LA CENICIENTA (contada
por la madrastra)
Como pudo quedarse Cenicienta
(estúpida) con el príncipe, siendo ella una sirvienta más y encima sabiendo que
mis hijas son unas chicas muy, pero que muy inteligentes, claro está. Bueno
mejor cuento la historia desde el principio,
pues estaba yo, con la reciente
muerte de mi marido, cuando conocí a un hombre muy guapo y apuesto, su trabajo
era espectacular, ganabas mucha pasta (era comerciante). Su trabajo consistía en
que cada mes tenía que salir de su hogar a entregar pedidos y a comerciar con
sus clientes, me casé con él, por convencía porque necesitaba un hogar para mis
hijas Anastasia y Drizella. Cuando llegamos a la casa, me recibieron muy bien.
Mi marido el padre de Cenicienta, tuvo
que marcharse a realizar su trabajo en las afueras y no pude pasar rato con él.
Mis hijas le pidieron vestidos y zapatos, pero ¡cómo no! Cenicienta le pidió
una rama para la tumba de su madre, solo para quedar bien con su padre, desde
ese momento ya le cogí manía y mis hijas también. Mi marido no volvió, en su lugar vino un
hombre que ni conocía, pero vi que Cenicienta si lo conocía claro, nos dijo que
se había enfermado durante el viaje y que amaba a su hija, Bella (Cenicienta)
así se llamaba, a mí ni me mencionó, le trajo su rama a Cenicienta y se olvidó
por completo de mis hijas.
Un día, como otro cualquiera, Cenicienta
vino del centro y le dijeron, que estábamos invitadas a un baile que había
creado el rey para buscarle prometida a su hijo (el príncipe), mis hijas
estaban como locas por la noticia y a Cenicienta se le debieron cruzar los
cables porque nos dijo que le encargásemos un vestido para ella, claro yo no la
iba a dejar ir ¡estamos locos o qué!
El día de la fiesta ella traía puesto
un hermoso vestido de su madre, decía que iba a ir a la fiesta, a mí la verdad
me dio lástima, pero no podía dejar que fuese al baile, nos dejaría en
ridículo, así que entre mis hijas y yo le rompimos el vestido y se fue entre
sollozos a su habitación que por cierto se lo cambié por el ático, que allí
hace mucho fío para mí y mis hijas.
Cuando llegamos al baile le di nuestros
nombres al muchacho que nos anuncia, bajamos las escaleras y vimos a una chica
muy bella con un hermoso vestido y ¡unos zapatos de cristal! Con eso aluciné,
me sonaba un montón, pero no conseguía reconocerla. Mis hijas intentaron bailar
con el príncipe, pero no podían porque no paraba de bailar con la chica misteriosa.
A las doce en punto, me acuerdo porque mire el reloj para ver cuanto más
teníamos que estar aquí, porque el baile se me hacía interminable, la chica
salió corriendo y dejó al príncipe plantado, ahí fue cuando me cansé y nos
fuimos a la casa.
A la mañana siguiente el príncipe
buscaba a la chica misteriosa con un zapato de cristal, por lo visto se le
calló (a quién se le puede caer un zapato de cristal, ¡quién lleva zapatos de
cristal!). Cuando llegó a nuestra casa encerré a Cenicienta en el ático, no
podía dejar que nos avergonzara delante del príncipe y también pensé en que
ella podía ser la chica misteriosa, ya que habían buscado a la chica en todos
sitios y esta casa era la última que quedaba. Mis hijas se probaron los
zapatos, pero a ninguna le quedó bien, así que cuando estaban apuntito de salir
por la puerta escucharon un canto precioso que procedía del ático (donde estaba
Cenicienta) era la estúpida de Cenicienta claro, tuve que decir que tenía una
sirvienta y que la escondía para que no nos avergonzase, ella se probó la
zapatilla y… ¡le cabía!, me quedé flipando, aunque tenía una ligera idea, no
podía pensar que aquella chica tan linda y fina podía ser Cenicienta, el
príncipe se la llevó a su castillo y se casaron. Ese final no me gustó nada,
como os conté al principio no se merece ese final, pero alguna de mis hijas,
pues sí.
Gracias, María. Sigue trabajando así.
ResponderEliminarMe ha encantado, ha sido un placer leerlo, gracias por enviarlo.
ResponderEliminarMaría estás echa una artista, como Jesús, con el comentario de arriba.
ResponderEliminarMe gusto tu cuento me pareció muy entretenido y divertido
ResponderEliminarLA verdad me gusto y me sirvio para tareas
ResponderEliminarMaría estas hecha una artista, sigue así y algún día podrás crear tu propio universo como J.k Rowling
ResponderEliminarWOW me ayudó para la tarea jiji
ResponderEliminarEsta bonito el cuento.. me encanto
ResponderEliminarHermoso Maria eres un artista
ResponderEliminarGracias me sirvió de mucho
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