establecida por
Greimas para el relato, apoyándose en la clasificación dramática de las fuerzas
de E. Souriau y la de las esferas en el cuento de V. Propp. Los actantes de
Harry Potter y la piedra filosofal, al igual que su estructura secuencial,
vienen a descubrir no sólo la lógica constructiva del relato, sino que se
constituye también, como todos los signos ya analizados; funciones,
informaciones e indicios; y como los propios personajes o actores, en elementos
significativos al contribuir entre todos a producir la significación del
signo-texto. De este modo, los personajes y las diferentes entidades
funcionales de este producto literario; los actantes; revelan claramente la
presencia de códigos temáticos e ideológicos sobre el planteamiento de la
concepción de la justicia en ella.
En el sentido anterior, aplicando el modelo propuesto por Greimas[8],
los seis actantes –sujeto/objeto, destinador/destinatario y ayudante/oponente- distribuidos
por pareas cuya relación se encuentra respectivamente en el eje del querer,
saber y poder, se plantearían de la siguiente forma:
-
Sujeto: Harry Potter
-
Objeto: La piedra filosofal
-
Ayudantes: Hermione Granger y Ronald Weasley.
-
Oponentes:Lord Voldemort y el profesor Quirrell
-
Destinador: Intento de robo de la piedra filosofal
-
Destinatario: La justicia
El entramado de la historia, integrando la arquitectura secuencial y la
actancial podría representarse en el cuadro que aparece a continuación:
El análisis de los personajes ha sido muy infravalorado desde el formalismo
ruso quizá como reacción a la sobreestimación positivista anterior de los
mismos. Los seres ficticios no sólo son vehículos para el desarrollo de la
acción sino que, al margen de su mayor o menor trascendencia como agentes de
los hechos, como elementos sintácticos verdaderamente situados en el discurso o
en el relato, aportan numerosas informaciones semánticas a través de su
caracterización y perfil físico y como encarnación de determinados valores que
se ligan a las recciones ideológicas de la narración.
En su aspecto de agentes de los acontecimientos y según su relevancia con
respecto a los sucesos relatados, pueden clasificarse en principales y
secundarios. La extensa nómina de actores (38 personajes, sin contar los
animales y mascotas que aparecen en la obra) de Harry Potter y la piedra
filosofal es la siguiente:
-
Principales: Harry Potter, Hermione Granger y Ronald Weasley.
-
Secundarios: Albus Dumbledore, la
profesora Minerva McGonogall, el profesor Severus Snape, el profesor Binns,
Rubeus Hagrid, la profesora Hooch, el señor Filch, el profesor Flitwick, la
profesora Sprout y el profesor Quirrell (Director y profesores del colegio
Hogwarts de Magia y Hechicería), Vernon
Dursley, Petunia Dursley y Dudley Dursley (su familia
materna), Piers Polkinss y la señora
Filch (gente que vive en Privet
Drive), Fred, George, Percy, Charlie,
Ginny y la señora Weasly (la familia Weasley), Seamus Finnegan, Dean Thomas, Draco Malfoy, Crabbe, Goyle, Neville
Longbottom (estudiantes de Hogwarts), el
señor Ollivander, Griphoock, Tom, Dedalus Diggle (personas que aparecen en
el callejón Diagón y en el caldero chorreante), Nick casi decapitado, el barón sanguinario, el fraile gordo y Peeves
(fantasmas del colegio), Fluffy, Hedwig,
la señora Norris, Norberto y Scabbers (animales fantásticos y mascotas) y Lord Voldemort.
De estos personajes secundarios, hay unos cuantos que únicamente hacen una
aparición, en muchos casos, anecdótica, en los sucesos principales: el señor
Ollivander, Griphook, la señora Hooch, la profesora Sprout, etc…
La conexión de los hechos y sus agentes puede observarse en el siguiente
cuadro, en el que se relacionan las 50 acontecimientos principales o funciones
primarias con los distintos personajes que intervienen en ellos en más de una
vez.
De la relación previa y el cuadro anterior pueden deducirse varias
cuestiones significativas. En primera instancia, la enorme cantidad de
personajes o actores que aparece una o dos veces frente a la mayor presencia de
los personajes primarios: Harry Potter, Ronald Weasley o Hermione Granger, por
ejemplo.
En segundo término, esta novela está absolutamente vinculada al héroe de la
historia, puesto que éste aparece en cada una de las cincuenta funciones
primarias.
En tercer lugar, el funcionamiento del relato como novela de acción antes
que psicológica, haciendo aparecer un complejo cuadro de personajes, muchos de
ellos poco o nada caracterizados y con una presencia –salvo los mencionados en
el análisis actancial- que deriva esencialmente de su ocasional relación con
los actos del protagonista.
Con respecto a los personajes, se debe destacar un aspecto bastante notorio de esta novela. Uno de los
personajes, Albus Dumbledore, que se supone que es uno de los personajes más
misteriosos e interesantes de esta novela, aparece solamente en muy pocas
ocasiones, a pesar de su importancia.
Más que su participación en los hechos, la caracterización psicológica o
física depende directamente del sujeto que enuncia la historia, ya que en el
caso particular de esta novela la presentación de los personajes no la hacen
nunca ellos mismos ni otros actores, sino un narrador omnisciente o relator
heterodiegético, situado al margen de la historia.
3.
SEMÁNTICA
Apoyándose en las consideraciones fundamentales de Genette sobre el orden,
duración y frecuencia del tiempo del relato con respecto al de la historia, hay
que estudiar los valores transmitidos por los códigos temporales en el plano
semántico a causa principalmente de que las aportaciones de Genette se centran
en el carácter significativo del tiempo en la narrativa.
Así, con respecto al orden, se pueden citar varias prolepsis, prospecciones o anticipaciones temporales que rompen la
gradualidad sucesiva del tiempo de la historia, tales como, verbigracia, cuando
Albus Dumbledore deja a Harry Potter con su familia y le desea buena suerte, ya
que éste sabe lo que le espera con su “terrible” familia materna; cuando
empieza a manifestarse la magia en nuestro protagonista puede contemplarse
también como una prolepsis, ya que eso puede ser entendido como un anticipo del
mundo mágico al cual entrara cuando cumpla once años.
Pero son muchas más numerosas las retrospecciones o las analepsis, las vueltas al pasado, como,
por ejemplo, las sucesivas referencias que se hacen en el momento en que Lord
Voldemort mató a Lily y James Potter, los padres de Harry. También como
analepsis se puede considerar al momento en que Harry se entera a partir del
profeta de que alguien ha robado en Gringotts el día en el que él entró en
contacto con la comunidad mágica.
La duración del discurso está determinada por las elipsis (omisiones
temporales), pausas (descripciones y reflexiones), sumarios (resúmenes
narrativos) y escenas (sincronía temporal, normalmente diálogos) según el
tiempo del discurso suprima, detenga, condense o coincida respectivamente con
el tiempo de la historia. En Harry Potter y la piedra filosofal son detectables
todos estos signos:
En un primer momento, con respecto a los elementos que conforman la
duración de esta novela, se comentará la elipsis,
entendiendo ésta como la omisión de largos periodos de tiempo en la historia,
dado que harían que la acción de la trama no avanzase. La omisión temporal o
elipsis más destacada de la novela es la que aparece al principio del capítulo
segundo: “Habían pasado aproximadamente
diez años desde el día en que los Dursley se despertaron y encontraron a su
sobrino en la puerta, pero Privet Drive no había cambiado en absoluto”. De
todas las omisiones temporales que aparecen en el libro esta es la más
importante, pero no es la única, puesto que hay que mencionar que la trama de
la historia se desarrolla a lo largo de un curso escolar. Así, a lo largo de la
novela encontramos omisiones temporales en el que las estaciones van pasando
rápidamente.
En esta novela aparecen numerosas pausas,
es decir, descripciones y reflexiones que hacen que la duración de la historia
se ralentice notablemente. En el texto, se pueden encontrar dos tipos de pausas
descriptivas: aquellas que se dedican a describir a los personajes que
conforman la trama, tal y como se puede observar en el segundo capítulo (Tal vez tenía algo que ver con eso de vivir
en una oscura alacena, pero Harry había sido siempre flaco y muy bajo para su
edad. Además, parecía más pequeño y enjuto de lo que realmente era, porque toda
la ropa que llevaba eran prendas viejas de Dudley, y su primo era cuatro veces
más grande que él. Harry tenía un rostro delgado, rodillas huesudas, pelo negro
y ojos de color verde brillante. Llevaba gafas redondas siempre pegadas con
cinta adhesiva, consecuencia de todas las veces que Dudley le había pegado en
la nariz. La única cosa que a Harry le gustaba de su apariencia era aquella
pequeña cicatriz en la frente, con la forma de un relámpago. La tenía desde que
podía acordarse, y lo primero que recordaba haber preguntado a su tía Petunia
era cómo se la había hecho”), en el capítulo cuarto (“Un hombre gigantesco apareció en el umbral. Su rostro estaba
prácticamente oculto por una larga maraña de pelo y una barba desaliñada, pero
podían verse sus ojos, que brillaban como escarabajos negros bajo aquella pelambrera”),
en el capítulo octavo (“Pero la
asignatura más aburrida era Historia de la Magia , la única clase dictada por un fantasma. El
profesor Binns ya era muy viejo cuando se quedó dormido frente a la chimenea
del cuarto de profesores y se levantó a la mañana siguiente para dar clase,
dejando atrás su cuerpo. Binns hablaba monótonamente, mientras escribía nombres
y fechas […] El profesor Flitwick, el de la clase de Encantamientos, era un
brujo diminuto que tenía que subirse a unos cuantos libros para ver por encima
de su escritorio. […] La profesora McGonogall era siempre diferente. Harry
había tenido razón al pensar que no era una profesora con quien se pudiera
tener problemas. Estricta e inteligente[…]) o en el capítulo decimoséptimo
(“Harry hubiera querido gritar, pero no
podía dejar salir ningún sonido. Donde tendría que haber estado la nuca de
Quirrell, había un rostro, la cara más terrible que Harry hubiera visto en su
vida. Era de color de la tiza, con brillantes ojos rojos y ranuras en vez de
fosas nasales, como las serpientes.”), y aquellas que se dedican a
describir los lugares donde se desarrollan la trama, como es el caso del
capítulo octavo, cuando se describe el interior de Hogwarts, o en el segundo
capítulo, en el momento que se describe el interior del número 4 del Privet
Drive.
También aparecen algunos sumarios
de gran importancia. En este caso también se volverá a hacer referencia al
segundo capítulo de esta producto literario, puesto que en ella, se hace un
breve resumen de cómo han transcurrido sus primeros diez años en la casa de sus
tíos y en donde se mencionan hechos que hacen pensar que Harry era un chico
especial.
Y, por último, en todos los capítulos de este producto narrativo aparecen
numerosas escenas, diálogos entre
los personajes, los cuales son los que desarrollan la acción de la novela.
Algunas de las escenas más características de esta novela, desde mi punto de
vista, son las que aparecen en el primer capítulo cuando Albus Dumbledore,
Minerva McGonogall y Rubeus Hagrid abandonan a Harry Potter en la puerta de la
casa de sus tíos:
“La profesora McGonogall sacó un pañuelo con puntilla y se lo pasó por los
ojos, por detrás de las gafas. Dumbledore resopló mientras se sacaba un reloj
de oro del bolsillo y lo examinaba.[…] Pero para Dumbledore debía de tener
sentido, porque lo guardó y dijo:
-Hagrid se retrasa. Imagino que fue él quien le dijo que yo estaría aquí,
¿no?
-Sí –dijo la profesora McGonogall-. Y yo me imagino que usted no me va a
decir por qué, entre tantos lugares, tenía que venir precisamente aquí.
-He venido a entregar a Harry Potter a su tía y su tío. Son la única
familia que le queda ahora.
-¿Quiere decir…? ¡No puede referirse a la gente que vive aquí! –gritó la
profesora, poniéndose de pie de un salto y señalando al número 4-. Dumbledore…
no puede. Los he estado observando todo el día. No podría encontrar a gente más
distinta de nosotros. Y ese hijo que tienen… lo vi dando patadas a su madre
mientras subían por la escalera, pidiendo caramelos a gritos. ¡Harry Potter no
puede vivir ahí!”
O, en el cuarto capítulo, cuando se entera por Rubeus Hagrid de que es un
mago:
“Un hombre más valiente que Vernon Dursley se habría acobardado ante la
mirada furiosa que le dirigió Hagrid. Cuando éste habló, temblaba de rabia.
-¿No se lo ha dicho? ¿No le ha hablado sobre el contenido de la carta que
Dumbledore le dejó? ¡Yo estaba allí! ¡Vi que Dumbledore la dejaba, Dursley! ¿Y
se lo ha ocultado durante todos estos años?
-¿Qué es lo que me han ocultado? –dijo Harry en tono anhelante.
-¡DETÉNGASE! ¡SE LO PROHIBO! –rugió tío Vernon aterrado.
Tía Petunia dejó escapar un gemido de horror.
-Voy a romperles la cabeza –dijo Hagrid-. Harry, debes saber que eres un
mago.
Se produjo un silencio en la cabaña. Sólo podía oírse el mar y el silbido
del viento.
-¿Que soy qué? –dijo Harry con voz entrecortada.
-Un mago –respondió Hagrid[…]-. Y muy bueno, debo añadir, en cuanto te
hayas entrenado un poco. Con unos padres como los tuyos ¿qué otra cosa podías
ser? Y creo que ya es hora de que leas la carta.
O, por último, en el último capítulo, cuando habla por primera vez con Lord
Voldemort:
-Harry Potter… -susurró.
Harry trató de retroceder, pero sus piernas no le respondían.
-¿Ves en lo que me he convertido? –dijo la cara- No más que en sombra y
quimera… Tengo forma sólo cuando puedo compartir el cuerpo de otro… Pero
siempre ha habido seres deseosos de dejarme entrar en sus corazones y en sus
mentes… La sangre de un unicornio me ha dado fuerza en estas semanas pasadas…
tú viste al leal Quirrell bebiéndola para mí en el bosque… y una vez que tenga
el Elixir de la Vida
seré capaz de crear un cuerpo para mí… Ahora… ¿por qué no me entregas la Piedra que tienes en el
bolsillo?
Además del orden y de la duración, una última relación posible entre el
tiempo del discurso y el de la historia es la frecuencia, de la que Chatman[9]
distingue en síntesis los siguientes tipos: 1) frecuencia singulativa, una
representación discursiva de un único momento de la historia, 2) frecuencia
múltiple y singulativa, varias representaciones, cada una de uno de los varios
momentos de la historia, 3) frecuencia repetitiva, varias representaciones
discursivas del mismo momento de la historia y 4) frecuencia iterativa, una
única representación discursiva de varios momentos de la historia. En el caso
de esta novela de J.K.Rowling, nos encontramos ante una novela de frecuencia
singulativa, ya que la historia se cuenta una sola vez, puesto que presenta una
estructura única a lo largo de toda la historia.
A la hora de estudiar el narrador de este producto narrativo conviene
hacerse eco de la distinción formulada por Genette entre modo y voz, entre
quien ve y quien habla en el relato, es decir, entre la perspectiva o
focalización con la que se cuenta y la entidad desde la que se narra.
Con respecto a la segunda cuestión, la de la voz o narración, es esta caso
el relator, sujeto de la enunciación, cuenta la historia desde fuera un
receptor ficticio, a un narratario, respecto a cuya identidad no hay marca
explícita identificadora alguna.
La posición del narrador con respecto a la historia que relata lo convierte
en heterodiegético, puesto que está ausente de la misma, y determina el uso de
la tercera persona como instancia narrativa de la historia urdida por
J.K.Rowling. Pero, aunque el narrador elabora una narración salida directamente
de su voz, no obstante en dos momentos utiliza otro mecanismo que adjunta a
ella, la reproducción literal de otros textos no propios, tales como cuando la
autora hace uso de textos propios del género epistolar, como, verbigracia, el
caso de la siguiente que aparece en el capítulo decimocuarto de la presente
novela:
Querido Ron:
¿Cómo estás? Gracias por tu carta. Estaré encantado de quedarme con el
ridgeback noruego, pero no será fácil traerlo aquí. Creo que lo mejor será
hacerlo con unos amigos que vienen a visitarme la semana que viene. El problema
es que no deben verlos llevando un dragón ilegal. ¿Podrías llevar al ridgeback
noruego a la torre más alta, la medianoche del sábado? Ellos se encontrarán
contigo allí y se lo llevarán mientras dure la oscuridad.
Envíame la respuesta lo antes posible.
Besos,
Charlie
Sin embargo, estos no son los únicos textos que nos podemos encontrar en
esta novela, ya que aparecen textos de carácter enumerativo, (listas), tal y
como se aprecia en el capítulo quinto:
COLEGIO HOGWARTS DE MAGIA
UNIFORME
Los alumnos de primer año necesitarán:
-
Tres túnicas sencillas de trabajo (negras).
-
Un sombrero puntiagudo (negro) para uso diario.
-
Un par de guantes protectores (piel de dragón o semejante)
-
Una capa de invierno (negra, con broches plateados)
(Todas las prendas de los alumnos deben llevar etiquetas con su nombre)
LIBROS
Todos los alumnos deben tener un ejemplar de los siguientes libros:
-
El libro reglamentario de hechizos (clase 1), Miranda Goshawk.
-
Una historia de la magia, Bathilda Bagshot.
-
Teoría mágica, Adalbert Waffling.
-
Guía de las transformaciones para principiantes, Emeric Switch.
-
Mil hierbas mágicas y hondos, Phyllida Spore.
-
Animales fantásticos y dónde encontrarlos, Newt Scamander.
-
Las Fuerzas Oscuras. Una guía para la autoprotección, Quentin Trimble.
RESTO DEL EQUIPO
1 varita
1 caldero (peltre, medida
2)
1 juego de redomas de
vidrio o cristal.
1 telescopio
1 balanza de latón
Los alumnos también pueden traer una lechuza, un gato o un sapo.
SE RECUERA A LOS PADRES QUE A LOS DE PRIMER AÑO NO SE LES PERMITE TENER
ESCOBAS PROPIAS.
También se pueden encontrar textos no propios de carácter periodístico en
el momento en el que los protagonistas se quieren informar de los
acontecimientos que se dan en la comunidad mágica gracias a la publicación de
“El Profeta”. Además, se puede observar un texto ajeno a la historia dentro de
un cromo (capítulo sexto):
Albus Dumbledore,
actualmente director de Hogwarts. Considerado por casi todo el mundo como el
más grande mago del tiempo presente, Dumbledore es particularmente famoso por
derrotar al mago tenebroso Grindelwald en 1945, por el descubrimiento de las
doce aplicaciones de la sangre de dragón, y por su trabajo en alquimia con su
compañero Nicolás Flamel. El profesor Dumbledore es aficionado a la música de
cámara y a los bolos.
Una misma sucesión cronológica de sucesos, puede ser contada de muchas
maneras posibles. El tiempo narrativo es un seudotiempo artístico, un tiempo
creado por un autor, que manipula la cronología: contando la historia en
presente, en pasado, adelantando prospectivamente acontecimientos, etc… Por
esto, Genette distinguió en sus estudios dos tiempos bien diferenciados: Por un
lado, el tiempo de la historia (la sucesión de orden lógico-causal en que
suceden los acontecimientos que se narran) y el tiempo del discurso (La
organización de todos los acontecimientos de una historia por parte del narrador).
Si nos damos cuenta, esta distinción que formula Genette es la misma que
distinguían los formalistas rusos entre fábula, orden cronológico en que se
suceden los acontecimientos de una historia, y trama, orden en el que el
narrador nos presenta la historia.
Siguiendo a Genette, la narración o el mero acto de narrar, puede ser ulterior [forma de narrar más
frecuente, puesto que el narrador emplea formas verbales en pasado, aunque,
bien es verdad, que no se expresa el tiempo que media desde la historia narrada
al momento en el que se narra), anterior
(Gracias a esta forma de narrar, el relato predice los acontecimientos que se
sucederán posteriormente), simultánea
(cuando coinciden los tiempos de la historia narrada y de la narración)e intercalada (en este caso, la historia
y la narración se entrecruzan).
En el caso de esta primera novela de la serie de Harry Potter, J.K.Rowling
empleó la narración ulterior, puesto que, como ya se ha mencionado, es
la forma más frecuente de escribir una novela.
Con respecto al modo o representación, se comentarán conceptos como el de
punto de vista o perspectiva. Se trata de expresiones metafóricas que remiten
evidentemente a la percepción visual y nos recuerdan que los sucesos del relato
se nos van revelando tal como se han presentado en la experiencia de alguien,
es decir, cuando nos ocupamos de la voz nos preguntamos quién habla, y cuando
de la perspectiva, en cambio, quién ha visto.
Tradicionalmente se distinguen tres casos. El narrador sabe y dice más de
lo que saben sus personajes; es el caso del narrador omnisciente, que domina
desde lo alto los sucesos, cuyas causas y relaciones explica al lector y cuyo
desarrollo conoce desde el principio. En el segundo caso, el narrador sabe y
dice sólo lo que sabe el personaje. Por lo general, en una novela de corte
policiaco, por ejemplo, el punto de vista es el del detective y todo cuanto
sucede se nos refiere a medida que el detective lo averigua; por otra parte, el
punto de vista puede desplazarse de uno a otro personaje. Y, por último, en el
tercer caso, el narrador sabe y dice menos de lo que sabe el personaje: es el
relato conductista o behaviorista.
En el caso de esta novela, Harry Potter y la piedra filosofal, se aprecia
muy claramente la focalización omnisciente de ese narrador, su absoluto
conocimiento del foro de los hechos y de las conciencias, su capacidad para
saber hasta la más íntima vida interior de los personajes.
En todas las novelas de corte fantástico e imaginario, el tema principal de
estos es la lucha entre el bien y el mal, tema que queda reflejado claramente
en la obra que se está analizando. Harry Potter, personaje que representa al
bien, tiene que vencer al mago tenebroso más poderoso de los últimos tiempos,
Lord Voldemort, el que representa al mal.
A la hora de elaborar este novela fantástica, J.K.Rowling empleó una serie
de temas que serán constante a lo largo de su obra. Una de los principales ejes
temáticos es el de la amistad. Ésta queda patente en varios momentos claves de
la obra, esbozado este tema, principalmente, a partir del trío protagonista
(Harry Potter, Hermione Granger y Ronald Weasley) Gracias a la fuerza de la
amistad de estos personajes, éstos se pueden enfrentar a cualquier mal, como
traspasar las diversas pruebas para poder llegar a la piedra filosofal. Sin la
colaboración de sus amigos y su confianza, Harry no hubiera podido detener al
mago más tenebroso de todos los tiempos en su primer intento para hacerse con
el poder, Lord Voldemort.
Aparte de este tema, en la novela aparecen otros de gran importancia, es el
tema de la fama. En el instante en el que Harry Potter llega al mundo mágico,
se le conoce como al niño que sobrevivió y todo el mundo quiere tenerlo a su
lado; no obstante, nuestro héroe quiere enfrentarse ante ese mundo nuevo como
un chico normal y corriente.
4. PRAGMÁTICA
Antes de empezar con el estudio de la pragmática como relación entre el
signo/objeto y sus intérpretes/usuarios se comentarán con la mayor brevedad
posible una serie de aspectos relativos a la relacionada conexión, comenzando
por su soporte material y editorial.
Como se ha mencionado con anterioridad, este producto literario, cuyo
título original es “Harry Potter and the Philosopher´s Stone, traducido a
nuestro idioma por Alicia Dellepiane, se corresponde con la trigésima segunda
edición, publicado en la editorial “Salamndra”. Tiene un formato de 20 X 28 Cm y carece de prólogo,
aunque bien es cierto que presenta una dedicatoria, la cual dice lo siguiente:
“Para Jessica, a quien le gusta las
historias
Para Anne, a quien también le gustaban,
Y para Di, que oyó esta primero”
Esta dedicatoria va dirigida a tres grandes mujeres que son vitales para
nuestra autora: para su hija Jéssica, su madre Anne y su hermana Dianne.
Antes de continuar con la descripción pragmática de la portada de este
producto narrativo, es necesario hacer una breve pausa para hablar sobre las
diversas traducciones que esta novela ha planteado.
La serie ha sido traducida a 65 idiomas, ubicando a Rowling entre los
autores más traducidos de la historia. La primera traducción se hizo al inglés
estadounidense, dado que muchas palabras y conceptos
usados por los personajes en las novelas, propios del inglés
británico, podrían ser malinterpretados por los jóvenes
lectores estadounidenses. Subsecuentemente, los libros fueron traducidos a
idiomas tan diversos como el ucraniano, hindi, bengalí, galés, afrikaans y vietnamita. El primer volumen, la piedra filosofal, fue traducido al latín e incluso al griego
antiguo, haciendo de este el texto más extenso publicado en
ese idioma desde las novelas de Heliodoro, en el Siglo
III a. C.
La enorme demanda de una traducción local decente hacen que se tome con
sumo cuidado la tarea de traducción e interpretación. En algunos países como
Italia, se publicó una segunda edición actualizada, teniendo en cuenta las
sugerencias de los lectores. En otros países, como China o Portugal, la
traducción está hecha por un grupo de intérpretes para reducir el tiempo entre
la publicación inglesa y la local. La edición turca del segundo al séptimo libro fue llevada a cabo por Sevin Okyay, un
popular crítico literario y comentarista cultural. Con la finalidad de mantener en secreto el
argumento, las traducciones autorizadas sólo podían empezar luego de que los
libros fueran publicados en inglés. Por lo tanto, se dio un retardo de varios
meses hasta que las traducciones estuvieran disponibles. Esto derivó en que
muchas copias de las ediciones en inglés se vendieran a fanáticos impacientes
en muchos países de habla no inglesa. Tanta fue la impaciencia para leer el
quinto libro, que su edición británica se convirtió en el primer libro de lengua inglesa en lograr el primer
puesto en la lista francesa de best
sellers.
Las ilustraciones que presenta esta trigésima segunda edición está
realizadas por Dolores Avendaño. Como se puede observar en la ilustración,
Harry Potter, en mitad de la noche, aparece sobrevolando, con su escoba, un
lustroso castillo, Hogwarts, que se encuentra rodeado por un vasto bosque y un
suntuoso lago, intentando coger una switch dorada, una pelota dorada con alas,
una pelota que forma parte de uno de los deportes más importantes del mundo
mágico de J. K. Rowling, el quidditch. En las murallas del castillo se puede
observar como un perro de tres cabezas está asomada (Fluffy) y, en mitad del
bosque, un unicornio cabalga huyendo desesperadamente de algo que está
acechándolo.
En la contraportada de esta edición , la ilustradora, Dolores Avendaño,
retrata la figura de Albus Dumbledore, uno de los personajes más intrigantes de
esta apasionante historia, el cual sostiene en sus manos un objeto tan
brillante que impide contemplarse con claridad. Se puede deducir dos posibles
objetos que pueda sostener el director de Hogwarts; por un lado, puede estar
sosteniendo la nitch dorada que Harry Potter consigue en su primer partido de
Quidditch, un objeto que será de vital importancia en la última entrega de la heptalogía
protagonizada por Harry Potter; o, por otro lado, puede estar sosteniendo la
deseada piedra filosofal, un artilugio creado por Nicolás Flamel, la cual es el
objeto que intenta conseguir Lord Voldermort.
Junto a esta ilustración de la contraportada aparecen dos textos
diferentes, los cuales son los siguientes:
- Una breve sinopsis de la obra, la cual argumenta lo que viene a
continuación:
“Harry Potter se ha quedado huérfano y vive en casa de sus abominables tíos
y del insoportable primo Dudley. Harry se siente muy triste y solo, hasta que
un buen día recibe una carta que cambiará su vida para siempre. En ella le
comunican que ha sido aceptado como alumno en el colegio interno de Hogwarts de
magia y hechicería. A partir de este
momento, la suerte de Harry da un vuelco espectacular. En esa escuela tan
especial aprenderá encantamientos, trucos fabulosos y tácticas de defensa
contra las malas artes. Se convertirá en el campeón escolar de quidditch,
especie de fútbol aéreo que se juega montando sobre escobas, y se hará un
puñado de buenos amigos… aunque también algunos temibles enemigos. Pero sobre
todo, conocerá los secretos que le permitirán cumplir con su destino. Pues,
aunque no lo parezca a primera vista, Harry no es un chico común y corriente.
¡Es un verdadero mago!”
- Y una enumeración de las obras que, hasta aquel momento, puesto que a día
de hoy se han publicado ya todas las novelas de la colección de Harry Potter,
se habían publicado de esta intrincada colección. La colección publicada por
aquel entonces es la siguiente:
Serie HARRY POTTER:
1.
La piedra filosofal
2.
La cámara secreta.
3.
El prisionero de Azkaban
4.
El cáliz de fuego.
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