7 de enero de 2018

COMENTARIO CRÍTICO. CRÓNICA DE UNA MUERTE ANUNCIADA. GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ. TEXTO 1.

PROPUESTA DE PRUEBA DE ACCESO A LA UNIVERSIDAD
CURSO 2017/2018

POELITERARIA

El día en que lo iban a matar, Santiago Nasar se levantó a las 5.30 de la mañana para esperar el buque en que llegaba el obispo. Había soñado que atravesaba un bosque de higuerones donde caía una llovizna tierna, y por un instante fue feliz en el sueño, pero al despertar se sintió por completo salpicado de cagada de pájaros. «Siempre soñaba con árboles», me dijo Plácida Linero, su madre, evocando veintisiete años después los pormenores de aquel lunes ingrato. «La semana anterior había soñado que iba solo en un avión de papel de estaño que volaba sin tropezar por entre los almendros», me dijo. Tenía una reputación muy bien ganada de intérprete certera de los sueños ajenos, siempre que se los contaran en ayunas, pero no había advertido ningún augurio aciago en esos dos sueños de su hijo, ni en los otros sueños con árboles que él le había contado en las mañanas que precedieron a su muerte.

Tampoco Santiago Nasar reconoció el presagio. Había dormido poco y mal, sin quitarse la ropa, y despertó con dolor de cabeza y con un sedimento de estribo de cobre en el paladar, y los interpretó como estragos naturales de la parranda de bodas que se había prolongado hasta después de la media noche. Más aún: las muchas personas que encontró desde que salió de su casa a las 6.05 hasta que fue destazado como un cerdo una hora después, lo recordaban un poco soñoliento pero de buen humor, y a todos les comentó de un modo casual que era un día muy hermoso. Nadie estaba seguro de si se refería al estado del tiempo. Muchos coincidían en el recuerdo de que era una mañana radiante con una brisa de mar que llegaba a través de los platanales, como era de pensar que lo fuera en un buen febrero de aquella época. Pero la mayoría estaba de acuerdo en que era un tiempo fúnebre, con un cielo turbio y bajo y un denso olor de aguas dormidas, y que en el instante de la desgracia estaba cayendo una llovizna menuda como la que había visto Santiago Nasar en el bosque del sueño.

GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ, Crónica de una muerte anunciada. 

Cuestiones. 

1. Indica el tema de la composición (0,5 punto) 
2. a. Elabora el resumen de la composición (1 punto)
2. b. Establece la organización de ideas del texto (1,5 puntos) 
3. Realiza el comentario crítico (3 puntos)
4. Señala la estructura de las siguientes palabras e indica a qué tipo de palabra (2 puntos) 
- Atravesaba; - llovizna; - platanales; - reconoció; - precedieron. 
5. Indica las principales características de los textos literario de género narrativo y sus principales subgéneros. 

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