21 de febrero de 2017

SECUENCACIÓN DE ACTIVIDADES. ETAPAS DEL REALISMO Y SUS PRINCIPALES AUTORES. ACTIVIDADES PARA TRABAJAR LAS ETAPAS DEL REALISMO Y SUS PRINCIPALES AUTORES EN SECUNDARIA.

Estimados Poeliteratos:

Hoy, 21 de febrero, os paso una nueva secuencación de actividades relacionadas con las distintas etapas del Realismo literarios en España y sus principales autores. 
Espero que os gusten las actividades.
Atentamente, 
Alejandro Aguilar Bravo. 

1ª Actividad. Actividad de inicio. Mujeres en la Historia: Cecilia Böhl de Faber.

Descripción de la actividad. Visionado de un breve documental sobre la figura de Cecilia Böhl de Faber, autora de La Gaviota.
Vídeo extraído del siguiente enlace:
https://youtu.be/uo0ezd3heYI

Agrupamiento. Actividad en gran grupo.
Tiempo estimado. 5 minutos.



2ª Actividad. Actividad de desarrollo y motivación. Exposición teórica.

Descripción de la actividad. Explicación teórica de las principales etapas del Realismo literario en España y sus principales representantes. Para ello, se hará uso de una presentación multimedia elaborada por el profesor.



Agrupamiento. Actividad en gran grupo.
Tiempo estimado. 10 minutos.

3ª Actividad. Actividad de desarrollo y motivación. ¿Verdaderamente realista?

Descripción de la actividad. Los alumnos deberán realizar un cuestionario formado por un total de 10 preguntas relacionadas con las etapas del Realismo, donde tendrá que elegir entre verdadero y falso. Para ello, se hará uso de un cuestionario interactivo creado por Google Form, cuyo enlace es el siguiente: https://goo.gl/forms/S4qMCEYvQcq3ccg22



Agrupamiento. Actividad por parejas.
Tiempo estimado: 10 minutos.

5ª Actividad. Actividad de repaso y desarrollo. Características realistas en La Gaviota

Descripción de la actividad. Tras la lectura de un fragmento de la obra de La Gaviota de Fernán Caballero, los alumnos deberán reconocer las características del Realismo literario.

LA GAVIOTA 
[Fernán Caballero]

En noviembre del año de 1836, el paquebote de vapor Royal Sovereign se alejaba de las costas nebulosas de Falmouth, azotando las olas con sus brazos, y desplegando sus velas pardas y húmedas en la neblina, aún más parda y más húmeda que ellas.

El interior del buque presentaba el triste espectáculo del principio de un viaje marítimo. Los pasajeros amontonados luchaban con las fatigas del mareo. Veíanse mujeres en extrañas actitudes, desordenados los cabellos, ajados los camisolines, chafados los sombreros. Los hombres, pálidos y de mal humor; los niños, abandonados y llorosos; los criados, atravesando con angulosos pasos la cámara, para llevar a los pacientes té, café y otros remedios imaginarios, mientras que el buque, rey y señor de las aguas, sin cuidarse de los males que ocasionaba, luchaba a brazo partido con las olas, dominándolas cuando le oponían resistencia, y persiguiéndolas de cerca cuando cedían.

Paseábanse sobre cubierta los hombres que se habían preservado del azote común, por una complexión especial, o por la costumbre de viajar. Entre ellos se hallaba el gobernador de una colonia inglesa, buen mozo y de alta estatura, acompañado de dos ayudantes. Algunos otros estaban envueltos en sus mackintosh, metidas las manos en los bolsillos, los rostros encendidos, azulados o muy pálidos, y generalmente desconcertados. En fin, aquel hermoso bajel parecía haberse convertido en el alcázar de la displicencia.

Entre todos los pasajeros se distinguía un joven como de veinticuatro años, cuyo noble y sencillo continente, y cuyo rostro hermoso y apacible no daban señales de la más pequeña alteración. Era alto y de gentil talante; y en la apostura de su cabeza reinaban una gracia y una dignidad admirables. Sus cabellos negros y rizados adornaban su frente blanca y majestuosa: las miradas de sus grandes y negros ojos eran plácidas y penetrantes a la vez. En sus labios sombreados por un ligero bigote negro, se notaba una blanda sonrisa, indicio de capacidad y agudeza, y en toda su persona, en su modo de andar y en sus gestos, se traslucía la elevación de su clase y la del alma, sin el menor síntoma del aire desdeñoso, que algunos atribuyen injustamente a toda especie de superioridad.

Viajaba por gusto, y era esencialmente bueno, aunque un sentimiento virtuoso de cólera no le impeliese a estrellarse contra los vicios y los extravíos de la sociedad. Es decir, que no se sentía con vocación de atacar los molinos de viento, como don Quijote. Érale mucho más grato encontrar lo bueno, que buscaba con la misma satisfacción pura y sencilla, que la doncella siente al recoger violetas. Su fisonomía, su gracia, su insensibilidad al frío y a la desazón general, estaban diciendo que era español.

Paseábase observando con mirada rápida y exacta la reunión, que, a guisa de mosaico, amontonaba el acaso en aquellas tablas, cuyo conjunto se llama navío, así como en dimensiones más pequeñas se llama ataúd. Pero hay poco que observar en hombres que parecen ebrios, y en mujeres que semejan cadáveres.

Agrupamiento. Actividad por parejas. 
Tiempo estimado. 15 minutos.


5ª Actividad. Actividad de desarrollo, motivación y ampliación. Ocultas en las sombras. 

Descripción de la actividad. En esta actividad se les ofrecerá una serie de nombres de autores que tienen algo en común. A partir de un buscador de información, en grupo formados por 4-5 alumnos,  deberán elegir el nombre de los autores que aparecen y recoger información de su vida y su principal obra. Una vez que elaboren su trabajo, deberán realizar una breve exposición oral (de 5 a 10 minutos de duración) acompañada con una presentación multimedia en el que incorporen la aplicación de las Nuevas Tecnologías de la Información y de la Comunicación. 

Ejemplo:

FERNÁN CABALLERO = CECILIA BÖHL DE FABER


Cecilia, nacida en Morges, Suiza, el 24 de diciembre de 1796, era hija del cónsul Juan Nicolás Böhl de Faber y de Frasquita Larrea. Tomo el seudónimo de la población ciudadrealense de Fernán Caballero, aunque también escribía utilizando el de Corina.
Durante sus primeros años vivió en Alemania hasta que regresó con su familia a la ciudad de Cádiz en 1813, a la edad de 17 años. Contrajo matrimonio el 30 de marzo de 1816 con el capitán de infantería Antonio Planelles y Bardaxí. La pareja se mudó a Puerto Rico, ya que su esposo había sido destinado a dicha plaza, pero ese matrimonio duraría poco por el fallecimiento de don Antonio.
Después se trasladó a Hamburgo, al norte de Alemania, donde vivió con su abuela. Algunos años más tarde se mudó nuevamente a El Puerto de Santa María, España, donde conoce a Francisco Ruiz del Arco, marqués de Arco Hermoso. El 26 de marzo de 1822 contrae segundas nupcias con él en Sevilla. En mayo de 1835 enviudó nuevamente.
Poco tiempo después conoció a Antonio Arrom de Ayala, con quien contrajo matrimonio en 1837. Pero Ayala estaba enfermo de tisis y con graves problemas económicos que hicieron que se suicidara en 1863. Quedó así la escritora en la pobreza. Los duques de Montpensier y la reina Isabel II la protegieron y le brindaron una vivienda en el Patio de las Banderas del Alcázar de Sevilla, pero la revolución de 1868 la obligó a mudarse debido a que las casas fueron puestas en venta.

  1. ROBERT GALBRATH
  2. GEORGE SAND
  3. CURRER BELL
  4. GEORGE ELLIOT
  5. VÍCTOR CATALÁ
Agrupamiento. Actividad en pequeño grupo (4-5 alumnos)
Tiempo estimado: 10 minutos (La actividad dará comienzo en clase. En el tiempo que se les ofrece, deberán decidir con qué autor deciden quedarse y organizar el trabajo que van a realizar. Esta actividad se llevará a cabo en la sesión destinada al repaso de contenidos de la Unidad Didáctica)

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