Hoy, 28 de septiembre, os presento la novena sesión de la Unidad Didáctica 1, La comunicación, las lenguas y los textos, destinada al estudio de las propiedades textuales, más concretamente, la cohesión. Estas actividades están dirigidas al primer curso de Bachillerato.
Espero que os guste esta sesión.
Atentamente,
Alejandro Aguilar Bravo.
1ª Actividad. Actividad de repaso. Corrección de actividades.
Descripción de la actividad. Corrección de las actividades de la sesión anterior (UD1. 8ª sesión. Las propiedades textuales I. La coherencia)
Recurso. La actividades de clase se corregirán en la libreta del alumno y su seguimiento será anotado en el cuaderno del profesor.
Agrupamiento. Actividad en gran grupo.
Tiempo estimado. 10 minutos.
2ª Actividad. Actividad de desarrollo y motivación. Bebés Reborn como terapia en ancianos con Alzheimer
Descripción de la actividad. Visionado de un vídeo donde se expone cómo los muñecos hiperrealistas suponen una terapia en ancianos con Alzheimer.
Agrupamiento. Actividad en gran grupo.
Tiempo estimado. 10 minutos.
3ª Actividad. Actividad de desarrollo y motivación. Exposición teórica. Las propiedades textuales II. La cohesión.
Descripción de la actividad. Explicación teórica sobre las propiedades textuales, más concretamente, sobre los mecanismos de cohesión.
Agrupamiento. Actividad en gran grupo.
Tiempo estimado. 15 minutos.
4ª Actividad. Actividad de desarrollo y motivación. EL CORAZÓN DESTROZADO
Descripción de la actividad. Lectura y análisis de un texto periodístico de opinión, más concretamente, una columna escrita por Juan José Millás, titulada El corazón destrozado. Tras ello, los alumnos deberán responder a una serie de preguntas relacionadas con el contenido de la sesión.
EL CORAZÓN DESTROZADO
Fui a caminar al parque de mi barrio poco antes de que amaneciera. Al pasar cerca del recinto de las atracciones infantiles, vi a una pareja joven con una niña cuya melena, larga y rubia, relampagueaba en la penumbra. La niña permanecía sentada, como con miedo, en un columpio que los padres —el hombre delante y la mujer detrás— empujaban con una delicadeza extrema. Me extrañó que estuvieran allí a esas horas. Aunque hay un colegio público en los alrededores, no lo abren hasta las nueve y eran las siete y media. Tuve la tentación de aproximarme para contemplar de cerca la insólita escena, pero me pareció que la pareja percibió mi presencia como una amenaza (no había nadie más por los alrededores).
Tras llevar a cabo la marcha acostumbrada y de recibir la salida del sol como un regalo excepcional (no todos los días sale mentalmente), di la vuelta para regresar por donde había venido. El trío familiar ya había abandonado el columpio y los caminos del parque empezaban a poblarse de personas con perro y corredores en hermosas mallas deportivas. Los pájaros platicaban sin cesar y un par de patos discutía en medio de las aguas del estanque. París era una fiesta (es un modo de hablar: el parque se encuentra en mi distrito, a las afueras de Madrid). La imagen crepuscular de los jóvenes y su hija no me abandonó en todo el día. Había en ella algo terrorífico, como si la pequeña (casi no me atrevo a decirlo) estuviera muerta.
Al día siguiente salí a la misma hora y distinguí de lejos al grupo, esta vez con la cría deslizándose, muy rígida, por un tobogán. Me acerqué al recinto infantil con decisión, como si formara parte de mi recorrido y tuviera derecho, por tanto, a romper aquella intimidad familiar. Al llegar donde estaban, advertí sin género de dudas que la nena era un muñeco hiperreal, de los de silicona. Los padres y yo intercambiamos una mirada dura, de extrañeza, y yo continué andando con el corazón destrozado.
JUAN JOSÉ MILLÁS, El País, 27/4/2024
Cuestiones.
1. Identifique las ideas del texto, exponga de forma concisa su organización e indique razonadamente su estructura.
2. Explique la intención comunicativa del autor y comente dos mecanismos de cohesión distintos que refuercen la coherencia textual.
3. ¿Puede considerarse un uso terapéutico usar un muñeco hiperrealista para afrontar un duelo por la pérdida de un hijo? Elabore un discurso argumentativo, entre 200 y 250 palabras, en respuesta a esta pregunta, eligiendo el tipo de estructura que considere adecuado.
4. ¿Cuál es la secuencia discursiva predominante en este texto de Juan José Millás? Razona tu respuesta explicando la intención, los rasgos lingüísticos, etc.
Recurso. Fotocopia del texto
Agrupamiento. Actividad en gran grupo (Lectura del texto) e individual (Elaboración de las actividades).
Tiempo estimado. 25 minutos.
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